El niño

Las cintas de muñecos tienen una larga tradición en el mundo del cine. Supongo que ya estaréis pensando en el celebérrimo Chucky, paradigma de las cintas de este tipo. Sin llegar a tanto, y más recientemente, nos encontramos con la espeluznante Annabelle en la precuela y spin-off de The Conjuring. Otro que pone los pelos de punta es Fats, el muñeco que utiliza otro no menos perturbador Anthony Hopkins en la película Magia de Richard Attenborough. Y me detengo aquí para no hacer la lista más farragosa y extensa.

No sé que tienen ese tipo de criaturas que con tan solo enfocar su inexpresiva cara consiguen que, como mínimo, el espectador ya se ponga en guardia. Brahms, el angelito que aparece en The Boy no anda a la zaga en ese pelotón de fantoches. No tiene mucho de particular, es más bien normalito, pero a través de la sórdida historia que hay detrás consigue meterse al público en el bolsillo. Ésta es uno de los puntos fuertes de este film. El principio parece un poco incoherente, pero conforme va avanzado la trama se va hilvanando todo, con el inconveniente de que choca de bruces en un absurdo final.

Greta es contratada para cuidar de un niño. Quiere alejarse al precio que sea de su atormentado pasado. Cuando llega a la mansión de Inglaterra proveniente de Estados Unidos, se da cuenta de que en realidad Brahms es un muñeco de tamaño real. Los estrictos padres le dejan una minuciosa lista de las tareas a realizar. Greta, al saltárselas, no sabe que desencadenará una serie de acontecimientos que le harán creer que Brahms está vivo.

Sin aportar mucho a un género ya desarrollado en innumerables ocasiones, The Boy de William Brent Bell, consigue que pasemos un rato divertido con una dirección impecable y resultona. El guión de Stacey Menear tiene el mérito de crear, a pesar de esta comentada rutina, algún que otro susto e incluso situación que se acerca bastante a lo que podríamos denominar terror clásico, siendo esto en absoluto peyorativo. Quizás el final no ayude a que el resultado sea más redondo.

La cabezonería en rodarla en un tono oscuro consigue que, a pesar de cierta irritación inicial, la casa sea un protagonista más. En eso tiene bastante culpa Daniel Pearl como encargado de la fotografía.

En el trabajo actoral nombrar a la atractiva y curtida en el ámbito televisivo Lauren Cohan en el papel de Greta. Como partenaire tenemos a un viejo conocido, el siempre eficiente Rupert Evans, al que recientemente tuvimos la oportunidad de ver en The Canal. El resto del elenco tiene una participación más bien escasa, aunque cumplen perfectamente.

Para finalizar decir que el poco atractivo desenlace creo que no desmerece la totalidad de la obra. Resultona.

www.terrorweekend.com/2016/03/the-boy-review.html

En un principio la tomé como la típica película de muñecos, lo cual ya de por sí me parece algo negativo. Por otra parte no me decepcionó. Efectivamente era una película mediocre tal y como se intuía. Personajes clichés, escenas absurdas que no vienen a cuento y que cortan el ritmo de la película... y lo mejor lo dejo para el spoiler. No le pongo menos nota porque de vez en cuando ha conseguido generar algo de tensión y algún screamer que bueno, no ha desentonado demasiado.

Totalmente imprevista y gratísima sorpresa de mano de una película, de la que no esperaba más que deleitarme la vista viendo a Lauren Cohan lucir palmito. Sin ser nada extraordinaria ni novedosa, "The boy" cuenta sin embargo con muchos puntos a su favor que la hacen un film de light terror más que aceptable; incluyendo un "préstamo" evidentísimo, de cierta película neozelandesa de 2014 cuyo título obviaré para no caer en un grave spoiler. En definitiva, un film que no pasará a los anales de la historia del terror en el celuloide, pero que esconde mucho más de lo que aparenta y que se ve sin ningún esfuerzo. Recomendable.

Para empezar, da gusto que lleguen películas de las que prácticamente no se sabe nada porque no tienen un estreno a lo grande ni casi promoción.
Esto es malo para los que la hacen, pues casi nadie la va a conocer y ver, pero bueno para los espectadores que prueben suerte y se encuentran un buen film, que además es capaz de sorprender con su argumento, y más todavía si como digo no se sabe absolutamente nada, ni siquiera de lo que va. Así se disfruta muchísimo más.
La actriz principal es Lauren Cohan (de “The walking dead”) y la chica no lo hace nada mal. No se conforma con mostrar su bonita cara, sino que sabe asustarse de manera creíble y ofrecer una interpretación aceptable.
La ambientación está muy conseguida. La casa da bastante miedo, y todo es muy del estilo victoriano, a pesar de desarrollarse en la actualidad. Además, aunque tiene poquísimos personajes y durante mucho rato la protagonista está como Culkin (sola en casa), en ningún momento se hace monótona o aburrida.
También tiene una muy buena fotografía al servicio del miedo en las escenas nocturnas, en las que todo se ve muy bien y al mismo tiempo la oscuridad da mucho juego.
Y todo por culpa del maldito chico. Prácticamente no hace nada el hijo de su madre, pero el director sabe aprovecharlo muy bien para que nos llevemos, junto con Greta, más de un susto y más de dos.
Es una buena película de terror, bien hecha y con una historia sorprendente y muy bien hilvanada. Y, como digo, es muy disfrutable al no conocerse mucho de ella.
La recomiendo para amantes del género.

Me ha recordado a LA LLAVE DEL MAL, aunque LA LLAVE me gustó más porque el entramado es mas complejo, pero podía clasificarse dentro del subgénero TERROR DE MANSIONES.

Resulta entretenida con un planteamiento muy clásico y una atmósfera bien creada aunque sin sorpresas. Todo está al servicio de la historia y debes caer en sus trampas y aceptarlas porque si haces preguntas se desmonta.

Final abierto para una secuela que no creo que llegue a rodarse, ante la tibia acogida.

Mi puntuación tendría que haber sido entre un cinco y un seis, pero como me ha entretenido he optado por subirla.

Un 6