La leyenda del jinete sin cabeza

Como el cine es algo hermoso y muy por encima de la mera estética, mi conciencia me impide subir la nota. Nadie negará a estas alturas que Burton ha sido capaz de labrarse una marca de agua estética, lo cual no me parece sencillo pero tampoco me parece sinónimo de genialidad (otro buen ejemplo es el amigo Gilliam). Por tanto, Sleepy Hollow me parece un espectáculo bien articulado y con una atmósfera tétricamente lograda, pero no se trata de una historia memorable y que deje esa semilla en la memoria que solo las películas grandes consiguen. Como suele ocurrir, el problema está en el guión, y más concretamente en el hecho de que el contenido se queda pequeño para tanto continente; esta pieza del folklore estadounidense es perfecta para un capítulo de Cuentos asombrosos pero quizás no tanto para una película. En cualquier caso, es muy disfrutable y tiene sus momentos.

"Sleepy Hollow" es una historia inspirada en la novela homónima de Washington Irvin, en la que un policía de la ciudad de Nueva York, a finales del siglo XVIII, viaja al pueblo de Sleepy Hollow a investigar una serie de asesinatos producidos por decapitación, supuestamente a manos de un jinete sin cabeza procedente del infierno.

La película cuenta con la típica ambientación oscura y gótica que tan bien se le da llevar a cabo a Tim Burton, siendo de nuevo uno de los aspectos más destacables del filme. Tanto el vestuario, como la caracterización de los personajes, pasando por la ambientación y los decorados, cumplen a la perfección para trasladarnos a un universo de cuento clásico, donde la magia y la hechicería son posibles.

Si bien es cierto que el guión parte de una buena base, y así se desarrolla durante toda la película, por momentos peca de falta de intensidad. También se introducen ciertos elementos que pretenden ahondar en la personalidad de algún protagonista, pero no será esa la sensación que nos transmitan, más bien nos quedaremos a medias en este sentido.

Las interpretaciones son otro punto fuerte de la película; el papel protagonista para un Johnny Depp que tiene más que dominado el registro que le toca desplegar en este tipo de filmes, la a veces insípida Christina Ricci, como la inocente dama que fija sus ojos en el recién llegado y Christopher Walken como el jinete sediento de sangre y cabezas, papel que logra bordar. En menor medida la película cuenta con la participación de Casper Van Dien o Christopher Lee.

Si bien es cierto que la película fue catalogada como "cine de terror", quizá esta no sea la etiqueta que mejor le siente, encontrándonos ante una película más de suspense e intriga que de terror propiamente dicho. Las cabezas cortadas llenarán la pantalla, de forma excesiva a veces, y las escenas sangrientas, aunque con cierto toque de serie b, serán también una constante. Todos estos ingredientes derivan en un buen cocktail de entretenimiento que cumple lo que se propone, además de sumergir al espectador en una atmósfera de fantasía gótica muy bien llevada a cabo.

El cuento gótico, con sus escenarios fantasmagóricos, sucesos sobrenaturales y emociones desbocadas, resulta siempre sugestivo y fascinante porque sus fuentes, en la mayoría de los casos, se remontan a tradiciones populares que se pierden en el tiempo.

La estructura narrativa, la atmósfera y la superstición se combinan en "Sleepy Hollow" convirtiendo al Jinete Decapitado en una maldición y elevándole a icono del terror.

Por momentos tendremos la sensación de que lo que se nos está contando pertenece al ámbito de la oralidad, el regusto a ensoñación encandilará a los amantes del género y -desafiando todo vestigio de realidad- abriéndose paso en la imaginación del protagonista, destacará ese mundo crédulo y fantasioso del que forman parte los habitantes de la aldea.

Ver para creer.

Contiene lo mejor de Tim Burton y nada de lo que de él me desagrada.

Es contenida pero abundante en sus planteamientos estéticos. Posee un guión sólido y eficaz. Una fotografía de Lubezki superlativa. Incluso a un Johnny Depp que compone bien a su personaje y a una Christina Ricci adorable. La banda sonora de Danny Elfman es excepcional, dotando a todo de un clima inconfundible. ¡Cuánto le debe Burton a Elfman!

La historia en sí es bizarra, fantasiosa y apela a uno de los sentimientos que mejor funcionan en pantalla: la venganza emotiva. Así que, además de estar muy bien hecha, engancha y entretiene. Cine de evasión de gran calibre.

Para hacer ahora una crítica de una película de hace 21 años tengo que ponerme en situación de ese año y ya puesto, opino que la película que nos trae a estas líneas, adaptación libre del famoso cuento del escritor estadounidense Washington Irving, "La leyenda de Sleepy Hollow" o el jinete sin cabeza, está bastante bien. Dirigida por un genio de director Tim Burton e interpretada por su amigo el actor, productor guionista y músico Johnny Depp, todavía joven (35 años) e ídolo de adolescentes, en una de sus colaboraciones juntos, antes de otros grandes éxitos.

La fotografía de Emmanuel Lubezki es excelente, con ese filtro de color sepia que da ambiente de misterio y antigüedad. Los bosques otoñales y la niebla sumerge al espectador en ese halo de misterio y terror gótico que necesitaba el cuento de Irving.

Tim Burton cambió el guión original para que el protagonista no muriese a cargo del jinete sin cabeza y se quedara con su amada Katrina, que interpreta Christina Ricci.

El film se enmarca dentro del grupo de otras cintas dedicadas a las supersticiones que había en la Norteamérica Colonial y que han dado cantera, como la famosa "El Crisol", sobre las brujas de Salem y otras películas de terror, brujería o vampirismo. En ésta llama la atención que siendo una cinta de terror, no está exenta de humor y esto se debe sin duda a las genialidades de la pareja director-actor.