Hombres, mujeres y niños

Ví la película "Hombres, Mujeres y Niños" (Men, Women And Children) y me encantó la película.
Estuvo excelente y maravillosa porque yo ví como que refleja la realidad de la gente que usa internet, computadoras, celulares y sobre todas las redes sociales que usan las personas hoy en día que están de moda.
La actuación de Adam Sandler de lo mejor que hizo después de "Spanglish" es también de la comunicación pero en lugar de idiomas es de la internet.
La verdad la vería de nuevo y mil veces más. Hasta tiene escenas que me identifican.

Apreciable comedia con tintes de drama, con varios momentos atractivos, aunque el tono general parece demasiado catastrofista con las nuevas tecnologías. De hecho no aparece ningún uso verdaderamente positivo de ellas. En ese sentido resulta demasiado adecuada a los discursos del tipo "ahora te ves a la gente que queda en un bar y no hablan entre ellos", "todo el mundo en el metro o autobús van pendientes del móvil sin leer un libro" o "se pasa muchas horas jugando a videojuegos". Parece ser que antes existían conversaciones apasionantes en las tabernas y escasos silencios o charlas repetitivas y superficiales; que el personal devoraba novelas de Faulkner en el trayecto al trabajo en transporte público; o que no si no se jugaba al videojuego estabas aprovechando el tiempo intentando convertirte en maestro del ajedrez, no viendo un porrón de horas de tele. Por no hablar del tratamiento tan negativo que se le da a la pornografía. Salvando esas cuestiones, que son de enfoque, nos encontramos con una bonita y también dura película, solvente y con buenas interpretaciones, aunque irregular. En cualquier caso resulta interesante pese al constante moralismo anti tecnológico.

Esta película trata hacer un estudio sobre las relaciones humanas y cómo afecta internet a gente de diferentes rangos de edad... pero al final lo único que logra es hacer una tesis estereotipada con los tópicos de siempre y el uso de (como he dicho al describir la tesis) estereotipos gratuitos e infundados como que jugar videojuegos es igual a ser antisocial o a aislarse, que todo el mundo usa internet para buscar porno (porque se sienten más cómodos mostrando gente viendo porno que a gente que se descargue una canción ilegalmente o se vea algún vídeo chorra en youtube al parecer)... Y es que con todas las historias a pesar de que el reparto trata hacer un trabajo bueno... es que nos pasa lo mismo, todos están encerrados en unas cápsulas de ataque a las nuevas tecnologías y de intento de buenismo por parte de reducir o extinguir su uso, y al presentar posibles problemas que se den en gente que usa estas tecnologías... pues tal vez coincida con algún caso, pero no logran ofrecernos un estudio cuidadoso sobre el tema como nos prometen sus pretensiones excesivas.
Al final del día tenemos un producto que no da lo prometido porque pretendían más de lo que podían hacer, pues se nota que no está escrito por gente que haya convivido con estas tecnologías y esté muy familiarizado o por alguien con experiencia en haber sufrido alguno de estos problemas, al final solo nos quedamos con que nos han vendido esto como película y no estamos obteniendo el entretenimiento que debería dar tampoco.

Una película que, dentro de si misma, encierra la más cruel actualización de «Carrie», esa que que ni el propio remake de “Carrie” (Brian De Palma, 1976) de 2013 fue capaz de obrar, no puede ser mala o caer en el olvido. Luego ya lo de intentar desentrañar el porqué “Hombres, mujeres & niños” es la cinta peor valorada de Jason Reitman se lo dejaré a Íker Jiménez, porque yo ni zorra idea.
“Hombres, mujeres & niños” nos devuelve al más atinado Jason Reitman, perfecto condensador de una sociedad de vínculos humanos cada vez más oxidados. Un ser humano dado a la incomunicación, a la soledad, al vano egocentrismo, y hasta directamente a la estupidez.
“Hombres, mujeres & niños” es un ácido y honesto drama coral mediante el que Jason Reitman nos mete de lleno en el día a día de un vecindario norteamericano cualquiera, instituto incluido. Padres e hijos (des)unidos por las nuevas tecnologías, las cuales fomentan esos lindezas vertidas con anterioridad. Todo ello basado en la novela homónima de Chad Kultgen.
No negaré que cuesta un poco aposentarse en el primer acto de “Hombres, mujeres & niños”. En parte porque el tono del film entra sin vaselina y en parte porque las presentaciones en una obra coral siempre resultan algo farragosas. Pero a partir del segundo acto, si has sido capaz de asimilar de lo que versa el asunto y como te lo están narrando Reitman y compañía, todo va sobre ruedas.
Ahora bien. Si “Hombres, mujeres & niños” se articula como un tratado sobre como las nuevas tecnologías moldean, tanto para bien como para mal, nuestras vidas, creo que ahí Jason Reitman toca agua. Por contra, si la cinta se articula como un tratado sobre el propio ser humano como peor enemigo del ser humano, ahí si que toca barco la película. Es el mayor pero que le visto a un film que he visto con agrado y que también recordaré con agrado, aún distando de lo mejor del cineasta.

Estos temas me interesan mucho. Hablo de como están afectando las nuevas tecnologías a las relaciones, a la comunicación entre las personas, etc.

Hombres, mujeres y niños tiene algunas similitudes a la magnífica Her de Spike Jonze, especialmente cuando relata la solitud en la que nos vemos inmersos cuando, en ocasiones, nuestra única compañía es el maldito teléfono móvil.

La historia se centra en la vida y familia de cinco jóvenes de instituto en la cual se narra de forma delicada y tranquila los problemas más habituales de la cotidianeidad. Habla de complejos, incomunicación, deseo, infidelidades, adicciones, rebeldía, etc.

Igual que ya sucedió con Juno (del mismo director), el envoltorio del caramelo se aleja un poquito de las convencionales historias americanas de instituto, aunque tira de algunos tópicos recurrentes en lo que situaciones de instituto se refiere.

El tema da mucho de sí, sobre todo porque al ponerlo encima de la mesa sin excesivo posicionamiento (aunque con algunas caricaturas demasiado exageradas), hay momentos en los que te ves incluso reflejado en errores que cometes en tu propia vida. Esos errores que te parecen de un comportamiento normal pero que cuando los ves reflejados en otra persona, hasta sientes vergüenza ajena.

En cuánto a las interpretaciones, las considero muy correctas en general con una excepción, la de Jennifer Garner, que queriendo mostrar control y opresión en su personaje llega a parecer entrañable y gracioso en las formas.

Resumiendo, el conjunto de película es algo descafeinado. La trama es muy sencilla y plana y aunque los adornos son correctos, la idea se disuelve a un medio camino entre meter el dedo en la llaga y no decir nada.