Lo mejor de nuestras vidas

Veo "Nueva vida en Nueva York", un film que resulta ser el tercer capítulo de la trilogía que, el director y productor Cédric Klapisch, realiza tras "Una casa de locos" (2002) y "Las muñecas rusas" (2005). Así, acompañada de la voz en off del protagonista (quien, a la vez que la redacta, narra la novela de su vida), con una preciosa fotografía, una rítmica música, una buena ambientación, unos ágiles movimientos de la cámara, innovadores collages, planos duplicados y unas frescas interpretaciones (perfecta, como siempre Cécile de France) disfruto de una película realista, valiente, divertida (además de los alegres interludios chinos, me congratula ver aparecer como invitados a Hegel y Schopenhauer) y actual acerca de las nuevas estructuras familiares a la que sólo puedo reprocharle un típico y atroz final.

Vi “Nueva vida en Nueva York” (“Casse-tête chinois”, “Chinese Puzzle”, Francia-RU, 2013), escrita y dirigida por Cédric Klapisch, con la que (al parecer) se cierra la trilogía que inició con “Una casa de locos” (2002) y a la que le siguió con “Las muñecas rusas” (2005). Se trata, como las anteriores, de una comedia romántica con casi el mismo reparto. En este caso, el aclamado escritor Xavier, el protagonista de la trilogía, es padre de dos niños y luego de su divorcio se muda a Nueva York, para estar más cerca de ellos. El elemento cómico lo aporta que su vida afectiva sigue siendo complicada (un rompecabezas chino) pero aun así aparece un final feliz tanto para la obra que escribe como para su vida personal. El gran mérito de la película está en su arriesgada apuesta por un guion complejo, desordenado y muy original, pero que, justo en el momento oportuno, se vuelve claro y entretenido para el espectador. En este sentido podría decirse que la apuesta fue ganadora; sin embargo, debo señalar a mi gusto, que la trilogía había perdido en cada filme su impacto inicial, tal vez por la necesidad de darle continuidad artificial a una serie de historias románticas (por lo que ayuda mucho, para entender esta cinta, haber visto las dos películas anteriores y esto es algo que no todo el público estaría dispuesto a hacer). Hay que decir que el filme ha recibido críticas benévolas pero el filme no trascendió aunque la recepción ante los espectadores fue, más o menos, buena. Es que, como lo mencioné, entretiene a la vez que tiene algunos apuntes graciosos. Pero no se le pida más. Ahora bien, ¿serviría para un ciclo de cine-foro? No le veo muchos elementos que dan cuenta de esta opción de análisis estético; no obstante, esta película permite observar una serie de historias cruzadas en el tiempo (como “Before Sunrise”, 1995; “Before Sunset”, 2004; y “Before Midnight”, 2013), asunto del que pocas veces el cine da cuenta: la historicidad de la narración y la construcción, en el tiempo, de los personajes. Igualmente, en este filme de 2013, podría hacerse una bella reflexión sobre lo que es el amor, mirado desde la comedia: un constante enredo hasta que las cosas, sin darse cuenta, terminan siendo más simples de lo que habríamos creído. En estas palabras es que recomiendo el filme. 06-10-2015.

Me apetecía esta noche ver una de esas películas típicas del transcurso de la vida en Nueva York, con sus enredos en calles y avenidas anchas, su multicultural gente, taxis amarillos, gentes con prisas, su metro y los bares pintorescos. Pensé enseguida en los muy buenos filmes de Woody Allen pero, como estoy un poco espeso y algunos diálogos del genial director y, algo menos aplaudido actor, empecé buscando una que se saliera de los cañones establecidos de Allen.

Y, me encontré con esta grata sorpresa de film francés rodado en la Gran Manzana.

Al principio, su inicio no parece prometer tantos buenos momentos de humor, enredos amorosos y, lucha por la supervivencia en un nuevo país. Pero su desarrollo es fantástico, conforme más se enreda, más divierte y conmueve a la vez.

Qué puede fallar en una película en la que... (sigue en spolier)