El salvaje

Salvaje es un clásico del cine, Marlon Brando interpreta el papel de Johnny, líder de una banda de moteros que han invadido una pequeña ciudad creando el caos allá por donde pasan. Salvaje es uno de los mejores trabajos personales de Marlon Brando, el personaje de Johnny es un inconformista, introvertido y solitario motorista que a lo largo de los 80 minutos de película no deja muy claro cuales son sus pretensiones, sus inquietudes, va divagando de fotograma en fotograma buscando una salida que ni el mismo sabe cual és. En la película conoce como no a Kathie, una buena chica que le hará ver las cosas un poco mejor y de otra forma. Cuando realmente esta dispuesto a cambiar choca con la incomprensión de la gente, que no es más que una causa de sus propios actos.

Todavía hoy esta historia de una panda de motoristas que aterroriza a un pequeño pueblo es imitada y evocada continuamente sin embargo, no es más que una variante de solo ante el peligro, del mismo director, Laszlo Benedek.

Salvaje de László Benedek es un drama basado en un grupo de jóvenes moteros que visten con chaquetas de cuero y van pasando por pueblos donde crean problemas y altercados para enturbiar la paz de sus habitantes. Dirigida con un ritmo vigoroso y con un estilo directo e incitador que gusta ver, es una obra provocadora en su historia de motoristas rebeldes que van gamberreando allá por donde pasan, creando odio en las gentes de los pueblos, los cuales crean resistencia a la antigua usanza para mostrar un film inolvidable en varios sentidos, concluyendo una cinta arrolladora y personal que merece la pena ser vista por todos.
La fotografía en blanco y negro es alusiva a los lugares visitados en un trabajo bien cuidado en detalles portentosos y llamativos que atraen al público, logrando crear una labor visualmente competente e idónea para lo que ofrece. La música es clásica e insidiosa en sus melodías enardecedoras que añaden ritmos variados y estimulan al público, dando intriga al film en un buen acompañamiento musical. Los planos y movimientos de cámara consuman una notable labor técnica a través del uso de la cámara en mano, avanti, retroceso, generales, subjetivos, seguimiento, detalles, tercera persona, plano-contraplanos, reconocimiento y planos medios bien trabajados en la acción y en las interpretaciones.
Las actuaciones son convincentes e irreprochables en su mayoría. Como protagonista Marlon Brando está reservado y profundo en su papel y Mary Murphy está sensible y sincera, sin embargo Lee Marvin está irreconocible en una torpe labor, siendo arrolladores los acompañamientos de Robert Keith, Jay C. Flippen, Peggy Maley, Hugh Sanders y Ray Teal entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos de motoristas rebeldes que crearon moda y de policías y gentes del pueblo de la época en una inolvidable labor inmortalizada por la imagen de Marlon Brando para transportarte eficazmente.
El guion, escrito por John Paxton y basado en el relato de Frank Rooney, es atractivo al exponer una historia de motoristas que van provocando a todos allá por donde pasan hasta llegar a un pueblo que se subleva contra ellos, logrando un penetrante trabajo que se queda en la memoria del público por la estética de Marlon Brando y por su incitadora historia que no deja a nadie insatisfecho. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off afable y pesimista que con tono apagado explica brevemente la historia, siendo el resto burlesco y directo en sus expresivos y mordaces comentarios. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que es escaso y se ve en un santiamén al no llegar a la hora y media de duración.
Concluyendo, la considero una obra inmortal e insustituible por la rebeldía que expone y por su trama de motoristas gamberros que provocan a la gente allá por donde pasan, concluyendo un buen film que se queda eficazmente en la memoria del espectador. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que convierten a Salvaje, en un film implacable que gustará a todos los que se aventuren a descubrirlo.

Antes de Easy Rider, película de moteros rebeldes por excelencia, existió Salvaje.
La cinta de Laslo Benedek (sin duda la más conocida y recordada de su filmografía, junto con su adaptación de Muerte de un viajante) abrió el camino para muchas road movies que vinieron después con personajes al límite de la ley y viviendo libres sin hacer caso a las normas, montados en sus motos y recorriendo las larguísimas, estrechas y rectas carreteras de Estados Unidos. Es verdad que, vista hoy, su trama, o más bien, su desarrollo, es bastante tópico, pero en su momento resultó muy original e innovadora y tiene un importante valor cultural y cinematográfico por ser iniciadora de este peculiar subgénero que son las road movies de moteros rebeldes.
Y si además el protagonista es Marlon Brando, uno de los mejores actores de la historia, vestido con gorra y su chaqueta Perfecto, salvaje sobre su Triumph Thunderbird y con esas patillas que inspiraron el look de, ni más ni menos, James Dean o Elvis Presley, pues ya para qué queremos más.

Lo mejor: Su originalidad (al menos en el concepto) y la arrolladora presencia de Brando.
Lo peor: No es una obra maestra y el desarrollo de la trama es bastante tópico.

Película muy interesante con un jovencísimo Marlon Brando que borda el papel de motero y una magnífica dirección de Lázló Benedek, un director con un historial televisivo de lujo con series como Perry Mason, Hazañas Bélicas, Los Intocables o El Fugitivo, y ganador de un Globo de Oro con La Muerte de un viajante (1951).

Es una cinta que me ha recordado “Rebelde sin causa” pues en ella, el protagonista es igualmente un joven resentido y también un insurrecto social sin razón ni motivo.

Pero lo más importante de este filme es que nació un nuevo icono para el siglo XX, un Brando vestido con chupa de cuero y montando en moto, encabezando a su pandilla de moteros que llegan a un pueblo, beben y la montan parda.

Hay otros actores interesantes como la bonita Marly Murphy como niña de pueblo inocentona que da un toque femenino y de candidez; o el otro líder de otra banda de motoristas interpretado nada menos que por un jovencísimo Lee Marvin, también un gamberro en toda regla.

Es sin duda una muestra de la descomposición de unos jóvenes, en la era de combatientes en la II Guerra Mundial que se vieron defraudados. Lo cual dio lugar a una juventud huraña y rabiosa que no encontraba mejor sentido a sus vidas que hacer el golfo los fines de semana con sus motos, plan Ángeles del Infierno, pero un poco antes de este fenómeno.

Quiso ser una peli pedagógica y sus resultados fueron opuestos, Brando triunfo con su cazadora y su semblante matador.

En suma, paradigma de una juventud USA perdida e insatisfecha, a pesar de sus motos y de sus juergas y amoríos.

Me ha sorprendido esta película.... me sorprende que la censura permitiera esta película (ver spoiler*). Y eso la censura nunca lo ha permitido.

Curiosidades: la marca de motos criticó que utilizaran sus motos para la película, ya que les daría una mala imagen. Décadas más tarde, utiliza la película para promocionarse. Como es la vida! jajaja

Está basada en una historia verídica, lógicamente, poco tendrá que ver con lo que pasó en realidad, porque para hacer la película han tenido que hacer una trama e incluso han metido una historia de amor (rara, pero una historia de amor).

Los diálogos, muy secos, cortantes y a veces no tenía sentido lo que (sobre todo) la chica decía y sentía, pero me ha recordado a "Rebeldes Sin Causa", hecha 2 años más tarde, en el que los jóvenes hacen cosas, pero no saben lo que hacen, y supongo que esos diálogos y esas "cosas sin sentido" lo han hecho adrede, para dar a entender, que la juventud no sabe lo que quiere.

Me ha gustado, sí. Además vemos a un super atractivo Marlon Brando.