El matrimonio Loving

Lo bueno

Nichols sigue demostrando que es un director que hay que seguir, sus trabajos anteriores, Take Shelter , Mud y en menor grado Midnight Special nos dicen que es un director comprometido con sus personajes, los escribe desde adentro de los ojos de los mismos. Un cineasta con un humanismo bárbaro.

Estamos ante dos de las mejores actuaciones del año, Edgerton y Negga sienten cada mirada que se dan. Un cine comprometido con la honestidad de lo que cuenta.

Se aleja de posiciones pancartistas, y de sabotear la historia con escenas de violencia. Filmes sobre la esclavitud y derechos humanos sobran, pero este en particular, ve todo el cuadro con una calma colosal, en donde se arman las emociones de lo sucedido. En síntesis un cine que se siente real.

Bien manejado sus datos históricos, pero ellos son secundarios a lo que se cuenta. Y eso se agradece.

Bella banda sonora.

Lo no tan bueno

Lo único que podría indicar es que parece alargar demasiado algunas situaciones, la primer hora es magnífica, la segunda sufre de este alargamiento de un conflicto que tal vez hubiera quedado más conciso en menos minutos.

Calificación 8/10

Opinion personal: Loving es el apellido de los protagonistas, pero curiosamente es lo que más se rescata del filme, el amor a no renunciar a lo que sientes y queres. Uno de los mejores filmes románticos de los últimos años. Se aleja de toda mojigatería y manipulación. Es lamentable que el filme solo recibiera la nominación a mejor actriz en los pasados premios.

Basada en un hecho real, Loving aborda la problemática del matrimonio interracial en EEUU en las décadas del 50 y 60, y su judicialización contra el estado de Virginia sentando jurisprudencia en todo el territorio. El matrimonio Loving compuesto por Richard (Edgerton) y Mildred (Negga) fueron una pareja interracial que se caso en 1958 en el estado de Virginia y por una ley ridícula, racista e inhumana fueron perseguidos por más de una década como si fueran delincuentes por haber cometido el delito de enamorarse de una persona de diferente color de piel. De solo oírlo resulta inconcebible el solo pensar que hayan podido existir leyes tan absurdas como malvadas.
Loving está muy bien desarrollada e interpretada (Edgerton y Negga sobresalientes), aportando conocimiento acerca de una prohibición retrógrada que hoy en día resultaría inconcebible. Es algo lenta por momentos pero aborda una historia y un conflicto legal y social sumamente interesante.

Esta pequeña joya de lo cotidiano, equilibrada y discreta que cuenta la lucha de dos personas “normales” por vivir con normalidad su vida, me ha conmovido.
Y más que por la historia en sí, basada en hechos reales, y que no deja de ser otra muestra más de la lucha que las personas negras han mantenido y mantienen por sus derechos ,por cómo está contada.
Jeff Nichols ha huido del melodrama fácil, de las grandes hazañas, y de los aspavientos y nos cuenta los hechos de una forma concisa y casi con desapego haciendo que te sientas participe del “desamparo” que sienten los protagonistas.
Bien por Nichols y bien por Loving.

La verdad es que es una película que no me atrapó desde el primer momento. Los personajes protagonistas resultan herméticos, incluso insípidos. Pero si llegas hasta el final, te das cuenta de que su simpleza es su grandeza, te das cuenta de que se trata de dos personas que no ven colores de piel, que sólo se aman. Son personas sencillas que sienten sencillamente amor, y que gracias a eso cambiaron un poco el mundo.

La película va avanzando como las ruedas de un carro tirado por un burro, lenta pero firme.

Todo el peso de la película recae sobre la pareja protagonista, pero los secundarios no desmerecen en absoluto.

No esperen elocuentes discursos a lo “I have a drem” de Martin Luther King Jr., no los hay. Pero no hacen falta. A estas personas sólo les hizo falta amarse.

Jeff Nichols transforma los dimes y diretes del primer matrimonio interracial norteamericano en un artilugio en manos de los vericuetos legales, los derechos civiles y tal, cuando claramente apetecía un medley de eso y film romántico. Y más aún llamándote "Loving". Pero en fin…
Menudo cambio radical pega Jeff Nichols en "Loving". Y no para mal, todo sea dicho. El realizador de Arkansas mantiene el buen pulso mostrado en las siempre recomendables "Take shelter" (2011) o "Mud" (2012).
"Loving" nos narra la historia del primer matrimonio interracial llevado a cabo en los, por aquel entonces tremendamente racistas e intolerantes Estados Unidos. Aunque con eso de ´por aquel entonces´ quizás, únicamente, me estoy engañando a mi mismo. El día a día yankee siempre esta ahí para sacudirme una dolorosa patada de cruda realidad en la entrepierna. El racismo sigue vivito y coleando en las tierras de Abraham Lincoln.
En "Loving" Jeff Nichols nos entrega una película de vericuetos judiciales al tiempo que nos pone los dientes muy largos con esa cinta romántica que nunca llega a suceder, pero hubiera estado bien que sucediese. Por una parte tenemos la historia de como luchan Richard y Mildred Loving por oficializar legalmente su matrimonio, y por otra esa en la que batallan por hacer valer sus derechos una vez establecidos como matrimonio. En ambas partes vemos a un Jeff Nichols más interesado en la parte derechos civiles que en lo puramente romántico. Decisión que hace del film un producto más monótono de lo que debiera, cosa que resalta más en la segunda hora de metraje. Durante todo la película el realizador nos deja con ganas de meternos de lleno en una historia romántica desatada, dados los mimbres de lo que nos está narrando, pero en ese aspecto "Loving" siempre se muestra muy contenida, casi como si no le interesara lo romántico. No pido una historia de amor que olvide el verdadero fondo del relato, pido más equilibrio.
Interpretativamente Joel Edgerton y Ruth Negga están geniales, pero les afecta lo contenido y hasta blanco del relato. Al final hasta parece que corre horchata por sus venas.
En fin, me ha gustado "Loving", aunque me haya dejado con relativa hambre.