Las aventuras de Errol Flynn

Película de aventuras de la mano de uno de esos directores "perdidos", el olvidado Russell Mulcahy, el creador de la estética videoclipera de los años 80 y el director de "Los inmortales", un director con talento pero que tomó malas decisiones a lo largo de su carrera, hasta acabar dirigiendo episodios de series.

Y Mulcahy no ha perdido el pulso en absoluto. Sigue teniendo fresca esa concepción del espectáculo cinematográfico. Australiano como la producción y como el personaje, el gran y siempre añorado Errol Flynn, nos obsequia con una película aventurera en el mejor sentido de la palabra, que se inicia como un homenaje a "En busca del arca perdida" para derivar hacia una película iniciática de corte clásico, donde unos personajes- en su mayoría perdedores- buscan juntos y en confraternidad viril un tesoro, un sueño, y encontrarán su destino, por muy amargo que resulte. Reminiscencias de "Lord Jim" (R. Brooks,1965). Magnífica fotografía. Realmente vives y disfrutas la luz de Oceanía, el exotismo de un lugar a medio poblar, aún por descubrir, una frontera donde la civilización y la ley se diluye. Un far west en las costas de Australia. Y Mulcahy borda el transmitir esa sensación de provisionalidad y aventura que tiene aquella sociedad en construcción.

Errol Flynn tiene una biografía que merece ser llevada al cine. Su novela autobiográfica "Gallardo y calavera", ilocalizable, cuenta todas sus anécdotas vitales - borracheras, coyuntas, juicios, inmoralidad y demás salvajadas- que a los ojos de la censura moral actual hace que sea imposible su adaptación fílmica. Es de esos libros que el Ministerio de Igualdad (que nombre más orwelliano) quemaría gustoso en una pira. Así que nos tendremos que conformar con estas primeras vivencias del gran picaflor en su nativa Australia.

Disfrutenla. Y de la mano de un renacido Mulcahy se disfruta mucho más.

Me encontré con esta súper desconocida película de estilo biográfico, sobre el inolvidable Errol Flynn dirigida por el veterano Russell Mulcahy y la verdad que me llevé una muy grata sorpresa...
El guión tiene momentos excelentes incluso con momentos de gran profundidad que me sorprendieron por lo que parecía una simple película de acción.
El director que es australiano, cómo Erroll, Mulcahy, todo un veterano del cine y televisión, en sus dos últimas películas nos da una lección de dirección; y pese a qué muchas de sus películas son muy malas se reivindica ya cerca de los 70 años cómo un buen director...
La pena que esta película a sido un sonado fracaso de taquilla.
Los actores están muy bien, sobre todo el actor que hace de Flynn, al que auguro un gran futuro.
Entre los 4 guionistas se da la curiosidad de que se encuentra uno de los nietos del susodicho, que a su vez este guión se basa en un libro de Erroll Flynn, que en su vida hizo auténticamente de todo, aunque una vida de excesos le llevó a la tumba con 50 años.
Para conocer un poco a este incomparable actor de vida sorprendente y un punto desgraciada...

Entretenida película basada en las memorias del actor y aventurero (además de espía, amante irresistible...) Errol Flynn.
Aventuras de antes de ser el actor tan popular de los años treinta y cuarenta (del siglo pasado) de Hollywood.
De cuando era un auténtico aventurero que trataba de ganarse la vida en Australia, concretamente en Nueva Guinea, buscando oro principalmente.
La cinta es amena y siempre entretenida aunque fílmicamente no es una gran maravilla.
Está dirigida por el otrora exitoso Russell Mulcahy y no es muy imaginativa, pero sí lo suficientemente distraída como para haber tenido más éxito comercial, no habiendo sido estrenada en salas comerciales en algunos países como España.
Tiene buenos momentos, como el fulgurante prólogo, digno del mejor "Indiana Jones" y capítulos (al parecer no del todo reales) como el sucedido en las Islas Coral, en Papúa, Nueva Guinea, tienen fuerza dramática. Aquí es básico el personaje interpretado por Clive Standen, uno de mis héroes televisivos gracias a la bonita serie "Vikingos" del cual soy seguidor incondicional.
Muy buena fotografía y preciosos paisajes, como suele suceder cuando la historia tiene que ver en Australia.
Por lo demás no es nada del otro jueves, pero hace pasar un rato ameno.

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La vida de Errol Flynn antes de ser actor encajaría en las líneas de Hans Christian Andersen "mi vida como un cuento de hadas", una vida intensa, brutal en cuanto a aventuras, y más sabiendo a qué grandeza inmortal estaba destinado.
El primer bucanero, el primer pirata, boxeador, amante de las mujeres, perseguidor de aventuras, valiente, guía, pero sobre todo amigo, actor, soñador.

La capacidad de soñar de Errol Flynn en esta película que está hecha con sello a cine clásico, en un intento tan genial de mostrarnos a un verdadero héroe de la actuación de acción y sus años más aventureros antes, nos hacen soñar tanto que es como vivir un cuento en la vida real.
Tal fue la vida de Flynn, un cuento real.

Sin cámaras ya era Robin Hood. Con las cámaras quizá era él.
No fue actor, nació siendo un personaje de sus propias películas en vida, tal era todo lo que le pasó.

Reparto desigual, pero película entretenida y osada. Clive Standen es el mejor, en la piel de su amigo decadente Charlie, cruda visión de la pérdida de las ilusiones.

El personaje de Flynn interpretado por Thomas Coquerel es el que más brilla, pero sobresalen mucho más el guapo príncipe de Narnia, William Moseley, tanto, que llegas a preguntarte cómo el actor va a ser Flynn en vez de él con esa carita tal y como diría la hermanastra travesti de Shrek "cincelada por los ángeles", ironías. Pero el intrépido Flynn no parará y será tal la magia que evoca que llegamos a olvidar que el protagonista de la selva y del mar era realmente Errol Flynn en vez de el explorador Quatermein o alguien parecido.

Brillante, vibrante, soñadora. Ojalá fueran así de chispeantes todas las películas que quedan por rodar.