Texas Rangers

Mediocre e impreciso trabajo de Steve Miner sobre el cuerpo de los Rangers en este paupérrimo western crepuscular. La intención del argumento es valorar y honrar dicho cuerpo, pero la torpeza del guión consigue todo lo contrario, con una historieta llena de topicazos, en la cual cualquiera vale para ser un Ranger: sólo basta con alistarse. Pobres interpretaciones, irrisorios monólogos que pretenden ser profundos, secuencias de acción descoordinadas e inverosímiles y el típico villano de turno, cómo no, desaprovechado. Si le unimos la pobreza de paisajes y una estética más propia de un telefilm, nos queda un producto de lo más aburrido y olvidable.

No voy a tener en cuenta la historia porque jamás me han interesado en exceso este tipo de acontecimientos, sabiendo esto, afirmo que yo vi la película sin saber que eran los Texas Rangers, y sin saber nada de los conflictos entre mejicanos y estadounidenses X años.
Puede que me el largometraje me haya dado una visión equivocada de lo que ocurrió, tal vez, pero si valoro la película por lo que realmente enseña y no por lo que debería de enseñar, creo que está bastante bien lograda, y el seis que yo le pongo no es para nada descabellado.
Los actores, en general están bastante bien, y de la película destaco que lo que más me sorprendió fue una de las estrategias que emplearon los Texas Rangers para tratar de pillar a los enemigos, al menos uno de los guionistas hizo los deberes por esta vez.

Si no sabes lo que son los Texa Rangers, a riesgo de poder creer algo contrario a lo que verdaderamente son, les recomiendo ver esta película y pasar un rato agradable y entretenido, que es al fin y al cabo de lo que se trata.

Fallido western, que pese a estar dirigido por el ecléctico y poderoso director de algunas joyitas de serie b, aquí no ha podido o no ha querido lograr hacer una película entretenida, quedándose en un artefacto, a modo de pasarela para que se luzcan y promocionen los tiernos muchachitos del casting poniendo cara de malotes (que por cierto no dan el pego de tipos duros ni rodeándolos, como es el caso, con recios y curtidos actores de carácter).
Pese a todo se le puede echar un vistazo por aquello de ver como se desenvuelve el querido y entrañable (para los que crecimos con sus desfases) Steve Miner.

Los rangers eran un tipo especial de soldados de origen anglosajón que actuaban en territorios muy concretos, con la función principal de seguir y apresar a grupos de forajidos con cierta estructura militar que asolaban zonas aisladas y alejadas de las grandes urbes. Solían nutrirse de voluntarios, aventureros, cazadores o exploradores oriundos generalmente de la misma comarca.
Pues bien la cinta está hecha a mayor gloria de los Rangers de Texas, grupo militar creado por Leander McNelly (McDermot) a la altura de 1875, con el objeto de poner un poco de orden en la frontera con México. En el mismo entraron a formar parte un conjunto de jóvenes inexpertos, muchos de los cuales habían sido víctimas en sus familias de los mismos bandidos que iban a combatir. Por todo ello la obra tiene un evidente mérito histórico, especialmente en lo que se refiere a recordar a su fundador Leander, un hombre de agudo sentido militar aquejado de una tuberculosis muy avanzada: "El Señor viene a por mí. -¿Entonces, porqué sale a su encuentro? -Tal vez sea mejor cabalgar hacia Él".
Pese a la juventud de los principales protagonistas, en general nos encontramos con buenas interpretaciones. Lo cual, unido a la belleza de los paisajes, de la fotografía, de la música, o las espectaculares cabalgadas y los tiroteos, nos lleva a valorar positivamente la película

Ambientes deslucidos, estética pobre, monólogos superficiales y personajes tontos.
A fuerza de tiros, el film cae en el chiclé de las batallas entre vaqueros; los limpios y buenos contra los sucios y malos.
El descenlace llega tan rápido que se parece más a un capítulo de alguna serie perdida en el tiempo.
El film termina siendo un flojo spaghetti en vez de un homenaje a la fuerza ranger, que es lo que pretende ser.