Donde el círculo termina

Si lo piensas bien, esta película es increíble. No obstante me ha mantenido sentado en la butaca y muy interesado, señal de que está bien hecha.

Partiendo de la base de que actúan Alec Guinnes y Bette Davis, la película no puede ser mala y, efectivamente, su sola presencia, en el caso de la Davis muy cortita, sostiene la película, ya que el guión es increíble hoy en día. Me imagino que en 1959 tampoco sería muy creíble.

No obstante, mantengo que la intriga está bien hecha y, además, con mucha economía de medios: un castillo renacentista y un pueblo francés.

Véanla.

Donde el círculo termina se destaca por ser una historia que al verla siempre estas esperando más, ya que la idea es muy buena y los fragmentos de diálogos interiores son muy buenos posiblemente extraídos del libro en el que se basa. Alec Guinness hace una buena actuación, aunque no sé si era el papel que mas se le adaptaba y Bette Davis en una interpretación muy corta que no le permitió destacarse mas. Me parece que hubiera sido mejor realizada si hubiera tenido una mayor duración y una historia mas elaborada. Una gran historia que quizás hubiera sido perfecta para manos mas expertas como las de Hitchcock por ejemplo.

Juan_Diego_GP

A veces, subestimamos el género de suspense. Tras ver "El hombre que sabía demasiado" nos vemos en la tentación de pensar que una buena premisa y un ritmo frenético da una película taquillera a la par que efectiva. Sin embargo, una buena idea es simplemente eso, un punto de partida. Sir Alfred era consciente de ello y por eso evitaba dejar vacías las butacas del cine. Buenas novelas de serie B en sus manos terminaban siendo obras maestras del cine como "Vértigo".

Por ello, imagino como alguno de esos maestros del suspense hubiera llevado "Donde el círculo termina". No se me malinterprete, Robert Hamer no me parece un mal director, en lo absoluto. No obstante, aquí, con todos los ingredientes (un buen arranque, un juego de suplantación...) y un reparto que incluye a luminarias como Alec Guinness o Bette Davis, todo pasa sin excesivos sobresaltos.

Ocurren escenas que podrían permitir generar ansiedad (la partida de ajedrez, por ejemplo), pero no se explota ninguna de ellas. Si no se empatiza con lo que sucede en pantalla, resulta muy complicado dejarse seducir por la trama. Exactamente eso acontece con un film correcto y frío.

Esperas ese momento, un toque de audacia que permita decir "aquí está la peli"... desafortunadamente, me parece que no llega.

Apresuramiento y poco desarrollo de un concepto que resultaba muy atractivo.

A la rémora del éxito de otras obras contemporáneas de sus compatriotas, se construye esta mediocre historia que se desmorona apenas comienza.

En el ajedrez de nada sirve que las piezas sean de jade si eres un mal jugador. Aún así la partida se alarga 92 minutos y R. Hamer dilapida el talento de A. Guinness y de cualquiera que aparezca en el elenco, incluido el fantasma de Bette Davis, reinterpretando su sempiterno personaje de mujer amargada.

Un profesor inglés (A. Guiness) que enseña francés, se va de vacaciones a Francia y un aristócrata francés (A. Guiness también), le lía para que se haga pasar por él. Así queda explicado que el personaje inglés se pueda hacer pasar por francés. Muy ingenioso el autor.

¿Por qué es mala? Hombre, mala... Las piezas son de jade. Pero, ¿por qué no es buena?
Porque, a falta de otros recursos narrativos, una voz en off nos explica durante varios minutos las circunstancias del protagonista.
Porque el personaje de la niña, mocita ya, parece escrito por un seminarista (de 1959). Inverosímil el gesto y el texto.
Porque el personaje del chófer permanece ajeno al engaño pero es que, sin su complicidad, la historia resulta insostenible.
Más "porqués" en el spoiler, para no fastidiarle si se anima a verla.

En fin, las inconsistencias se agolpan unas sobre otras hasta que el tenue componente de la intriga queda arrinconado por el interés en ver la siguiente patochada.

Los personajes, los escenarios, la historia... de jade. El director, sin embargo, es posible que fuera también un impostor.

Un prodigio, ciertamente es un prodigio que una película basada en una novela de la gran Daphne du Maurier, con guion del gran Gore Vidal, con dos de los intérpretes más grandes de la historia del cine -Alec Guinnes y Bette Davis- y con una fotografía admirable, pueda ser tan floja, tan desmazalada, tan chapucera, tan inconsistente y, en definitiva, tan fallida y decepcionante. Pero tampoco debe ocultarles que, si los primeros diez minutos de la película no fueran tan prometedores (para quienes amamos al cine de suspense), quizá mis juicios serían menos enfáticos. Cree uno que va a disfrutar de una gran película de misterio y pronto se va a encontrar con una historia de lo más chapucero. Lo cual cabrea mucho.