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A la búsqueda de Tadzio

5,8
116
Documental Documental que cuenta la ardua búsqueda que Luchino Visconti emprendió por diversos países tratando de dar con el exacto reflejo del Tadzio que Thomas Mann describió en "La muerte en Venecia" como paradigma de belleza pura, de joven esplendor adolescente, y que conmociona a su protagonista, Gustav von Aschenbach. El director italiano hubo de "ponerse en los ojos de Aschenbach, mirar como él", a la hora de elegir al chico que ... [+]
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
3 de diciembre de 2017
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Alla ricerca di Tadzio” (1970) de Luchino Visconti con Luchino Visconti y Björn Andrésen entre otros. Cortometraje documental italiano, producido para la cadena de TV pública, Rai, por la firma Cinema 70, de Alberto Luna. El documental muestra el largo y extenuante proceso de selección entre cientos de muchachos, en las audiciones que realizó el propio director, para encontrar al actor adecuado para el papel del adolescente Tadzio, para la afamada película y OBRA MAESTRA “Morte a Venezia” (1971), adaptación de la novela del mismo título de Thomas Mann, escrita en 1912; como paradigma de belleza pura, del joven esplendor adolescente, y que conmociona a su protagonista, Gustav von Aschenbach. El director italiano, hubo de “ponerse en los ojos de Aschenbach, y mirar como él”, a la hora de elegir al chico que protagonizaría su adaptación; por lo que estas preparaciones lo llevan a varias ciudades europeas, incluyendo Venecia, Múnich, Budapest, Varsovia, Helsinki y Estocolmo. Y tras haber observado a muchos chicos al final, se eligió al joven sueco, Björn Andrésen, que es el que interpretó el papel en la película. Fiel al espíritu de la novela, Visconti quería que Tadzio fuera un joven dotado de una perturbadora belleza; y tras muchísimas horas y viajes, a punto de desistir, Visconti se decide por Björn Andrésen que apenas tenía 15 años de edad. Irónicamente, hoy toda la atmósfera y los sucesos que envolvieron el rodaje de la película, nos parecería más escandaloso que en 1970; porque por aquel entonces, la gente, lejos de tener cualquier sensibilidad protectora hacia el menor de edad, se interesó frívolamente por el documental, y tras ser estrenada la película de Visconti, el adolescente Björn fue aclamado como el chico más guapo del mundo. No obstante, pasados muchos años, y ya adulto, el mismo Björn cuenta que, lejos de favorecerle, su participación en “Morte a Venezia” lo considera como un error en su vida, que jamás debió ocurrir. Más allá de la ficción del filme, centrada en el tema de la decadencia vital y el amor platónico dentro de la homosexualidad, el actor reconoce que también en todo el equipo de producción, no olvidemos que el protagonista, Dirk Bogarde, y el propio director también eran homosexuales; estaba constantemente presente la homosexualidad. Esto, señala Björn, le marcó profundamente, y le convirtió en un icono para la comunidad gay. Estandarte con el que jamás quiso cargar, y del que ya nunca más logró desprenderse. El actor, en algunas entrevistas contó también, cómo a sus 15 años, fue llevado de la mano de Visconti y del equipo de producción a un club gay de Cannes, donde se sintió exhibido y tratado como un trozo de carne… Afirma que, sin duda, perdió la infancia, y jamás hubiera creído que todo cuanto vivió entonces, se convertiría en un pasado que le atormentaría toda su vida, hasta el punto de tener que recurrir a la ayuda de un terapeuta. El propio mito de su belleza física, se convirtió en un obstáculo allá donde iba, y era reconocido y asaltado por una especia de locura colectiva, recuerda. Asimismo, el papel de Tadzio, paradójicamente lastró para siempre su carrera profesional en el cine, costándole mucho esfuerzo conseguir cualquier otro papel. Él ya no era Björn, sino Tadzio, aquel adolescente que seducía a un hombre maduro. Sin duda, el chico que posaba semidesnudo en un frío salón de este documental, frente a la mirada de un maduro Visconti que iba susurrando: “Bello... Bello...” no estaba preparado para todo aquello. Además, afirma que Visconti nunca más lo empleó como actor, o lo ayudó a conseguir trabajos de actuación. Sintiéndose traumatizado por toda la experiencia, Björn pasó a hacer algunas películas menores suecas, se casó, se enfrentó a la trágica muerte de su bebé por Síndrome de Muerte Súbita Infantil, experimentó con drogas y alcohol, ahora está sin trabajo como actor, y tratando de ganarse la vida como pianista... en otras palabras, una vida problemática de promesas incumplidas. Su rostro, no tiene ni un solo rastro de su antigua belleza, ahora se ve demacrado, prematuramente malgastado, profundamente arrugado, completamente irreconocible. Pero a pesar de que él no era Tadzio, Visconti originalmente tenía en mente: ¿Acaso estaba Visconti buscando a Helmut Berger, de 12 años? Björn Andrésen siempre será, para bien o para mal, la única encarnación de Tadzio para todos los cinéfilos. Como cortometraje documental, aquí no hay un rastro del elaborado arte de Visconti, y obviamente no está dirigiendo nada; lo que vemos son imágenes de Visconti que parece grave, cansado y un poco aburrido mientras viaja por Europa. Visualmente el filme está sin pulir, hecho de exactos; y suena como un noticiero de televisión, con un comentario “en off”, lleno de comentarios grandilocuentes sobre la obra de Visconti, y extractos de la descripción física de Mann de Tadzio; y muy en desacuerdo con las imágenes, pues las palabras pomposas no coinciden con las audiciones improvisadas en habitaciones de hoteles pequeños, con chicos cohibidos e inexpertos, la mayoría de ellos descartados por Visconti con un gruñido, algunas de ellas ganando “cumplidos” con “me gusta” “hmm… sí”, “cara bonita”, etc.
SIGO EN LA ZONA DE SPOILER POR FALTA DE ESPACIO
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alvaro Zamora Cubillo
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3 de octubre de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curioso producto. Raro para la época que era. No se solían rodar estos documentales y menos para la TV. Un documental sobre el casting que realizó Visconti por Hungría, Polonia y los países escandinavos, para encontrar al adolescente que encarnase el deseo pecaminoso de un intelectual en una Venecia decadente y con epidemias. "Muerte en Venecia" fue un filme muy reputado en su tiempo pero que, hoy en día, con todo lo que ha llovido, llevaría una clasificación "R" por la sordidez que rezuma. De alguna manera, "Muerte en Venecia" es la versión homosexual de "Lolita", la atracción pederasta que siente un hombre maduro por alguien preadolescente.

No deja de recordarme aquel casting para encontrar a la protagonista de "Lo que el viento se llevó", un ardid de mercadotecnia de magníficos resultados.

Como documental ofrece pocas imágenes de dicho casting, bastante espeluznante, por cierto. Al elegido, Bjorn Andrésen, le hicieron quedarse semidesnudo. Da repelús. Visconti musitando "bello.... bello...". Mercado de carne. Y el resto de niños, tan jóvenes y expuestos. Conociendo de que iba el filme, aún daba más grima.

Entre casting y casting, una voz en off nos cuenta la miserable historia del protagonista, mientras se ilustra con imágenes de un barco rompehielos atravesando el hielo sobre el mar. Otros castings en Venecia, para los figurantes del hotel. Visconti no empatiza con nadie. Máxima distancia con los aspirantes. Y por último, un paseo por el jardín abandonado del hotel.

Y volvemos Bjorn Andresen, un chico que, vistas las imágenes con respecto al resto del casting, deslumbraba con su fotogenia y magnetismo. Tenia algo. Una especie de Chalamet de ahora. No se si era el mejor Tadzio, pero sin duda, era alguien con mucha personalidad. Lo que le sucedió después, y que se narra en un documental de reciente estreno, es otra historia. Muy triste, por cierto.
Quinto Sertorio
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4 de junio de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es curioso como cambian los tiempos, hace 50 años un viejo Visconti, buscaba a su adonis.
Viendo este corto documental se te pasan diversas ideas por la mollera:
1. Buscaba su ideal de belleza masculina.
2. Buscaba una androginia que le pusiera choto.
3. Buscaba un jovencito que le levantará los ánimos y el ariete.
4. Una cara y cuerpo bellos que encajara con su ideal del personaje.
Todo y mucho más buscaba el pajillero de Visconti y lo encontró en Suecia.
Al chico en cuestión le jodieron la vida y no levanto cabeza después de tan insigne papel.
Visconti no fue tan meticuloso con el otro personaje Dirk Bogarde, también homosexual de pro.
Al final se metió un viaje por numerosos países tan diferentes como Hungría, Polonía, Suecia y se decantó por un adonis Sueco que le convenciera plenamente.
La escena del descubrimiento es patética, le hacen quitarse la camiseta y finalmente quedarse en calzoncillos.
Hoy día sería casi impensable en su ridícula busqueda hacer un trayecto semejante.
Baste decir que considero a Visconti uno de los grandes realizadores de la historia del cine mundial.
Zappianin
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7 de julio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
229/08(05/07/22) Interesante documental producido para la cadena de televisión pública Rai, que sirve como afiche a la Obra Maestra viscontiana “Muerte en Venecia”, sobre todo sirve como complemento a los apasionados de este decadente film (entre los que em cuento). El director acreditado es el propio director Luchino Visconti, aunque al parecer él solo pone el nombre como reclamo, pues la producción le fue ajena a su persona, y eso se nota en la puesta ene scena plana y sin cuidado estético alguno. Es un recorrido invernal (son llamativas algunas tomas de las urbes nevadas, e incluso vemos un barco rompehielos surcar un mar helado)) por varias ciudades de Europa (Munich, Budapest, Varsovia, Venecia, Helsinki y Estocolmo) buscando a la idealización de la belleza núbil con 12 años, esa que deslumbró y enamoró platónica, y turbadoramente al enfermizo Gustav von Aschenbach (en el libro un escritor, en la película un compositor de música)de la toponimia novela del Premio Nobel de Literatura germano Thomas Mann. Media hora que tiene el atractivo de ver a Visconti queriendo el mencionado Gustav, escudriñando en los rostros de decenas de jóvenes querubines.

Vemos a un tipo bastante ajado en su vejez, aburrido, sin empatía alguna con los jóvenes que audiciona, que cual comerciante de ganado hace un impersonal casting, donde solo le falta mirar las dentaduras. Siendo muy incómodo cuando a alguno de los chicos les dice (ordena) que se quieten la camiseta para ver sus cuerpos, sabiendo que el escogido debe lucir en bañador, aunque esto con trampa, pues es un bañador de principio de SXX, que le cubre la parte de arriba. Es un recorrido plano, cual informativo televisivo con una voz en off que narra por donde nos movemos, con las audiciones en habitaciones de hotel adustas, con alguna entrevista al director, y que gana cuando reproduce la voz pasajes del libre de Mann (describiendo a Tadzio: 12 años de edad de cuerpo elegante, cabello dorado que enmarca una cabeza noble con ojos azules, nariz recta, presencia majestuosa, una especie de la reencarnación preadolescente de Antinous”), ello adornando algunas tomas en la hermosa Venecia mientras seguimos al equipo capitaneado por Visconti moviéndose observando localizaciones por la ciudad de los canales (El Lido, los puentes, la playa,…). Ello adornado por bellos temas de música clásica del film.

Y en una de esas ciudades europeas de tournée, en una suite de Estocolmo hayan el m irlo blanco, un apolíneo Björn Andrésen, más alto de lo requerido, pero su belleza desborda la pantalla, y sobre todo a Visconti. Y este ordena al chico despojarse de la camiseta, el rostro de este es de inquietud hasta aparentar temor, y lo vemos posando de torso descubierto enamorando a la cámara en una mezcla de miradas entre director y joven de claro juego homoerótico, donde figuradamente babea mientras suelta ‘Bello, bello!!!’.

"Alla Ricerca di Tadzio" termina con un comentario premonitorio irrespetuoso y aterrador. El narrador declara en tono grandilocuente: "Visconti ha encontrado por fin a su Tadzio en Björn Andrésen. Pero, por qué deberíamos seguir llamándolo Björn? A partir de este momento es simplemente Tadzio, y eso es todo: ¡È TADZIO E BASTA!". Y es que la vida de Andrésen quedó marcada y para mal su vida por este papel.

‘En 2005, Björn Andresen cumplió 50 años (oh, tiempo, tiempo...) y concedió algunas entrevistas - ya conoces el sádico juego de la prensa, "a ver qué tan viejo y gastado se ve ahora!!". Por eso se quejó de cómo se sentía maltratado por Visconti, quien lo llevaba a bares y fiestas gay para “publicitarlo”, exponiéndolo al ambiente gay cuando apenas tenía 15 años, convirtiéndolo de la noche a la mañana en un ícono gay, lo que hizo que Andrésen... un adolescente heterosexual, comprensiblemente confundido y rebelde. Además, afirma que Visconti nunca más lo contrató como actor ni lo ayudó a conseguir trabajos de actuación. Sintiéndose traumatizado por toda la experiencia, Björn hizo algunas películas suecas menores, se casó, enfrentó la trágica muerte de su bebé por el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante, experimentó con drogas y alcohol, ahora está sin trabajo como actor y tratando de ganarse la vida como pianista... en otras palabras, una vida turbulenta de promesas incumplidas. Su rostro no tiene un solo rastro de su antigua belleza, ahora se ve demacrado, prematuramente desgastado, profundamente arrugado, completamente irreconocible. Pero a pesar de que él no era el Tadzio Visconti que originalmente tenía en mente (Estaba Visconti buscando a un Helmut Berger de 12 años?), Björn Andresen siempre será, para bien o para mal, la única encarnación. de Tadzio para todos los cinéfilos. Más que eso: desde el estreno de "Muerte en Venecia" en 1971, se ha vuelto imposible leer la novela y no pensar en Andrésen como LA encarnación de la belleza masculina pubescente perfecta que obsesiona al alter ego de Thomas Mann, Gustav von Aschenbach.’

Es un documental que con la perspectiva del tiempo y sabiendo lo que sufrió el ‘Elegido’ resulta turbador, retratando en lo poco que se deja entrever a un Visconti frío. Gloria Ucrania!!!
TOM REGAN
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