King the Land (Serie de TV)

Reconozco que desde hace tiempo las series coreanas son mi placer culpable. Son todas bastante malillas, pero no puedo evitarlo, seguro que me entendéis.

Ésta es, dentro de lo que son los doramas, muy buena. La protagonista tiene una sonrisa preciosa y es achuchable. El protagonista es, como todos los coreanos, perfecto, pero no como nos tienen acostumbrados: es detallista, romántico, respeta las decisiones de ella y la apoya en todo lo que puede. Con un amor del bueno, sin toxicidad. Y con más de un beso en toda la serie, lo que es de agradecer, que normalmente parece que cobren un plus cada vez que juntan los labios.

Las amigas de la protagonista son muy buenas también, sus historias no tienen desperdicio, y el amigo/secretario de él es muy divertido.

En resumen, a mí es un dorama que me ha emocionado y que me ha parecido un cuento de hadas. Muy recomendable.

Pues llamadme rara, pero a mí esta serie me ha parecido un verdadero rollazo. Un tostón de los grandes.

No había forma de engancharse ni de interesarse por nada. Me decían «ahora empieza lo bueno», y nada. El sopor era tan intenso que yo misma deseaba que muriera alguien, por eso de dar vidilla a la trama, pero ni por esas.

Ante un fenómeno así, porque «King The Land» ha tenido un éxito considerable, hay que explicarse por qué, y la única razón que se me ocurre es que el protagonista es guapo y se trata de una historia muy políticamente moderna. A fin de cuentas, esta historia no es romántica por mucho que traten de que lo sea, sino que es la historia de superación y triunfo de la protagonista Sa-rang; es decir, que es una fantasía de mujer contemporánea empoderada… aunque al modo surcoreano.

En esa modernidad, Sa-rang consigue el éxito profesional, el romántico y el social. El hombre más rico y guapo de Corea se enamora de ella, todos sus compañeros y amigos la admiran y la quieren; y además es la mejor trabajadora y empresaria. Ojo a que su mayor mérito, lo que más resaltan de ella como persona, es que es muy competente en el trabajo, yo no le veo otra cualidad, y esto resulta tristísimo para el personaje y la trama. La modernidad parece contraria a la emoción, la tensión y la pasión, y si ya de por sí las series surcoreanas pecan de una frialdad alarmante, podemos imaginarnos cómo queda la cosa cuando además se quiere ser tan correcto y bien pensante. Hay un detalle interesantísimo relacionado con esto que paso a explicar en spoiler.

Él es uno de esos galanes asexuados hasta que la conoce a ella, el típico muy serio y formal que cuenta como amigo con el feo gracioso que solo sirve para que le suba el ego. Luego, de la noche a la mañana, será todo miel y ternura. Pues, mira, no. Este personaje es un mero estereotipo hueco. Won no te gusta ni te deja de gustar. Su exhibición de dinero y riqueza es incluso de mal gusto. No tiene entidad ninguna, es un aburrido de narices.

El conflicto personal de Won, que parece que va a desembocar en algo, se queda en nada, se resuelve en los dos últimos capítulos sin que le importe a nadie. Sus relaciones familiares están llevadas a marchas forzadas; fijémonos en su sobrino: habla con él porque toca en el guion, pero ni antes ni después se preocupa por su existencia. Es que todo está mal, en serio.

Poco más puedo decir. Decepcionante.

Serie donde actúa Lee Jun Ho se convierte en oro. Su elegante y lindo carisma llena la pantalla y convierte a Cenicienta en princesa. Porque no deja de ser una historia de cuento, una comedia ligera para hacernos reír y soñar. Y lo logra aunque no pase a la historia.
Por supuesto estamos otra vez en el delirio coreano: el "chebol" perfecto...
Pero hay que conocer un poco la estructura social de Corea para comprender esta fijación: la trama pone en tela de juicio algunos grandes problemas sociales del país. Y eso sí que es real.
Lo peor de la serie son los descarados emplazamientos de productos y el copieteo de otras series (el más relevante es la misma búsqueda del muñeco entre sábanas sucias que protagonizó Pak Bo Gom en "Encuentro".)
Pero el dorama intenta también aportar detalles nuevos, bonitos y efectivos para nuestro deleite.

PS: Castigar con mala nota una serie, la que sea, porque Netflix no tiene conciencia con la traducción no es justo ni correcto.
Además, recordad que cualquier traducción es traición. Los dramas coreanos doblados pierden 50% de su fuerza. Un idioma vehicula toda una cultura.

Esta serie transcurre en un hotel de ensueño donde se aspira a hacer feliz a todo aquel que se se aloja en él .
Kim Sarah, desde muy joven anhela formar parte de ese proyecto.
El hotel king es un lugar donde todos lucen la sonrisa Hermes,independientemente de lo que sientan o padezcan, en beneficio del bienestar común.
Tratándose Hermes de un dios que gobierna las fronteras y a los viajeros que las cruzan, así como ser poseedor del don del ingenio y del comercio en general, de la astucia, mentor de los ladrones y los mentirosos, y el que guía las almas en el inframundo, esa sonrisa podría quedar en entredicho.
Pero kim Sarah no finge parna nada y se roba el corazón de todos, incluso de los televidentes.
Esta serie está repleta de estereotipos, los cuales usa de una manera tan delicada y entretenida que es imposible que no guste.
Otro de los datos a tener en cuenta es la genialidad del protagonista masculino, Lee Jun-Ho, el cual irradia una química con su compañera difícil de superar.
Respecto a los secundarios, sus propias historias y dramas solo enriquecen la trama de la manera adecuada.

Goo Won (Lee Jun Ho) es el heredero del grupo King. En un hotel del conglomerado, conoce a Cheon Sa Rang (Im Yoona) una cálida empleada, a la que al principio no soporta, pero de la que se irá enamorando.

Lo que no: Nunca entendí el éxito de esta serie. Primero, la historia es tremendamente básica, donde la adorable chica humilde, conoce al pobre niño rico, y lo ayuda a superar sus traumas, en este caso relacionados con la desaparición de su madre. Segundo, la cantidad de propagandas pseudoencubiertas es casi una falta de respeto. Jun Ho le entró al Sauvage de Dior sin asco, lo deben haber olido a kilómetros.

Lo que sí: Si vamos a lo básico, los protagonistas cumplen. Son bonitos, carismáticos y actúan dignamente. Las escenas estereotípicas también, él al principio la detesta, después le gusta y por último la acosa en modo adorable para un K- drama (en la vida real termina con una orden de restricción). El primer beso es bastante hot, los exteriores son agradables y la abuela es simpática. En fin, para pasar el rato tampoco está tan mal.

La escena: El paseo en bicicleta es cute.

OST: Es de lo mejor del k-drama. “Confess to you” de Lim Kim se me pegó muchísimo en ese momento. “Get to you” y “Keep me busy” tb muy bonitas.

Recomendado para: Si estás en plan: “no quiero pensar” esta es tu serie

Crítica por @critikdramas