Serie donde actúa Lee Jun Ho se convierte en oro. Su elegante y lindo carisma llena la pantalla y convierte a Cenicienta en princesa. Porque no deja de ser una historia de cuento, una comedia ligera para hacernos reír y soñar. Y lo logra aunque no pase a la historia.
Por supuesto estamos otra vez en el delirio coreano: el "chebol" perfecto...
Pero hay que conocer un poco la estructura social de Corea para comprender esta fijación: la trama pone en tela de juicio algunos grandes problemas sociales del país. Y eso sí que es real.
Lo peor de la serie son los descarados emplazamientos de productos y el copieteo de otras series (el más relevante es la misma búsqueda del muñeco entre sábanas sucias que protagonizó Pak Bo Gom en "Encuentro".)
Pero el dorama intenta también aportar detalles nuevos, bonitos y efectivos para nuestro deleite.

PS: Castigar con mala nota una serie, la que sea, porque Netflix no tiene conciencia con la traducción no es justo ni correcto.
Además, recordad que cualquier traducción es traición. Los dramas coreanos doblados pierden 50% de su fuerza. Un idioma vehicula toda una cultura.