Un clásico coreano: una historia de amor inconclusa que da mil y una vuelta aunque se pregunta el espectador dónde está el problema.
Una frase del drama fundamental es"si hubiese sido abierto y honesto". Es fundamental. Cosa que rara vez ocurre en los Doramas, sobre todo si andan por la línea melodramática como éste.
Un hombre atrapado entre una mujer araña, que lo atrapa en su tela con todo tipo de artimaña, y una mujer escorpión que destruye todo lo que toca porque es su naturaleza.
Realista? Por qué a lo negativo se le llama realismo? Si hay un realismo interesante en este drama es la poca presencia de filtros para configurar personajes "promedios"como quiere ser el protagonista. (iAunque Yoo Yon Sok nunca será del montón!)
El drama tiene interés, aunque la frustración es su base. Pero no aporta más que muchos otros del estilo.

Dice el refrán: "Detrás de un gran hombre hay una gran mujer" Aquí tenemos las dos caras opuestas de lo que esto puede significar.
Las intrigas palaciegas habituales en los kdramas históricas abren sus puertas al gineceo y a lo que significa ser a la vez mujer, madre y reina.
La actuación de Kim Hye Su es magnífica pero no es la única. Esta producción lujosa en detalles trasciende las épocas conectando sutilmente el ayer y el hoy.

iMagnífico! Las primeras imagenes ya traen la quieta y dramática nostalgia de las producciones históricos, que ayudan a comprender a la sociedad coreana actual.
Aunque la trama gira en torno a los habituales conflictos palaciegos y sus luchas de poder, aquí, todo es complejo, matizado, en devenir.
Y si el romance recuerda a "El afecto del rey", viene cargado de sentimientos paradójicos, expresados con la intensidad y la delicadeza que esperamos de los Kdramas.
Las actuaciones son de premio, por supuesto la de Jo Jong Sol, el protagonista, pero también todos los que le rodean y consiguen llevarnos in situ, en pleno corazón de la historia.
Gracias por un drama lleno de emoción, interés, belleza...y lecciones de Paduk.

Este kdrama podía haber sido más largo porque aún quedaba mucho que decir, enseñar y experimentar sobre el tema de salud mental.
Sus 12 capítulos mezclan sabiamente (es tónica general de los kdramas) didáctica, emoción, drama y humor.

Es un reflejo auténtico de la cruda realidad de una sociedad muy jerarquizada y muy poco solidaria. La rentabilidad y la sumisión dominan hasta aniquilar la autoestima del individuo, sometido a exigencias acosos y abusos desde su niñez. Bajar la cabeza no es solo un mero saludo cortés!
Como muchos de ellos, el drama es también una llamada de atención a todos los estamentos de la nación.
Pero lo hace de forma amena, dinámica, simpática y emotiva.
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Una Scarlett O'Hara? Si, tanto en el juego del amor como en la fuerza frente al destino; pero también es verdad que estos tiras y aflojas son la esencia de casi todos los kdramas románticos.
Y hay aquí más: una gran lección de madurez por parte de ella. Un protagonista que mantiene su compostura y su intriga hasta el final.
Al habitual trío se une el complejo, y finamente tratado, amor del "hermano".
La parte histórica no es sólo un telón de fondo, las interacciones con el enemigo y el destino del país en manos de un Rey fóbico tienen su propio desarrollo matizado.

Sin embargo, la segunda parte rebaja la perfección de la primera cayendo en el populismo de las atrocidades y alargando las dudas de ella en demasía.
También nos deja con algunos puntos de interrogación (quién es ese nuevo rey que habla de "hyongnim"?).
Pero el último capítulo es todo un drama en si mismo aún con influencias ajenas.

Actores, dirección, fotografías, todos se merecen un aplauso. Es ya una producción de gran espectáculo.

Entonces por qué me ha faltado ese arrebato de emoción de otros grandes dramas?


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