Terror en el abismo

La película es sencillamente abominable. Dicho lo cual, doy paso a la reflexión que anuncio en el título:

Estamos acostumbrados a ver por la tele las fashion-life de las celebrities de Hollywood (esta frase es un homenaje al simpático psicópata que descuartizó al primer periodista que usó el término "celebrity" en un artículo en español).

Coches de lujo, casas de lujo, esposas de lujo... todo lujurioso lujo en su conjunto, vaya. Pero, ¿cómo han llegado esas estrellas al firmamento del celuloide? Pues comiendo mucha mierda en sus comienzos, como todos. Aceptando malos papeles y haciendo sacrificios para encauzar sus carreras. Trabajo duro y al final del túnel, el éxito. Oooh sí, el maravilloso sueño americano ataca de nuevo. Y no obstante esas estrellas son la punta del iceberg, un pequeño elenco de elegidos que llegaron a lo alto. Porque... ¿qué pasa con todos esos actores que a pesar de esforzarse y tragar mierda como las estrellas en sus orígenes, NO han cosechado el éxito? ¿Qué ocurre con todas las hordas de actorzuelos de 5ta fila que forman la giganteeeesca parte sumergida del iceberg de Hollywood?

Pongamos un ejemplo:
Eres un actor de 36 años que ve cómo cada vez se le está pasando más el arroz. Un día, uno de esos días en que te levantas hundido y reflexionando sobre tu lamentable carrera, te llama tu agente. Te dice que ha encontrado por fin tu gran oportunidad, un papel a tu medida que te sacará del anonimato. Esperanzado y casi temblando de emoción le pides detalles. Te dice que se trata de la película del año:

Shark Attack 3, una espectacular producción (para dvd) que narra la desgarradora experiencia de un grupo de personajes tridimensionales y nada estereotipados, que lucharán por sobrevivir en alta mar a las embestidas de una bestia prehistórica de los fondos oceánicos mientras resuelven encrucijadas metafísicas, conocen el verdadero amor, y mantienen profundos y emotivos debates sobre la condición humana y su rol en el universo.

Y tú, pobre actorzuelo de 5ta fila, le crees. Sigue esperando tu oportunidad. ¡Es imposible que lo del sueño americano sea mentira! Por cierto, mi hamburguesa poco hecha, por favor.

Pues sí, aquí un valiente que la ha visto.
Si el tito Spilberg la vé, se hace un Bonzo. Le han clavado hasta la escena de la pierna buscando el fondo.
Qué lástima que venga de un libro que está muy bien llamado "Meg", y que con el presupuesto de "los Serrano" hayan hecho esta aberración.
La cinta está rodada en el pantano de San Juan, el primer megalodón muge como un brontosaurio, el doblaje está orquestado por Pepín Blanco y los actores lo bordan como si fuera todo el clan Bardem en su mejor interpretación.
Muy recomendable si estais deprimidos.Esto le sube el ánimo a cualquiera.
Avisados quedais. Alea Iacta Est.

Perdón por el título tan burdo, pero esta película (si es que se le puede llamar película) no merece algo mejor.

En la ficha dice, entre otras cosas, que es serie B, pero yo creo que no, creo que es serie Z, sólo porque no hay otra letra más abajo en el alfabeto.

Lo estuve pensando y es difícil determinar qué es lo peor de esta película. Si serán las actuaciones que dan ganas de vomitar, los efectos especiales que dan ganas de cortarse las venas con una lata oxidada, el argumento absolutamente estúpido, que da ganas de golpearse la cabeza contra la pared, las escenas totalmente al azar y sin sentido que dan ganas de comerse un kilo de clavos oxidados... Creo que la respuesta es: ¡todo! Todo es lo peor. Todo está tan mal hecho que es imposible destacar un aspecto de la película por encima de los demás.

Es tan mala que es imposible no reír, sobre todo en las escenas de "terror". Es una comedia por accidente, podríamos decir. Aquellos que quieran ver una película de monstruos más o menos decente, salgan corriendo, huyan ante esta atrocidad. En cambio, los que quieran descansar la mente mirando una película basura de la peor clase, seguro lo pasarán en grande.

No hace falta escudriñar en la simbología del guión, ni en la redundancia de las interpretaciones, ni siquiera en el presupuesto para los efectos especiales. No. El guión forma parte de una pegatina de cómic que lanzó un niño de 12 años a la basura y en la que rebuscó nuestro queridísimo David Worth. Las interpretaciones son vagas puestas de escena en la que los actores, seguramente porno, han despilfarrado la cantidad de dinero mínima para promover los gastos en material de esta película, y por tanto poder protagonizarla. Los efectos especiales ... desechos de la película El Espantatiburones, con alguna imagen congelada del National Geographic.

Aunque bastaría decir, con tal de que no veáis esta película, que el Megaladon, un tiburón, ruge. Y no me refiero a ese gruñido parecido al gemido que producían los Gremlins cuando eran mojados por agua. No. Me refiero al puto rugido del Tiranosaurus Rex de Jurassic Park. Solo hacía falta que apareciera Nicolás Cage en la vuelta de la esquina del muelle, pero por primera vez esta película le iría pequeña.

Horrible "película" que lo único que logra es que tengas ganas de quitar la vista del televisor, pésimas actuaciones, patético guión y los efectos especiales son de cuarta división.
Ni a la gente que se pueda tragar cualquier cosa le recomiendo semejante despropósito.