El lobo de Wall Street

Nunca ví nada parecido de la mano de Scorsese que nos sorprende con una película con un ritmo infernal, con los descansos justos para que puedas rehacerte en la butaca y retomar la acción. Si bien utiliza un método clásico ya en muchas de sus películas que consiste en narrar la historia en primera persona con la voz en off después nos sorprende con un argumento en ocasiones alocado, rayando la comedia exagerada de Resacón en Las Vegas o American Pie" pero con la sublime interpretación de DiCaprio y compañía. La película es un fiel reflejo de finales de los 80, de lo que sucede en esos ambientes donde lo más importante es la competencia por el dinero y como gastarlo en sexo, drogas, alcohol y las cosas más excéntricas que nos podamos imaginar. Mención aparte merece Leonardo DiCaprio porque creo que esta película es básicamente una exhibición para que este actor gane merecidamente el oscar. DiCaprio muestra un abanico de recursos y matices en un mismo personaje difícilmente superable.

Scorcese plantea desde el minuto cero de qué va la película en boca del personaje de Leonardo DiCaprio: dinero, sexo, drogas, más dinero, más sexo –a veces hasta demasiado- y muchísima más droga. Es como si se hubiera liberado de cualquier academicismo y se lance al más absoluto desenfreno aunque cuidando, con su reconocido estilo, la estructura narrativa, las tomas y la dirección de más de doscientos energúmenos en simultáneo, cada cual dedicado a interpretar sus propios excesos.

DiCaprio es otro que deja sus atormentados papeles de Shutter Island o Inception y sonrié mucho más que en Django Unchained. No hay una sola escena en la que no aparezca y es el principal responsable de que la atención no decaiga en las tres horas de metraje. Su actuación como Jordan Belfort –un agente de bolsa adicto a todo: trabajo, mujeres, lujo y sustancias varias- es creíble, divertida y magnética. A pesar de algunos momentos dramáticos, la cinta se desarrolla como una comedia, en la que DiCaprio nos regala los cinco minutos consecutivos más hilarantes del cine de los últimos tiempos.

De entre el séquito de inútiles, convertidos en millonarios por el talento de Belfort, destaca Jonah Hill como el lugarteniente de DiCaprio, aunque sus nominaciones a mejor actor de reparto me parecen desmesuradas. El secundario que sí resalta sobre el resto es Matthew McConaughey quien sólo en un par de minutos enseña los entresijos del negocio al novato Belfort con una actuación memorable.

Cálida fotografía, opulento diseño de producción y una banda sonora que pasa por Billy Joel, Lemonheads y hasta Umberto Tozzi. El guión de Terence Winter, basado en la autobiografía de Jordan Belfort, mantiene el ritmo frenético de la película y lo intercala con otras escenas en donde los diálogos, como el de Belfort con el agente del FBI en el yate, están bastante logrados. Es imposible no relacionar este filme con “Casino”: la voz en off del protagonista revisa su pasado y cuenta la historia de su ascenso en un negocio donde lo ilegal se mezcla indivisiblemente con lo legal. Me quedo con el Scorsese de 1995 aunque esté mucho más gracioso en el 2014.

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Esta película es un desequilibrado ejercicio de excesos, sin control y más graciosa de lo que nos tiene acostumbrados su director. Scorsese consigue el tono pero no el clímax en una película frenética y deslumbrante pero sin verdadera excelencia. DiCaprio monopoliza las interpretaciones con un sensacional trabajo, se convierte en “el lobo” solitario de una camada intermitente (representada por un irregular Jonah Hill), magistral pero breve aportación de McConaughey. Hay escenas de esta película que consiguen traspasar el alma mientras otras te desencajaran la mandíbula, aun así, te parecerá demasiado larga. Tres horas de sexo, amor y dinero, que no tratan de enjuiciar, ni moralizar sino sólo plasmar una historia real de círculos viciosos. No es lo mejor de Scorsese pero sí de lo mejor de este año 2013.

Podría ser la polémica del mes y nadie dudaría de ello, ya que Martin ha conseguido que todo el mundo sepa quien es su lobo, alejándose de su patrón cinematográfico y plasmando un sello, marca de la casa que hasta ahora no tenia.
Para empezar con la misma, esta reseña se podría dividir en dos partes, una positiva y otra negativa.
Por el lado positivo, decir que la trama es un producto muy arriesgado y el efecto que puede causar en su público puede ser muy controvertido, por ello a mi la trama se me ha antojado un reto, su estructura alocada y su guión perverso que nada tiene que ver con el Martin de la Invención de Hugo. Por otro lado está Leornardo que realiza un trabajo muy acorde con él y que logra meterse en el personaje y hace que lo amemos y odiemos a partes iguales. Tiene un desarrollo de acontecimientos muy rápido que hace que tenga constantemente el grado de Humor/tensión adecuado. La banda sonora acompaña bastante bien a la trama , y aunque no es muy técnica, el sonido y su pequeña parte técnica està muy lograda.
Por el lado negativo, que también tiene, Lo que menos me ha gustado es que no resulta una trama muy sorprendente que aunque tiene cambios y giros de guión nunca llega a ser una sorpresa y en ese sentido es un poco lineal y predecible. El personaje de Leo aunque me ha parecido muy bueno, en ciertos momentos resulta un poco sobre actuado y al gesticular tanto se hace en ciertas secuencias poco creíble, como poco creíble pueden ser algunos de sus secundarios que aun realizando un papel "bueno" no terminan de encajar muy bien en la historia también se podría incluir a Matthew Mcconaughey que esta mal caracterizado y tiene cierta apariencia a Rafael . La trama es demasiado escándalosa, lo poco aburre y en este caso lo mucho cansa un poco y puede resultar un tanto pesada y larga.
Como conclusión, se puede decir que se trata de una cinta, muy completa, y recomendable, para un público sin expectativas muy altas y sin prejuicios, ya que sino la película no logrará impactarle lo suficiente como para valorar las cosas sobresalientes que tiene.

Ante todo es una película con todo el estilo habitual de Martin Scorsese. Es decir, tenemos voces en off, actores que se dirigen al público, un montaje frenético, buena música que casi nunca para, una larga duración, violencia (más verbal que física en este caso), sexo, drogas y ambición.
Es como sus títulos de mafia pero trasladado al mundo de los brokers.
En la recreación de las drogas y orgías, se pasa un poquito de la raya. Estos agentes de bolsa se meten y se tiran a todo lo que se pone por delante. Eso hace que siempre estén colgados y que la historia tenga un fuerte componente de humor negro y escenas realmente absurdas y surrealistas. Tampoco se corta un pelo con el sexo.
Sin embargo, sorprendentemente la extraña combinación tiene un buen resultado.
"El lobo de Wall Street" es inesperadamente divertida y graciosa en ese sentido. Me he reído bastante con los muchos momentos frikis que tiene.
Pero en su larguísimo (realmente un poco excesivo) metraje hay tiempo para mucho más. Tenemos los problemas domésticos, la persecución del FBI, los planes para blanquear dinero y las reuniones laborales para conseguir robar cada vez más dinero a los clientes.
Pasan muchas cosas y hay situaciones para dar y regalar.
A todo este cóctel tenemos que añadir lo mejor de la película, que es la magistral interpretación de DiCaprio. Este puede que no sea su título más interesante de su filmografía, pero probablemente es una de las mejores actuaciones que ha hecho hasta ahora, digna de ser premiada sin duda. Cada vez que se enfada, que se pelea, que se coloca o da una arenga, desarrolla una capacidad interpretativa absolutamente magistral en todos los sentidos.
Y los secundarios no se quedan atrás. Especialmente increíble está Jonah Hill, un actor pésimo que aqui se sale del parchís. Scorsese ha debido dar con algo en el protagonista de "Supersalidos" para haber sacado un trabajo tan bueno de él.
La aparición de McConaughey también es memorable.
En su contra, que no todo el público conectará con sus momentos de humor surrealista (siempre justificado por las drogas que consumen los personajes) y que es demasiado larga. Todo lo demás está bien.
Moraleja: Las drogas son muy malas y el dinero puede conseguir muchas cosas.