American History X

Sin duda alguna, esta es una de las mejores películas de Edward Norton (por algo le dieron el merecido oscar) Ya que la peli divierte en todo momento, y no sólo por sus diálogos que son de miedo, sino porque el film tiene muy buenos actores (en especial Edward Norton por lo del oscar) banda sonora sublime, guión estupendo, que hacen de este film un auténtico peliculón de lujo.
Las escenas de la película son increibles, tanto es así que he escrito una en el spoiler.

Que historia tan buena y tan bien contada, que me dejó sorprendido la trama junto con las actuaciones y todo en general. No sé qué decir, me parece una excelentísima película para mostrar lo absurdo de ciertas conductas he ideas y de lo manipulables que llegan a ser los jóvenes idiotas y débiles de mente.

Los dos Edward estuvieron excelentes, sobre todo Norton que me sorprendió gratamente su trabajo, nunca antes había visto una actuación de él tan buena y de tanta calidad. No voy a explayarme más, ya todo lo que se podría escribí sobre esta excelente película ya se ha escrito.

Creo que es una película que los padres deberían ver junto a sus hijos adolescentes.

Una película que te hace pensar cosas importantes. No es necesario el odio, no es necesaria la secesión, no procede la antipatía. Seamos auténticos hermanos, como especie, como sociedad y como almas, y vivamos sin tantos caprichos y fantasías, frutos de la excesiva comodidad de los tiempos que corren.

Interesante pelicula sobre el racismo. Plantea que los problemas criminales son producto mas de carácter político y educativo que por la emigración; con su premisa ¿Algo de lo que has hecho ha mejorado tu vida? Derek y su hermano Daniel, vivirán muchas desventuras, para luego reflexionar sobre sus actos,sobre el odio y como este destruye familias, ademas de ser un circulo que no termina.

El montaje es genial, ya que con su cortes rápidos y flashbacks, hace que no te aburras, la fotografía no es tan buen y el clímax del final es disparatado.

Y quizás eso sea extraíble a las relaciones entre las personas, que solemos/elegimos juntarnos y comulgar a causa de un punto de vista similar, siendo ese el único cimiento que sustenta una amistad o relación, y que al desaparecer este nos deja huérfanos y nos convierte en el blanco de las ofensas y agresiones por parte de esos que hasta entonces nos querían, o mejor dicho, querían el hecho de que compartiéranos sus argumentos, lo cual a su vez hacía que formáramos parte de su grupo.

Es algo que está muy bien tenerlo presente, ser consciente de ello, nunca bajar la guardia, lo que ocurre (como la película dice o da a entender) es que las pasiones que podamos experimentar en un momento puntual de la vida nos radicalizan y nos impiden relativizar, analizar las circunstancias que condicionan nuestras existencias de una forma fría y reflexiva, haciéndonos más propensos a montar en el carro del populismo, de la demagogia, que tergiversa la realidad, ofreciendo una interpretación incompleta de esta, parcial y adulterada, siempre con un fin último más perverso que es el de la manipulación del sujeto y su sumisión a los intereses de un ente retorcido (aquí caracterizado por el sibilino Stacey Keach) que es el que dirige toda la parafernalia, que maneja cual titiritero los pensamientos de los acólitos. (El fin último siempre suele ser el de influir y así obtener poder y pasta.) La sensación que me queda al revisar esta película es que suscribir y apoyar una doctrina, al menos de forma pública, implica necesariamente bajarse los pantalones, no hay otra forma, siempre hay que ceder y arrodillarse, rendir pleitesía a algo, a alguien.

La película tiene momentos poderosos (el inicio, con ese polvo salvaje entre Norton y Balk, como baja y se lía a tiros o ese partido en la cancha, me hizo especial gracia cuando Balk le grita a su novio, "¡no dejes que unos negros te jodan!") y me recuerda que uno siempre puede cambiar de opinión, en cualquier momento, por lo que nunca es posible asegurar algo, que de hacerlo nos estamos autoengañando por la necesidad de dar un rumbo a nuestra existencia con la fe en una causa, o bien por conveniencia social, con tal de ser aceptados.

Derek vio que nada tiene sentido (en la cárcel los nazis y los latinos hacen negocios, ¿donde queda por tanto todo ese rollo de la supremacía blanca?) y entonces empezó a transigir con la posibilidad de olvidarse del racismo (en realidad no sirve para nada, eso le hacen ver), pero no sabía jugar, fingir, diferenciar entre lo que podía ser presenciado en público y lo que no, pensaba que no lo iban a juzgar, él era directo y honesto con su forma de ver la vida, en lo que creía, y como tal lo manifestaba y aquel simpático caballero de color le terminó cayendo bien. Moraleja: tú puedes ser consciente de que toda postura tiene parte o bastante de farsa, pero si elegiste un rol y no posees el poder suficiente, tienes que representarlo hasta las últimas consecuencias, de lo contrario te van a odiar, los rebeldes que no pasan por el aro de lo que se presupone que tienes que hacer, lo que se espera de ti, caen mal: obligan a los demás a hacer lo mismo o a destruir el diferente en pos del equilibrio del ecosistema.

Respecto al tema de la inmigración, pienso que la película no atina en el blanco, el problema es cultural, y algunos foráneos que vivieron en un entorno de crimen y violencia, tratan de regirse por estos mismos códigos en los países a los que emigran, en los cuáles existe un relativo sistema de bienestar social, pero claro, la alternativa (en muchos casos) es la de ser explotado y cerrar las fronteras es una insensatez, además alguien tiene que hacer los trabajos que casi nadie quiere.