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El coloso en llamas

Acción. Drama Las autoridades y los personajes más importantes de San Francisco se encuentran en la fiesta de inauguración de un nuevo rascacielos de 138 plantas. Mientras los invitados disfrutan de la fiesta, que se celebra en el último piso del edificio, un suceso fortuito desencadena la tragedia: un cortocircuito en un cuarto trastero del piso 81 provoca un incendio que comienza a expandirse a gran velocidad. (FILMAFFINITY)
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Críticas 86
Críticas ordenadas por utilidad
23 de febrero de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ejemplo de cine de catástrofes que proliferaron por aquella época. Su larga duración se amortigua con una serie de conocidos actores que contribuyen a hacer más interesante el desarrollo de los acontecimientos, llevando cada uno una historia a su cargo para dar variedad al tema.
Ahí tenemos al ladrón sin destino, a Napoleón Solo, al Pájaro Espino, por supuesto a Harper, investigador privado... Desde luego, no los estoy diciendo por orden de importancia… También tenemos a Bullit, de bombero…
Esta película me recuerda al incendio del edificio Windsor, en Madrid. Fue un incendio aún hoy no aclarado. En su día, ese incendio causó sensación en el mundo porque hasta ese momento fue el único caso de un rascacielos ardiendo en el que las llamas iban bajando piso por piso, como si alguien, un pirómano, fuera prendiendo fuego desde la azotea para luego salir por el portal.
Aquí, en el coloso en llamas, el fuego siempre va hacia arriba... En eso es más normal.
Pero igual, hubiera sido mejor que también fuera para abajo...
La película fue un boom en su día.
floïd blue
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24 de diciembre de 2012
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
1974. Se estrena la ambiciosa El Coloso en Llamas, una superproducción de catástrofes realizada por John Guillermin (King Kong 2) con un presupuesto estratosférico para la época, y una retahíla de estrellas del momento en el reparto, alguna dando sus últimos coletazos en el cine. El impagable grupo de actores incluye a Paul Newman, Steve McQueen, William Holden, Fred Astaire, Faye Dunaway, Jennifer Jones, Richard Chamberlain, Robert Vaughn, Susan Flannery, Robert Wagner y O.J. Simpson. Los resultados, excelentes en taquilla y más que aceptables en premios obtenidos: 3 Oscars en aspectos técnicos y 2 Globos de Oro, uno para Fred Astaire a mejor actor secundario, y otro para Susan Flannery a mejor nueva intérprete .

El edificio más alto del mundo se inaugura en Manhattan con una fiesta por todo lo alto en la azotea del mismo. Allí asisten más de 300 invitados sin saber que la instalación eléctrica del edificio es de la marca Acme que utilizaba el Coyote para cazar al Correcaminos. ¿Resultado? Un cortocircuito en los fusibles da lugar a un incendio de mil pares de demonios que acabará con la mayoría de los asistentes a no ser que el arquitecto del edificio (Newman) y el cuerpo de bomberos (encabezados por McQueen), den con el modo de extinguirlo.

Es una paradoja que una película tan ambiciosa tenga un mensaje que critique la ambición del ser humano, y en este caso la constructora de la torre de cristal donde sucede la acción, que por ahorrarse un par de millones de dólares prefirió una instalación eléctrica de juguete, antes que suplantar dos o tres plantas del mastodóntico edificio. Por suerte, la ambición de El Coloso en Llamas no hace que la película se hunda, aunque bien le habría sentado recortar alguno de los 160 minutos que dura.

Con todo ello, El Coloso en Llamas es una película de combinaciones, las siguientes:

- La unión de dos estudios, Warner Bros y 20th Century Fox, para realizarla. Hoy en día es normal que estudios se unan para llevar a buen puerto una producción. En los 70 tal práctica no era habitual, prueba de la magnitud de la película, y también del miedo a tener perdidas por parte de ambos estudios.

- El guión de El Coloso en Llamas es la suma de dos novelas: The Tower (de Richard Martin Stern) y The Glass Inferno (de Thomas N. Scortia y Frank M. Robinson).

- Uno de los motivos por los que El Coloso en Llamas es un hito, es la oportunidad de ver a dos de las mayores estrellas de la historia del cine compartiendo pantalla, Steve McQueen y Paul Newman. La lucha de egos hizo que en los créditos el nombre de uno apareciera en la izquierda, y el del otro a la derecha pero un poco por encima, el modo de decir que ambos son el protagonista principal.

- Dos directores. John Guillermin sale como único director en los créditos, pero las escenas de catástrofes estuvieron realizadas por un experto en esa clase de cine, Irwin Allen (La Aventura del Poseidón). Esa comunión hace de El Coloso en Llamas una producción donde importan tanto las relaciones entre los personajes (merito de Guillermin), como la espectacularidad del destrozo y la supervivencia de los protagonistas (labor de Allen).

Si además tenemos en cuenta el excelente reparto (Astaire, Holden, Dunaway), la música de John Williams, y las nada envejecidas maquetas, dan como resultado la combinación ganadora que es El Coloso en Llamas.
David MS
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2 de agosto de 2009
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya no se hacen pelis como éstas, lamentablemente. Una mezcla perfecta de suspense y cine catástrofe pero del bueno, no como el actual, predecible de tanta repetición; y además con una buena trama, muy creíble, y una fábula moral que sin ir mucho más allá nos hace pensar en buenos términos y en plan pragmático si esos monumentos "a la ambición humana" servirán para algo más que para ser fuente potencial de catástrofes...
Una peli donde las figuras colosales de Paul Newman y Steve McQueen, a tantos años de su impresionante estreno, sigue haciendo que una se saque el sombrero y diga... ¡chapó!
Malasangre
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17 de abril de 2006
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un nuevo y gigantesco rascacielos de 138 plantas va a ser inaugurado en la ciudad de San Francisco. Mientras la fiesta (a la que acude un variado grupo de invitados entre quienes no faltan las autoridades locales y las principales personalidades del lugar) se desarrolla con aparente normalidad, un cortocircuito en un cuarto trastero del piso 81 genera un incendio que se propaga rápidamente...

Esta es la base argumental de una de las obras cumbres del apodado cine catastrofista que se venia realizando durante la década de los 70 con películas como: “Terremoto”, “Aeropuerto”, “Inundación”, Huracán… Como era de esperar los directores sin ideas de los 80 y 90 tomaron a estos filmes como inspiración a la hora de realizar pobres producciones de segunda fila, que mermaron progresivamente la calidad de un género, que de por si no tiene que ser pobre ni achacoso. El coloso en llamas basa su principal atractivo cara al público en un solidísimo guión de Stirling Silliphant. El tinte dramático de este guión resulta obvio a lo largo de toda la trama, desarrollando finas historias paralelas que aprovechan el aislamiento de ciertas plantas durante el incendio como un espacio de aislamiento orientado al conflicto dramático. Esta sensación de claustrofobia por no poder bajar ni subir crea una agobiante atmósfera que envuelve al espectador desde los primeros compases de la cinta. El fuego maneja también un aspecto del film muy importante, tanto por el interés catastrófico como por la analogía clara a las ambiciones humanas de ambición y poder, edificios cada vez más y más altos…

John Guillermin ejerce una estupenda dirección, en la cual los efectos especiales priman sobre cualquier otro factor técnico. Los movimientos de cámara bastante efectivos se orientan a favor de la creación de personajes en deprimento de lo estético, que se ve recompensado con unos soberbios planos exteriores del edificio ardiendo. La música del aclamado John Williams, se muestra portentosa gracias a épicas composiciones orquestales, destaca el acompañamiento sobre la secuencia inicial del helicóptero, una auténtica maravilla. El reparto gira entorno al duelo interpretativo que mantienen Steve McQueen y Paul Newman.

Tres Oscar® alaban a esta loable superproducción del cine americano de mediados de los 70.
Demetrio Rudin
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19 de junio de 2006
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de desastres tuvo una buena época por los 70's, en esas épocas los efectos eran admirables y los actores podían expresar el terror de la situación con notable credibilidad.
Una de las mejores películas de éste subgénero del cine de acción es "The Towering Inferno" que muestra con acierto la desesperación de las personas al quedar atrapadas en un edificio.
Sin duda es todo un clásico de obligada visión
The Mags
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