La vida secreta de Walter Mitty

"La vida secreta de Walter Mitty" es una película dirigida por Ben Stiller y basada en el relato corto del mismo nombre de James Thurber. Aunque la película ha recibido críticas mixtas, hay aspectos destacados que vale la pena mencionar.

En términos de dirección, Ben Stiller logra crear una obra visualmente impresionante. Las escenas están bellamente filmadas, con una paleta de colores vibrante y una cinematografía que refleja la imaginación y los sueños de Walter Mitty. La película utiliza efectos visuales de manera efectiva para representar las fantasías y las aventuras de Mitty, lo que añade una capa adicional de profundidad a la historia.

La interpretación de Ben Stiller como Walter Mitty es sólida, mostrando una faceta más seria y reflexiva en comparación con sus papeles cómicos habituales. Stiller logra transmitir la transformación del personaje a lo largo de la historia, desde un hombre ordinario y rutinario hasta alguien que se aventura en el mundo para descubrir su verdadero potencial. El elenco en general, que incluye a Kristen Wiig y Sean Penn, también realiza actuaciones notables que contribuyen al tono general de la película.

El guion, sin embargo, ha sido objeto de críticas mixtas. Algunos argumentan que la trama es predecible y carece de profundidad emocional, centrándose demasiado en la fantasía en lugar de explorar más a fondo la psicología del personaje principal. Además, algunos críticos señalan que la película podría haber aprovechado más las complejidades del relato original de Thurber.

A pesar de las críticas, "La vida secreta de Walter Mitty" ha sido elogiada por su mensaje inspirador sobre la importancia de perseguir nuestros sueños y escapar de la monotonía de la vida diaria. La película fomenta la idea de que cada persona tiene un potencial oculto que puede ser descubierto a través de la aventura y la autoexploración.

En resumen, "La vida secreta de Walter Mitty" es una película que visualmente impresiona y tiene actuaciones sólidas, pero su guion podría haberse beneficiado de una mayor profundidad y originalidad en la narrativa. Aunque no es perfecta, ofrece un mensaje inspirador que resuena con aquellos que buscan la realización personal y la aventura en sus vidas.

#7 The Secret Life of Walter Mitty. Ben Stiller. 2013. Se encuentra en Netflix, Star +, o Movistar TV

Historia de un héroe común y corriente, que muestra como es capaz de invitar a salir a alguien a una cita, después de un proceso de crecimiento personal y psicológico que se muestra en toda la película.

La película muestra la importancia de las cargas emocionales que nos deja el paso del tiempo, la procrastinación que nos impide avanzar en la vida y la importancia de las cosas pequeñas para conseguir grandes cambios.

Como consejo intenten tomar la segunda parte como autodescubrimiento del protagonista y psicoanálisis del mismo donde sana sus heridas del pasado y es capaz de aceptarse a si mismo, que si se toma de forma muy literal no cuela o por lo menos personalmente eso hice.

Mi cuñada puso esto en la tele. Desde el inicio. Me sonaba el nombre de la película pero en ese momento no tenía ni la más remota idea de qué iba la cosa. Ni una pista. La vimos hasta el final. Sentí y pensé una serie de cosas, alguna de las cuales intentaré volcar aquí por una simple razón: ver, ya no tantos dieces y nuéveces, si no tantos paletos percibir esto como un mensaje positivo, me ha dejado totalmente "estupefactado".

Y no es que tenga mucha fe en la sociedad, digamos todo. Pero esto es, a todas luces, autoayuda panfletaria de manual.

A ver, resulta que Walter Mitty era un infeliz, sometido a todo reglamento, gris, patológicamente humilde, pero no lo suficiente como para entender que la propia autocensura que padece es un defecto de él, y no virtuosa nobleza. Hasta que un buen día tiene un repentino ataque de existencialismo, que lo lleva a tomar decisiones impensadas y a atrevérsele a la vida. Entonces, para dejar atrás esa diminuta, mezquina y olvidable existencia, y abrazar sus sueños, debe ir al Polo Norte, tirarse de un Helicoptero, luego viajar a la zona anárquica de Afganistán, escalar el Himalaya, etc etc etc. Dios mío, todo lo que uno tiene que hacer para pasar a tener "un poco de onda". Podría ponerme a putear a Ben Stiller, pero imagino que se está partiendo de la risa de todos ustedes.

Y cuando digo ustedes me refiero a ustedes, a todos los que piensan que esto tiene algo de mensaje positivo. Todos los paletos que leen autoayuda. Ustedes no merecen su trabajo, no merecen a su madre. No merecen tener tiempo libre. No merecen, desde ya, tener ojos para ver cine. No es que merezcan algo malo, es que ya están muertos por dentro, todos ustedes. Y las vidas que viven (en las que seguramente exista la rutina, los padres, algún compañero de trabajo buena onda, alguna chica que les gusta) no merecen ser usurpadas por ustedes. Simplemente, no dan la talla.

Por culpa de todos ustedes, la gente que invierte millonadas en hacer una super producción como ésta, echa todo a perder en escenas vomitivamente cursis, y en secuencias-videoclips cuasi hipsters, insertas con calzador cada 15 minutos, capaces de aburrir y adormecer a un mandril cocainómano en celo, insuflando esta fábula de superación con banalidades pretensiosas, vergonzosa cursilería y bochornosos lugares comunes.

O quizás la culpa no sea de ustedes, pobres víctimas indefensas a los estímulos de domadores de mentes débiles como el mismísmo Ben Stiller, quien, no contento con estafarlos con aquello del mensaje positivo, les filtra por lo bajo un mensaje diseñado para aumentar la propia insatisfacción, y producir más ansiedad, narcisismo y depresión.

Esto no contiene ningún mensaje positivo; y además de cursi, previsible y estúpida, la historia resulta negativa, deprimente y pesimista.

Sólo el hecho de que sea él el protagonista, el director y el productor puede justificar esta película. De otra manera tanta insensatez, aburrimiento, falta de sustento del film y la ostensible vanidad de Ben Stiller se habrían visto neutralizados.
Como ya han dicho aquí, lo mejor es la fotografía y efectos. La música parece que también está bien pero a mí no me llegó de manera especial.

Llevaba años sin escribir una crítica en esta web, así que imagina lo mala que ha debido parecerme esta peli para hacer que quiera volver a escribir una crítica después de tanto tiempo. En cierta manera me veo obligado a escribirla; creo que le haré un favor a más de uno si lo prevengo de ver semejante bazofia.

Si le pongo un 4 es por su excelente fotografía y banda sonora, además de que la idea de partida es buena y da para mucho: la historia del típico fracasado que ve cómo ha desperdiciado su vida y decide lanzarse a la aventura para demostrarse a él y a los demás que es algo más que un loser.

Pero esta buena idea inicial da paso al sopor y la vergüenza ajena, debido en parte a una dirección errática, de puesta en escena sensiblera, un guión con líneas de dialogo que parecen escritas por un niño de cinco años y unas actuaciones deleznables, sobre todo la de un Ben Stiller más perdido que Joan Gaspart en un congreso de peñas madridistas.

Típico bodrio engendrado por supuestos artistas que desconocen profundamente el sustento vital que manejan y no han sabido darle ni intensidad ni veracidad a unos sentimientos que en mano de Ben Stiller parecen de cartón piedra.

Mala. Malísima. De verdad.