300: El origen de un imperio

Segunda entrega de ''300''. Ya cuando se anunció que se iba a rodar una secuela de aquella exitosa cinta no me esperé nada bueno y decidí esperarme a que saliese en formato doméstico (guiño, guiño) para verla. ¡Qué bien hice! La película no es que sea mala, para nada, sino que ofrece otro punto de vista de la ya conocida historia de los 300 desde otra perspectiva diferente.
Al principio parecía que nos la querían vender como una precuela, pero realmente no lo es. La cinta funciona de 3 formas diferentes muy claras. Comienza con un epílogo que funciona a modo de precuela donde nos cuenta como Xerxes se convirtió en el personaje que conocimos en la primera. Poco después nos cuentan la historia y la vida de Temistocles, y a medida que avanza, nos vamos dando cuenta de que está transcurriendo al mismo tiempo que los acontecimientos narrados en la primera ''300''. Y ya por último funciona a modo de secuela, contándonos cosas que tienen lugar a posteriori del final de aquella. Es decir, que no es ni una precuela ni una secuela, sino una suma de todo ello junto.
La historia, más allá de la línea temporal que sigue que ya os he contado, no llega a tener el tirón ni el empuje que tuvo la cinta de Leónidas en su día, eso es evidente, pero logra entretener que es lo que veníamos buscando. Aquí el protagonista es Temistocles, un héroe griego que intenta ocupar el lugar que dejó su predecesor. Según nos lo presentan ya notamos las similitudes y también las diferencias, que además de físicas, se resumen en el cambio del color de su capa, que ahora en vez de roja es azul. Poco más. Su interpretación me ha convencido bastante, lo admito. Citar también el regreso a la franquicia de personajes ya vistos en la original, como por ejemplo Lena Headey (conocida mundialmente por su personaje de Cersei Lannister en ''Juego de tronos'') entre otros varios. No logro destacar nada especialmente de ellos, algunos apenas cuentan con minutos, por lo tanto solo diré que están bien en sus personajes pero poco más la verdad. Eso sí, se agradece muchísimo el cameo de Gerard Butler, Leónidas. No me lo esperaba y, a pesar de que es muy breve, ha sido un gran acierto.
En cuanto al apartado técnico se refiere no está mal. Cumple y se deja ver, pero tiene algunos momentos donde canta demasiado el ordenador. Nada grave pero que te saca un poco de la trama cuando ocurre. Como CGI no está mal pero dista muy lejos de las mejores películas en este ámbito. Un detalle en el que creo que se han excedido es en la presencia del slow-motion. Para los que no sepan lo que es esto decirles que son todos esos momentos a cámara súper lenta, parecido a ''Matrix'', pero donde pretenden mostrar la sangre, las vísceras y todo eso saltando por el aire. La técnica no es mala y ha estado presente también en la primera, pero personalmente creo que en esta segunda se han pasado un poco.
En resumen ''300: El origen de un imperio'' es una secuela similar a la primera en cuanto a ambientación e iluminación, pero que está a años luz de la misma en lo que a calidad se refiere. La figura de Butler y sus 300 espartanos era demasiado grande, inalcanzable incluso. Viendo lo visto parece que habrá una tercera, pero les diría que se lo piensen dos veces antes de gastarse el dinero. Se la recomendaría a todo aquel que le guste el género o que quiera saber como sigue la historia, pero debo decir que como la primera nunca habrá ninguna.

Lo mejor: Es entretenida, la forma de funcionar como precuela, secuela y nexo entre ambas cintas y el cameo de Gerard Butler.
Lo peor: Los efectos especiales fallan en momentos puntuales, está muy por debajo de la primera parte y un uso abusivo del slow-motion.

* Pasable *

Estamos por así decirlo en la segunda parte de una aventura que empezó hace unos años con la película 300, pero quitando la digitalización de la película, el aire que se le da al paisaje que envuelve a todo el film, lo demás no merece ni la pena ni comentarlo, no le llega al tobillo a la película 300, la película es un cúmulo de despropositos uno detrás de otro, no ya por las licencias que se toma en todo su desarrollo que no tienen nada que ver con la más mínima lección de historia, vamos que no da ni una, salvo en que los griegos vencieron en la famosa batalla de Salamina a los persas al igual que en Maratón.
Haciendo un pequeño esfuerzo para comentar algo de este desastre de film podemos empezar matizando que la interpretación de los actores deja bastante que desear, por otro lado, se usa en demasía el "gore" y en cuanto a las sentencias o frases que van adornando la acción con el fin de sentar unas bases tal y como se hacía en la película 300 no pueden ser más anodinas y estúpidas, fuera parte de que algunas de ellas no hacen más que copiar lo que se dijo en otras películas mucho más gratas de ver que ésta, por tanto, pienso que se podrían haber ahorrado hacer semejante desproposito desvirtuando a una de las grandes batallas y su trasfondo de la historia de la humanidad.... una pena.
Por último no podemos terminar sin resaltar al que fue en realidad el autor del éxito griego en Maratón el estragega Milciades y no como se nos hace creer en la película Temístocles.

Hace unas semanas me vi “300” y esto ha tenido un doble efecto. Por un lado negativo dado que aunque me pareció un film notable, no se me cayó la baba como la primera vez y bajó del pedestal del Olimpo de la excelencia, culpa seguramente del paso del tiempo, de la madurez hacia lo menos impresionable y del abuso en series y películas de los chorros de sangre y los saltos a cámara lenta hasta rozar el aborrecimiento. Por otro lado ha tenido un efecto negativo dado que la bajada de expectativas ha hecho que pueda disfrutar más de esta que nos ocupa.

Usa la misma fórmula, depende totalmente de aquella y aunque quita epicidad y dramatismo, le da agilidad, diversión, entretenimiento y variedad de escenarios y recursos en cuanto a acción. Potente visualmente y usando digamos un “Slow motion estilo Zack Snyder v2.0”, resulta dinámica y pasa en un suspiro. Quizá va tan aprisa que no trabaja en exceso sus personajes, tiene no agujeros pero si torpezas en el guión aunque lo compensa con altas dosis de adrenalina al igual que de testosterona con los encuentros entre un más que correcto Sullivan Stapleton y una destacable Eva Green que resultan lo mejor del film.

Con un poco más de trabajo y esfuerzo pudo ser una gran película y superar con solvencia a la primera pero aún así se queda en un reseñable ejercicio de entretenimiento y una buena precuela / cinta paralela / secuela, dado que se pone a hilar cabos en todos estos sentidos y tampoco lo hace mal.

Nota: 6'5

El origen de un imperio es la segunda entraga de la saga 300, cuya primera película se convirtió en un clásico al instante debido a su gran calidad pero, sobretodo, a su cuidadísima estética.

Noam Murro dirige esta segunda entrega y su trabajo no está, ni de lejos, al nivel que mostró Zach Snyder, su predecesor en tal cargo. Amiguismos a parte, la elección de Murro para este cometido no tenía ni pies ni cabeza en principio, pero visto el resultado final, ha resultado no ser una mala elección. Como digo, está lejos de Snyder, pero no está nada mal. Sus pecados son el buscar siempre la escena perfecta, el querer siempre la frase lapidaria, el ansiar siempre la imagen insuperable y, en general, el hecho de intentar hacer lo que en la primera película resultaba efectivo. El error es que la primera película estaba en el límite de la genialidad y, si pasas de ahí, corres el riesgo de caer en un pequeño ridículo. Es por eso, por la falta de genialidad (que no de calidad) de Murro, por lo que El origen de un imperio va, en ocasiones, más allá de la delgada línea que separa esos conceptos. Sin embargo, no hay que quedarse con lo malo, pues en la película encontramos cosas buenas. Muchas, además. Las escenas navales, que ocupan gran parte del metraje, son una maravilla tanto tecnológica como por parte de Noam Murro a la hora de concebirlas. Los combates cuerpo a cuerpo, aunque no tan impresionantes como en la anterior entrega, siguen siendo una verdadera pasada. Y el sello de identidad de 300, esa imagen teñida de blanco y negro con fuertes contrastes causados por colores vivos sigue presente.

Sullivan Stapleton está soberbio, pero convivirá siempre con la alargada sombra de "sustituir" a Gerard Butler. El problema está en que su personaje, Temistocles, no está a la altura de Leonidas ni en carisma, ni en liderazgo ni en capacidad de discurso, algo de lo que el actor no tiene culpa pero que significa, para él, una losa demasiado pesada. Eva Green parece haber nacido para interpretar este papel y diría que, a nivel de relevancia, ella es la Gerard Butler de esta segunda entrega. Su mirada, sus manos y su nervio físico hablan tanto como sus palabras. Rodrigo Santoro vuelve a estar sembrado como uno de los grandes villanos del cine moderno, y hace de la rabia contenida, de nuevo, su mejor arma. Lena Headey también repite y, de nuevo, su labor es absolutamente brillante. Callan Mulvey, Hans Matheson y Jack O'Conell completan el reparto principal con trabajos más que notables.

Resumiendo: El origen de un imperio es una buena película. Cine comercial de mucha calidad que gusta ver. Aunque aguantar el peso de 300 es casi imposible, esta segunda entrega consigue su propio equilibrio sin dejarse aplastar por la alargada sombra que la precede. No es tan increíblemente buena como la primera, pero su nivel es altísimo.

Cuando era pequeño mi padre tenía un R5. Como niño curioso me hacía gracia mirar las ruedecillas del cuenta kilómetros según surcaba las carreteras. Hasta que un día, viendo que llegó a 99.999, mis ojos se clavaron en el salpicadero esperando que ocurriría una vez llegado al límite. Y se puso a 00000...

Esto es lo que le pasa a la película. Ha intentando tanto ser "yo más" que su predecesora que se ha puesto a cero. Más sangre, más discurso épico, más cámara lenta y más tonos pastel. Y más mal era difícil hacerlo.
La primera tenía sus tempos. Daba esos escasos minutos entre momentos épicos para coger aliento e hilar la historia. Aquí es un sin vivir de sangre a chorrazo y flashbacks (algunos de cosas que han ocurrido minutos antes, increíble...).
La primera tenía a Leónidas y alguno más como personajes carismáticos. Aquí no te interesa tres narices lo que le pase a Testosteronocles ese. Sin olvidar que las actuaciones son de primero de fiesta de final de curso.
La primera, dentro de lo que uno espera ver, tenía sentido. Espartanos mazados es coherente, poetas junto a obreros igual de mazados ya no me encaja tanto que quieres que te diga. Las batallas navales de 4 pateras contra 90 acorazados a mar abierto y que pase lo que pasa es de traca.O ir a ver a tu enemigo en su barco y sin escoltas como si fueras a tomar un café.Y lo del caballo es solo explicable por la droga caníbal esa...

Se queda en un 3 por esto:
-Me gustó mucho la primera, soy un romántico.
-La fotografía (es la misma que la vista en la primera parte).
-Eva Green que no solo está jamona si no que además es el único personaje interesante.