Ira de Titanes

Cuando me dispongo a ver una película como "Ira de Titanes" no espero más que un entretenimiento "palomitero" y evasivo, que me haga disfrutar con sus espectaculares aventuras mitológicas (nadie que haya visto la anterior entrega podría esperar algo más de su continuación). Y es que soy de esas personas que disfrutó como una jabata con su predecesora: ese vistoso pero algo bobalicón remake de "Furia de Titanes" de Louis Leterrier.

Esta continuación sigue en la linea de la anterior y nos presenta un producto de acción y aventura mitológica banal, infantiloide y simplista (con personajes monocordes, interpretaciones corrientes...) pero envuelto de una ambientación y unos efectos especiales de artificio asombrosos. Al igual que "Furia de Titanes", "Ira de Titanes" vuelve a ser como un capítulo largo de "Hércules" o "Xena" adornado con fogatas y piruetas fastuosas.

Sin embargo esta continuación (a pesar de que mejora en su despliegue de medios, con un diseño de producción y puesta en escena muchísimo más espléndido y grandioso que su predecesora, una fotografía más singular y un 3D más inmersivo) es muchísimo menos distraída que la anterior.

Y es que, al contrario que se predecesora, "Ira de Titanes" no resulta ser una aventura compacta y ágil. Flojea respecto a la anterior en su ritmo y trama. Es cierto que en la anterior el guión tampoco era algo sobresaliente (los diálogos son de serie B tanto en ésta como en aquella), pero al menos ofrecía desarrollo en sus personajes y una trama con garra y expectación... cosas que aquí no se dan.

El pulso del film también nota el cambio de dirección para peor. Liebesman resulta incapaz de infundir un mínimo de tensión dramática a cualquiera de sus momentos (ya sean o no de acción), lo que resulta en un metraje nada estimulante, y en el cual durante el progreso de la trama no se percibe ningún tipo de inquietud o emoción. Esta vez hay más escenas de acción y más rimbombantes, sí... pero si bien en la anterior entrega estaban justificadas en la trama (y con lo cual mantenían cierta expectación y viveza), aquí se perciben como unos añadidos desganados sin mucha razón de ser.

En definitiva, "Ira de Titanes" puede verse a duras penas gracias a su dirección artística (que es incluso fascinante en algunos momentos), pero la trama es tan boba y plana, su desarrollo tiene tan poco brío, los diálogos son tan simples y las interpretaciones son tan ordinarias que el resultado se queda en una anécdota episódica que se desea olvidar cuanto antes.

Lo mejor: Su puesta en escena.
Lo peor: Todo lo demás.

Furia, ira... espero que a nadie se le ocurra coger un diccionario de sinónimos y prolongue esta saga mucho más, porque está claro que va hacia abajo. Bueno, hay que reconocer que la primera era bastante buena en su género. Si pagabas la entrada era precisamente para ver un espectáculo visual único, y eso lo tenías. En Ira de Titanes también lo tienes, pero pierdes bastante diversión. Y es curioso porque a Jonathan Liebesman le ha dado por reírse de la película. Encontrarás comedia, y bastante, cosa que no encontrabas en la primera épica parte. Un humor un poco superficial, así en plan Piratas del Caribe, pero la verdad es que no le hace ningún mal a una película que muchas veces parece ridícula.

Sam Worthington está simpático, y todos los personajes menos Andromeda (que empieza bien pero luego madre de Dios...) tienen bastante carisma. Sin embargo, ninguno de ellos, salvo quizá Liam Neeson con su sola presencia, consigue hacer sombra a unos efectos especiales que hablan por sí solos.

Es más aburrida en general porque Furia de Titanes tenía más cosas, más variedad de situaciones y escenarios mucho más variados. Aquí se vuelve a repetir la fórmula pero falta más variedad. Incluso te da igual que se le den patadas a la mitología en general, quieres que salgan todo tipo de criaturas que conoces y que pegarían en este batiburrillo.

Sigue siendo una buena película aunque siga careciendo de un final digno. La batalla con el Titán está a la misma altura que la batalla con el Kraken, es decir, bastante sosa. Esto es como cuando en los videojuegos te aparece un monstruo final gigantesco al cual tienes que vencer a base de golpearle en una mano que está cerca de ti. Bustos gigantes que prácticamente no hacen nada. Sí, muchas llamas, muy apocalíptico, pero no hay un combate directo con nuestro héroe.

Si la comparas con la anterior, cosa que harás inevitablemente, saldrá perdiendo, pero si la ves descontextualizada te merecerá la pena, siempre y cuando te manejes en este género y no pidas canciones en francés de fondo hechas con acordeones.

Segunda entrega de la Furia de Titanes, supongo que con pingües beneficios para la productora, que parece que pone punto final a esta extravagante manera de denigrar la mitología griega.

La película, fuera del paupérrimo guión, es una correcta cinta de aventuras, con un colosal presupuesto y unos efectos especiales importantes.

Grandes actores para un resultado bastante mediocre. Un 6 para ambas producciones, que dejan abierta la puerta,como con Hércules y algún héroe griego más de la riquísima mitología, para hacer colosales producciones que sean más culturales para los espectadores no exentas de la monumentalidad que se les debe exigir.

Siguiendo el camino de su antecesora pero con la adición de elementos aún más colosales se nos presenta “Ira de Titanes”, una película cuyo objetivo es divertir al personal, entretener, hacer pasar un buen rato con escenas realmente trabajadas en lo que al apartado audiovisual se refiere; acompañado todo esto de un guión correcto con algunos puntos de humor que habitualmente se echan en falta en las películas de éste género. Como apasionado de este tipo de propuestas (300, Conan, Immortals, Furia de Titanes, etc.) puedo decir que he salido del cine, junto con mi acompañante, realmente contento; pues me encantó la primera parte, disfruté con ella; y la verdad es que llevaba tiempo esperando a que sacaran ésta gran secuela... y la espera ha merecido la pena, sin duda alguna. Hace gran justicia a la cinta que nos dejó Leterrier en 2010. Es más: Liebesman ha sabido llevar toda la esencia de “Furia de Titanes” al límite con esta alucinante secuela. Llena de acción, efectos especiales, una banda sonora que suena muy bien y unas interpretaciones que cumplen a la perfección. Da lo que promete; y por mi parte puedo decir que me ha encantado; pues las películas de éste tipo son las que consiguen hacerte viajar a mundos donde la imaginación es tanto el origen como el límite de todo lo que ves; pues por mucho que la película esté basada en la mitología griega (de la cuál no soy experto) se nota el gran calibre de imaginación que se ha invertido en ella (véase visionarios como Zack Snyder y Tarsem Singh, entre muchos otros... para mi grandes genios).

¡Un saludo!

La peli empieza mejor que la primera, mucho efecto especial y espectacular, pero el problema es que se hace larguísima. Y es que a los 15 minutos empiezan con las locuras del guionista que no sabemos si quiere mezclar God of war, 300, o qué se yo. Tanto efecto especial no compensa, se hace muy pesada, y tiene unas chorradas de guión sin sentido que te quedas a cuadros. La he visto gratis y aún así siento que he perdido mucho tiempo. No la recomiendo ni a los que os guste la acción, pero es mi opinión.
En el spoiler los 3 momentos que me marcaron, pero hay más.