Los olvidados

Nos hallamos ante la mejor obra de Buñuel durante su exilio en México. Un film de profundo calado social, en donde el director español retrata la delincuencia juvenil (desde un punto de vista asombrosamente actual) y nos introduce de lleno en los bajos fondos de la sociedad, recorriendo los barrios más pobres de la ciudad de México.
Desgarrador film que muestra las consecuencias de la alineación del ser humano desde un punto de vista con toques surrealistas, que tanto caracterizan a Buñuel.

Universal. El cuento de nunca acabar.

No hace falta ser especialmente empático para desarrollar un gran odio contra el Jaibo.

Recomendable para aquellos que disfruten de ver películas bien contadas, pero duras por su gran realismo. Es decir, sin filtros para que los que vivimos bien podamos ir a dormir sin tener remordimientos.

Película de denuncia social que retrata la vida de varios niños “callejeros” que se encuentran en un estado de abandono y desamparo. Algunos de los actos que hacen ellos son bastante chocantes, crueles y duros, para con personas con algún tipo de discapacidad.

A pesar de que el filme es de mitad del siglo pasado, muestra muchas cuestiones que aún se ven en la sociedad actual, el trabajo infantil, el abandono de los padres, la violencia infantil, el abuso de los mayores para con los menores, el acoso sexual hacía los niños, entre otros.

En fin, una película bastante dura, que no teme mostrar esta cara de la vida, y es que en la actualidad aparte de los problemas antes mencionados, sin duda hay que meter el tema de las drogas. Tanta importancia tiene que es junto con Metropolis (1927) de Fritz Lang las únicas películas en recibir la consideración de Memoria del Mundo por parte de la Unesco.

"Los olvidados" no son personajes, son personas que se arrastran a las afueras de cualquier gran ciudad, niños que pasan a delincuentes, sus probabilidades de éxito son limitadas, no tienen derechos, no son útiles, no existe el optimismo, no en esta película, porque en ella no aparece el progreso, sólo pequeños ídolos de la calle con los bolsillos rotos, que buscan el respeto de los otros, no quieren correccional, vivir encajonados, aprender a preferir la calle y a que no les falte un centavo.

Dentro del delito hay valores, "Los olvidados" habla de la maldad con ternura, sabe cómo andar en el barro, en la desolación y el hambre, no le hizo falta ser contudente, sino harmoniosa, porque enseña la mera verdad, niños y perros en el mismo torneo, sin educación, sin higiene, son outsiders, son los perdidos, la miseria es cruel, estos vagos desnutridos atacan a los discapacitados en escenas terribles con mucho sabor, niños atrapados por la influencia y el poder.

Se puede aprender?, se pueden buscar la vida?, las malas compañías terminan siendo un acoso, una amenaza, una mezcla de ira, desamparo e inocencia que provoca el trauma, los sin nombre recibirán su escarmiento, cada foto es un retrato, de la presión y la tentación, de intentar escapar, del por qué de la violencia y de los medios para resolverla, un intento de dar calor, cariño y educación que no tienen en familia.

La lástima del que hace daño, una denuncia social que fluye con naturalidad y que da la oportunidad al sistema para reformar, creer en él, la palabra confianza estaba muy alejada en las ruinas, si exisitiera ese sistema que apueste por cada niño de manera individual... y si no se cruzara el maldito destino... "Los olvidados" habla de la confusión, los prejuicios, el aliento de la humanidad, había muchos finales posibles, pero me vale con que el diablo está en todas las personas, la mayoría prefiere que mueran todos antes de nacer, no hay que pensar más, su resolución ha dictado en la conciencia de cada espectador, en mí deja un claro mensaje de que, aunque alguno apueste, este mundo nunca mejorará....

Tiempo de miserias y mezquindad, un relato denso y duro, donde el drama se siente constantemente.
Un estilo de vida alejado de cualquier comportamiento honrado y social.
Los olvidados, llega a resaltar el espíritu de una sociedad enfermiza.
No deja indiferente y deja una notable denuncia social