Ordinary World

Siendo desde siempre Hollywood un baluarte en la defensa de los valores más conservadores y tradicionales fue durante el gobierno de Reagan cuando se puso de moda un tipo de películas en las que un hombre casado, con su familia y su trabajo y todo el american way of life a plena potencia caía en la tentación en forma de malvada mujer que pretendía arrastrar al protagonista a las redes de la infidelidad. El relato variaba poco y la moraleja era siempre la misma: Fuera del matrimonio y la familia convencional sólo hay infierno, dolor y problemas. Es en el seno de lo tradicional en el único sitio donde serás feliz y todo lo demás son tentaciones que debes evitar.

Varias décadas después, Hollywood sigue ahí, exactamente en el mismo punto. Ya sea un ejecutivo de banca o un ex-rockero, el mensaje es el mismo. Afuera hace frío, es tentador pero es malo, la familia (convencional, para ellos no hay otro modelo) es lo único que importa, tu único refugio.

Ordinary World partía de una premisa muy jugosa, ver al líder de Green Day interpretando a un miembro de una banda de rock que ha aparcado su carrera musical para criar una familia y trabajar en el negocio familiar de ferretería. Pero las dudas están ahí, la insatisfacción, la desubicación acompañan a Perry. ¿Merece la pena sacrificar tus sueños?¿Es esto lo que te espera para el resto de tu vida?¿Dónde están mis amigos, mis amigos donde están? cantaba Extremoduro.

Con esos mimbres, con Selma Blair, con Judy Greer, tenía todos las cartas para contar una historia muy interesante. Pero el ancla moral está ahí, los valores sagrados que constituyen los cimientos de la moralidad (y la moralina) yanqui son un muro que no se puede saltar a menos que quieras caer en el underground y la marginalidad.

Así que Lee Kirk nos ofrece un relato deslabazado, sin gracia y apenas sostenido por la nostalgia mal digerida del protagonista, una ex-estrella punk obsesionada porque se usen posavasos.

Es una pena, pero como canta Sabina, en la farmacia venden pastillas para no soñar...

Primera película que interpreta Billie Joe Armstrong, el líder y vocalista de la banda de punk-rock Green Day. Primero de todo quisiera decir que me encanta el grupo, es mi favorito, y ver a uno de mis ídolos realizando su primer papel ha sido muy gratificante. Más allá de eso tenemos delante una cinta bastante del montón, no nos vamos a engañar, enfocada sobre todo a darnos una moraleja bien concisa y poco más.
No os voy a engañar, la premisa de la película no es que me llamase mucho la atención. Si la he visto ha sido por Billie, lo reconozco, pero al final me he encontrado con un producto bastante digerible y aceptable. ¿Es buena? Buena como tal no es, pero sí se deja ver, que para mí es bastante aliciente.
La historia nos pretende contar la vida de una ex-estrella del rock con una vida asentada, cotidiana y sin excentricidades que sigue añorando aquellos tiempos, a pesar de tener una familia y un status completamente distintos. A partir de ahí empiezan a pasarle cosas, queriendo rememorar aquellos tiempos y lo que conllevaba, jugando también con la lucha interna del personaje entre ambos mundos. Funciona bastante bien, sobre todo porque muchos habrán pasado por una situación similar ante las famosas crisis de los 40 o los 50. La trama gira entorno a eso.
Del reparto destaco a Billie Joe Armstrong. Para ser su primer papel me ha gustado bastante. El haberle visto siempre sobre los escenarios y detrás de un micrófono y una guitarra da una sensación interesante, pero para mi sorpresa el chico lo hace bien. Ojalá siga haciendo más películas, la verdad. Los demás son irreconocibles, al menos para mí, pero ninguno de ellos tiene mucho peso en la trama. Son personajes olvidadizos y sin ninguna carga importante, por lo que es imposible profundizar mucho en ello.
Decir que la película, a pesar de estar catalogada como tal, no diría que sea una comedia. Ahora que lo pienso solo me ha sacado una sonrisa, solo eso, durante un par de escenas contadas. Aparte de eso diría que es un drama personal, en ese género sí que la veo mejor ubicada. No es que me parezca algo grave, pero sí importante tener sobre aviso a todo aquel que pueda estar leyendo esto, más que nada para que sepa donde se mete. Si buscas partirte de risa aquí no encontrarás lo que andas buscando, pero quizás sí un entretenimiento sin más.
En resumen ''Ordinary world'' es una cinta que considero especialmente dirigida a fans de Billie Joe, por verle desempeñar un papel protagonista. Para el resto, siendo objetivos, se encontrarán un producto del montón, olvidadizo y poco recomendable. Como no podía ser de otro modo el apartado sonoro corre a cuenta del protagonista, con algunos temas muy chulos y que a mí me han gustado mucho. Creo que esta reseña resume bastante bien lo que contiene y ofrece la cinta, pero como siempre digo lo mejor es verla y opinar por uno mismo.

Lo mejor: Billie Joe Armstrong, el aspecto musical y sobre todo la moreleja que nos transmite.
Lo peor: Nada importante. Algún momento cómico más le habría venido bien.

* Un 5 *

Narra la nostalgia de una antigua estrella de banda punk que echa de menos sus buenos tiempos de éxito. Ahora convertido en una persona con responsabilidades de familia con una anodina vida de la que claramente no se siente satisfecho ni mucho menos feliz.
La película aporta momentos muy frikis de pocas luces que trata de ser cómicos, pero que tienen trasfondo de la soledad en la que se ve inmerso el personaje.
La moraleja que trata de decirnos el argumento es la de abordar la disyuntiva en que todos alguna vez cometemos locuras en la vida, pero aún en los peores momentos siempre se puede afianzar y retomar el timón.