Como caído del cielo

No es tan mala película como la pintan. Ni mucho menos. No será una joya tampoco ni una obra cumbre del séptimo arte pero te acerca un poco y de buena manera a la desdichas de las personas. Hay gente que consigue las cosas fácilmente pero la mayoría no, por lo que es verdad que muchos deseos se van quedando por el camino por imposibles hasta que se olvidan. Aquí Andy García confió en este proyecto para dar un ejemplo de que se puede conseguir una meta si uno no se rinde, pero no es nada de historias de superación ni nada de dramones de esos que te mueres, si no de un tipo que lucha para ser un ciudadano, algo que parece sencillo a primera vista pero incluso eso puede ser difícil.

Y como él se encarga de dar vida al reventa protagonista, pues lo hace bien, y Andie McDowell es ideal para estos papeles, de mujer paciente, de buenas intenciones, muy centrada... Es un poco el papel suyo en Matrimonio de conveniencia o mismamente en Atrapado en el tiempo. Su rostro sereno da buen contrapunto a la historia.

Recomiendo la película porque es agradable y tierna, y nada de que es un rollo y como digo, ellos están muy bien y convincentes.

Una Andie MacDowell ya en caída libre tras el pelotazo de Cuatro bodas y un funeral, cuyo éxito no supo o no pudo aprovechar muy bien, y un Andy García cuya espléndida carrera en los noventa y finales de los ochenta ya empezaba también a declinar, protagonizaron esta suerte de comedia romántica que ni era muy comedia ni era muy romántica. De hecho, no era más que una narración torpe de una historia de por sí poco o nada estimulante, a la que además intentaban meter algo de dramatismo. Además, era bastante aburrida. O será que yo la vi demasiado joven, quizás. Pero si no se recuerda nada de la cinta más allá de esa escena en la que al protagonista el impedían realizar un trámite administrativo porque, atención, no tenía ni DNI (¿¿¿¿¿¿¿??????????), por algo será.

Lo mejor: Los dos protagonistas, que hacían lo que podían.
Lo peor: No había mucho donde rascar.