Juego de honor

Como en todo. Película de deportes y superación, si además esta producida por Disney, no tendrás sorpresas de contenidos o argumentos (¿alguien se sorprendió de los argumentos de peliculas como Commando antes de ir a verla?).

Dicho eso, el filme es muy bueno en ambientación, desarrollo del personaje de Harry Vardon, y de Ouimet. Pero lo mejor, mejor, es el golf de la pelicula. Agil, divertido de ver, con golpes "imposibles" entre árboles (todos lo hemos sufrido e intentado), barro, lluvia, ¡incluso con la regla del snooker en los greenes!

A destacar el CINE derrochado alrededor del juego de Vardon, su concentración, etc. Lo nunca visto en películas de golf (ni comparación con la de Tin Cup, y mejor que los detalles de Vagger Vance). La cinta está hecha por alguien que sí que sabe lo que es el golf. Yo la disfruté muchísimo.

No se le puede negar que el tufillo Disney lo tiene y que canta a la legua, pero es tan emocionante. Me encantan esas pelis que van de un deporte del que no tengo puta idea, sea golf, jockey sobre hielo, rugby, beisbol o halterofilia, pero con las que me emociono como si fuera una verdadera experta, contando puntos, erizándoseme el vello al mirar los marcadores, cruzando los dedos, sufriendo a tope...

Y el caso es que no sé ni cómo se consiguen los puntos ni cuándo lo hacen bien y cuándo mal ni si están ganando o perdiendo. Pero le miras la cara al jugador y ya sabes o que la ha cagado o que lo ha hecho de puta madre, y con eso basta. A mí el golf me parece un deporte sumamente aburrido, lento y poco emocionante pero hay que ver lo que yo sufrí anoche con este muchacho, con sus swings y sus swangs y sus pares y sus comosellamen. Ah, y con su caddy, palabro éste que he tenido que buscar en google para saber cómo se escribe, tal es mi ignorancia supina sobre este tema.

Que es una historia de superación más que previsible y llena de tópicos y tics Disney? Pos sí, para qué lo vamos a negar? Pero que está bien hecha y que consigue atrapar al espectador y emocionarlo aunque a lo mejor no tenga ni puta idea... eso no se le puede negar.

Por suerte la vi con mi contrario, que sí que sabe algo de golf y me iba informando de lo que pasaba:

"Pues ahora la ha metido en el agua".

"Y eso es bueno o malo?'"

"Eso es fatal porque es superdifícil sacarla de ahí"

"Ah".

Esto de tener un marío que sabe de todo es un chollazo. Se lo recomiendo a todo el mundo.

Shia Labeouf se ha convertido, de la noche a la mañana, en uno de los actores jóvenes más solicitado de Hollywood. Y no me extraña. Este chico no es un adonis, pero tiene algo más importante: un don para la interpretación. Labeouf, de 22 años, ha conseguido que me interese por primera vez en mi vida un “torneo de golf”. Juego de Honor es la típica película Disney con todos los ingredientes de una película Disney: afán de superación, el valor de la amistad por encima de todo, personajes con los que te puedes identificar. Aún así, está mucho mejor que otras películas del mismo género y, a pesar de que siempre había considerado el Golf como uno de los deportes más aburridos del mundo, he sentido tensión durante un “partido de golf”: “Ya le falta menos. Sólo un hoyo más. Calcula bien los tiros, no te pongas nervioso…”. Pensaba todo el tiempo. Si a esto le añadimos la excelente actuación de Josh Flitter, la más que aceptable dirección de Bill Paxton, una gran ambientación y una acertada banda sonora, podemos decir que estamos ante una película Disney más que recomendable (incluso si no eres amante del Golf, como ha sido mi caso).
A Shia sólo puedo reprocharle una cosa: con lo actorazo que estás hecho, ¿Cómo se te ocurre aceptar la secuela de TRANSFORMERS?

Las películas sobre deportistas generalmente vienen cargadas de los siguientes clichés:
- Personaje principal con talento innato para su deporte, envuelto en un entorno desfavorable para su práctica efectiva (pobreza, drogas, alcohol, mujeres).
- Una familia necesitada que por su condición mira con desdén la afición del protagonista.
- Vocación de entrenamiento utilizando mayormente elementos caseros para la práctica.
- Un ídolo de la infancia en el que pueda reflejarse, (mejor si tiene la oportunidad de enfrentarlo).
- Una seguidilla de fracasos deportivos que harán que el personaje llegue al punto de la rendición, seguido de un suceso extraordinario o una epifanía que le provocará un entusiasta retorno a la práctica, otorgándole una sucesión de triunfos y éxitos.
Todos estos paradigmas engloban a éste tipo de películas, si la factoría tiene el sello de Disney habrá que agregar algún romance (si es platónico mejor), incluir niños o animales y ensalzar el apoyo familiar.

Generalmente los deportes elegidos son el boxeo, el béisbol, el futbol americano o el básquet. Otros deportes como el tenis, el automovilismo o el golf no pueden integrarse a estas instrucciones de película deportiva ya que sus practicantes pertenecen en su mayoría a la élite o a altas esferas de la sociedad, y esto conlleva extraer el siempre valorado “deseo de superación” o el “sueño americano”. No sería muy rentable ver la historia de un snob nacido en cuna de oro y que lo único que hace en su vida es dedicarse a un deporte por hobby y no por necesidad.
Pero por suerte en el deporte existen las excepciones y suponen en su mayoría una historia fascinante detrás de su protagonista.

La película cuenta con una impresionante fotografía, un diseño de vestuario ajustado a la realidad e incómodo a las circunstancias.
Las actuaciones son sobresalientes, y hago énfasis en la técnica golfística de sus protagonistas, que denota un entrenamiento exhaustivo, habiendo visto en el último tiempo muchas películas en las que el boxeador no sabe moverse, el futbolista no sabe correr o el basquetbolista no sabe saltar.

Francis Ouimet no fue el único caddy que pudo convertirse en campeón, tenemos ejemplos ilustres como Roberto De Vicenzo, Eduardo Romero, Ángel Cabrera, Severiano Ballesteros y Ben Hogan entre otros.

Al ver a los antiguos golfistas, empresarios, o a los viejos amos de los principales campeonatos, no puedo dejar de imaginar cómo reaccionarían si alguien les profetizara que acabando el siglo XX el máximo exponente de su deporte sería un joven golfista negro y ninfómano.

El golfista David Feherty decía: El Tenista número uno del mundo pasa el 90 por ciento de su tiempo ganando, mientras que el Golfista número uno del mundo pasa el 90 por ciento de su tiempo perdiendo.

Dr.Juventus

El reflejo de una clase social elitista, donde no siempre los mejores pertenecen a un grupo social determinado; el espíritu de superación de un chaval, que no se viene abajo ante la adversidad y que incluso consigue ganar a los más grandes en uno de los torneos de golf más importantes del mundo; y como no podía ser de otra forma siendo de Disney, una de sus características más importantes, el valor de la amistad; todo ello forma el argumento de esta película, con un toque de sensibilidad y con grandes interpretaciones. Es muy agradable de ver. Recomendada para pasar un buen rato.