La hora cero

La hora cero es una trepidante película de acción sin descanso, de persecuciones, tiroteos, emoción, giros de guión imprevisibles y grandes dosis de adrenalina en vena, al más puro estilo Hollywood sí, pero también es mucho más, porque esta impresionante película venezolana va más allá, y entre esa manada de delincuentes que secuestra un hospital a lo John Q, hay además una enorme crítica social a muy diferentes niveles, y un tratamiento de los personajes muy digno, confundiendo siempre al espectador sobre quienes son los buenos o los malos (en John Q por ejemplo quedaba claro que el secuestrador era el bueno, pero aquí, por muy buenas motivaciones que tenga, un sicario es un sicario).

Este joven director, va desenvolviendo la trama con una plausible soltura, adentrándose en el Parca (el personaje principal) a través de flashbacks reveladores que nos desvelan parte de lo que está ocurriendo ahora. El guión está maquinado con fiereza, y su estructura compleja y dinámica está creada para señalar con el dedo en otras subtramas al objeto de sus críticas. No hay piedad, policías, políticos, misses, la sanidad pública en general, todos sufren un varapalo mientras los disparos suenan. Así el argumento transcurre en una clínica privada mientras la sanidad pública está en huelga, mientras una miss se opera los pechos, mientras los ricos acuden a curar sus mundanas dolencias en el mismo instante que otros se desangran… y lo dejo ahí, pero hay muchas otras sorpresas que se encargan de desprestigiar todos los estamentos del país de manera subrepticia mientras la acción que se desarrolla sigue disparada y sin freno.

También hay un control de la cámara muy bueno, acudiendo muchas veces al hombro para las secuencias de mayor intensidad y caos, haciendo barridos panorámicos, contrapicados, ralentizando la imagen para sostener la tensión, primeros planes de detalles, en lo más sórdido (perros lamiendo la sangre o la huella roja dejada en el cristal de una ventanilla) que viene a afianzar con buena técnica el trabajo de guión realizado y la caracterización de los personajes.

Su mayor debilidad radica quizás en la poca profusión que hace del resto de personajes, toda la película la basa en la fortaleza ( y las escondidas flaquezas que lo hacen más humano) del Parca, interpretado por Zapata 666, un rapero venezolano criado en los barrios bajos de Caracas que parece conocer bien a personajes como el que interpreta y que hace un buen papel. El resto de personajes de la trama son casi meros clichés, sin una personalidad definida, una periodista zorrón que busca escalar a través de la audiencia, su cámara adicto a la marihuana, un puñado de ricos snob defensores de los valores tradicionales y otro puñado de ‘malandros’ barriobajeros capaces de asesinar con la mayor frialdad.

Pero en general la película merece mucho la pena, especialmente en una época en la que es difícil ver buen cine de acción, para quién me siga, sería algo así como una especia de Celda 211, algo más que acción.

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Cuando llegue al cine a ver La hora cero entré con un poco de inquietud. El cine nacional esta en renacimiento, en esta etapa muchas cosas pueden pasar, desastres o éxitos. Me llena de orgullo que le estemos diciendo a maestros del séptimo arte nacional (sin mencionar nombres): - Chao, nos vemos luego. Directores jóvenes como Diego Velasco, están formando una nueva oleada en la gran pantalla venezolana. Ya estábamos cansados de la mismas tomas, las mismas historias, los mismos efectos visuales, los mismos actores (Miguel Angel Landa, Orlando Urdaneta...etc) que sin dejar de quitarle gloria, ya pasaron su época. Gente nobel, que siendo su escuela la calle, dejaron magistrales actuaciones que no tienen nada que envidiarle a cualquier "Capo". La hora cero es una película de esas que mezclan de una excelente manera la acción, el humor, el drama, donde el espectador bordea todos los géneros sin darse cuenta. La dirección fue bien hecha, el guión con un giro inesperado provocando mayor tensión, y las actuaciones de Zapata y Laureano, sin palabras. Con un toque de realidad social, La hora cero marca el inicio de super producciones que pueden dejar a Venezuela bien parada en el cine internacional. Historia que atrapa, que llega y deja a cada uno de los cinéfilos pegados en la butaca y por cierto, buena banda sonora.

La hora cero tiene poco que envidiarle al buen cine de acción, por su febrilidad, por su vehemencia narrativa y por sus bien logrados puntos de giros en la historia que le sirve de trama.
No solo eso, como le es propio al buen cine latinoamericano, todo el ímpetu narrativo se complementa con acertadas glosas críticas sobre asuntos sociales. Me parece novedosa, en cine, la burla al periodismo televisual que deviene diversión por sí solo: el periodismo como entretenimiento (“infotainment”), pensado más en aumentar la audiencia que en informar, con la consiguiente pérdida de escrúpulos de parte de los reporteros y editores en planta.
Las salidas cómicas del filme ciertamente hacen reír al espectador y, a la vez, abren signos interrogativos sobre la cuestión social. El guion es inteligente y se mantiene férreo, sin que se le suelten los hilos, a la vez que se mete por aquí y por allá: abre distintos espacios, pero se sostiene bien con su coherencia interna. La lógica del relato nunca se pierde, suceda lo que suceda.
Lo otro es la puesta en imágenes. Con ritmo acelerado en las secuencias de acción, a pura sala de montaje y planos cortos, y de manera más metódica durante los parlamentos, se obtiene la escenificación justa según lo narrado. Es ejemplo de relojería puntual con buenas actuaciones.
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Pienso que La Hora Cero es un logro del cine venezolano. Si bien no es una película perfecta, si creo conquistó el renglón de cine comercial/taquillero que en nuestra historia de producciones nacionales nunca habíamos gozado. Leí en un periódico que "Nació el blockbuster venezolano" y creo que tienen razón. Ahora, que la película tiene algunos clichés? Si. Que si estoy de acuerdo de usar un malandro como héroe? No estoy de acuerdo. Pero, en el fondo me entretuvo la película (que es lo más importante). Con un ritmo fenomenal (cosa que la mayoría de las pelis venezolanas no logra) y mordí todos los giros de la historia (no me pareció predecible).
En conclusión, La Hora Cero, es un paso hacia adelante a un cine venezolano más evolucionado. Buen reparto, buen guión, buena música, buenas escenas de acción, buen sonido, buena edición... Si bien yo estoy cansada de ver películas con malandros y policías, ésta en particular la disfruté mucho. Aplaudo a cada uno que participó en esta producción.

El año 2010 ha sido un gran año para el cine venezolano, una prueba de esto es esta película. La hora cero es una película comercial, bien hecha, que nos relata una historia interesante, la cual logra lo que quiere, controlándonos así y mantenernos en tensión cuando quiere mantenernos en tensión, haciéndonos reír cuando nos quiere hacer reír y llegándonos al corazón cuando quiere llegarnos al corazón.

Si, La hora cero es una película muy bien lograda y aunque tiene sus bajos con respecto a las interpretaciones y varias cosas del guión que no cumplen. La película se puede considerar como una buena película y sin duda gustará al público en general.

Así que al cine venezolano sacar películas cómo esta, nos demuestra que éste ha evolucionado, de ser un cine mediocre que saca pocas (hasta ninguna) películas al año. A ser un cine más profesional que no solo se conforma con sacar películas específicas con bajo presupuesto que intentarán sobrevivir en las salas de cine; sino que saca películas de calidad, con un presupuesto alto, que va a por todas, con la intención de llenar las salas de cine.