Mejor que el chocolate (Better Than Chocolate)

Me hizo pasar un rato estupendo y reirme bastante, ideal para una tarde de domingo. Sin pretensiones, sin demasiada profundidad lo mejor de esta película es su naturalidad a la hora de ser contada y su frescura. El retrato del universo gay en su complejidad perfila a cada uno de los personajes que por otra parte, no se alejan demasiado de ese cliché de femme, butch, travesti etc. pero insisto me encantó.

Le costó encontrar su registro. Amagó con el drama, perseveró en su comedia implícita y explícita y finalmente se decantó por esta última. No es un error, no llega a serlo pero su función principal llegamos a verla al principio, y no sobre el final, cuando la afectan demasiadas subhistorias de idéntica temática.

Hay un acierto tamaño familiar, y es justamente el de comportarse cual peli apta todo público, dirigida para la familia en su totalidad pero orientada por otro lado hacia un sector específico. La aparente contradicción terminó por no ser tal, aunque su espíritu liberal e indie culmina por imponerse por sobre el aire masivo que amenzaba previamente.
Es su tono cómico desenfadado y desprejuiciado lo que confunde para bien. Ahí dices "pero maneja los tonos de enredo de una peli para toda la familia" hasta que se topa con su talón de Aquiles: su crítica igualmente descafeinada para con ese sector perjudicado y discriminado de la sociedad. No es país para los estrechos de mente, y se la juega con su dramatismo haciendo ver que en el fondo aún quiere ser liberal, no popular. Sus gags la redimen, y la madre se boicotea constantemente entre la genialidad y la sobreactuación. No es problema de la madre: la peli "habla de más", justamente buscando dignificar esa parcela de personas que ya actuando como actuaban se dignificaban solas.

Y es que el espíritu minorista termina por imponerse. Que raro, a mi me gustaba lo popular y contradictoriamente masivo que transpiraba esta cinta.

Una película del montón para ver cualquier tarde sin grandes pretensiones. Divertida, entretenida, no ahónda en temas serios ni lo pretende, toca vagamente algunos aspectos negativos de la homosexualidad o la transexualidad, así como por momentos amenaza con volverse dramática; pero en realidad no pasa de divertida, lo cual, a veces, se agradece.

Nos imitan en países forasteros. Esto es incuestionable.
Tengo la percepción de que vislumbro algo, y deduzco invariable, y seguidamente: ¡Lo está presentado como un film de Almodóvar! ¿O es una chifladura mía?
El ser un referente internacional es algo adorable; aunque muchos foráneos desorientados se matarían si apreciasen la convulsión tan imposible que hay aquí, en este Estado nuestro; pues no la resistirían… Ja, ja…
En fin… La peli es un ‘calco’ cien por cien. Es chistosa, gustosa, moderada; aunque el embate irremediable de algún inconfundible cafre, que me embaraza a mí tanto, contra gays deja constancia aquí también; y es que no admito la tragedia; pero constituye el 10 por cierto del celuloide felizmente…
Y es que un gay puede sobrevivir sin haber de chocarse con algún bruto prehistórico, que le haga sentir un gusano peripatético; dichosa, y prácticamente durante las 24 horas del día, hoy por hoy.