Eastern Plays

Y es que Bulgaria fue, exceptuando a las viejas repúblicas soviéticas, la sociedad que más acusó la caída del comunismo. Como socio preferente de la URSS en el ámbito del comercio y con una economía fuertemente centralizada, al desplomarse el ente político-económico del que dependía en un 90 % de sus actividades económicas también lo hicieron las esperanzas y negocios de cientos de miles de personas, a lo cual se sumó una carencia tremenda de productos básicos, desde alimentos a medicinas, por no hablar de repuestos para la industria ligera y pesada o la energía.

Todo eso ayuda a entender lo que nos muestra la película, mucho más cercano y comprensible para un búlgaro, por supuesto. Uno de los temas fundamentales de la película es la lacra que ha supuesto la heroína para las sociedades de Europa oriental, aunque aquí se centre en el caso de Bulgaria. Un fenómeno que está por estudiar es la especial incidencia que esta droga tiene en las sociedades con un mínimo poder adquisitivo que están sufriendo profundos y dolorosos cambios políticos y socio-económicos, es decir, reconversiones industriales y adaptaciones al sistema neoliberal impuesto por el comercio internacional que empujan a cientos de miles de personas a la más absoluta miseria, por hablar sin eufemismos. Pasó con España en los difíciles años 80, buena muestra de ello es el cine quinqui ("Deprisa, deprisa" o "El pico"), reflejo cinematográfico de años difíciles para nuestro país que se cobraron la vida e ilusiones de tantas personas. Muchos jóvenes tuvieron la desgracia de nacer a la vida en esos momentos de cambio que, pasado el primer momento de euforia, dejaban poco lugar a la esperanza, como vemos en el caso de Georgi o Christo. Este último intenta entender cómo acabó convirtiéndose en alcohólico, no es capaz de responderse porque dicha respuesta está en todo aquello que le rodea, aplastándolo sin remisión. Necesita algo en lo que creer, algo a lo que aferrarse, exactamente tal y como le dice al psiquiatra, eso mismo explica que su joven hermano acabe flirteando con un movimiento neonazi apoyado por los poderes fácticos, que encuentran en esto un modo de mantener ocupada y cohesionada a una juventud para la que no existe esperanza a la vuelta de la esquina; el fin es evitar que piensen y mientras tanto ofrecer una cabeza de turco - nunca mejor dicho - que explique los eternos problemas nacionales.

Finalmente Christo, abrumado por ese entorno asfixiante que ha consumido sus fuerzas año tras año decide seguir el mensaje de la canción y convertirse en un pequeño punto en el mundo al sumergirse definitivamente en Estambul, una gran ciudad allá donde las hayan, en busca de aquello a lo que cree poder aferrarse: la esperanza en el amor que cree haber descubierto en el fondo de los ojos de la bella y joven muchacha turca, Isil, brillante como el Sol.

Christo por momentos resulta tedioso, odioso, detestable, luego pasas a sentir lástima, empatía, esperando a que finalmente consiga su susodicha y cuestionable redención. La música de piano durante los instantes finales del film siguiendo a Christo durante los últimos momentos hasta el final hacen presentir lo peor.

Todo acaba cuando te enteras de que Christo Christov es totalmente real y que murió tras terminar el rodaje de la película a causa de una sobredosis. Su actuación sorprendió en muchos festivales por lo humano, representativo y personal de su actuación llevándose los premios a mejor actor en los festivales de Tokyo y Brastislava.