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Voto de Dr Natalio:
6
Drama Georgi es el típico chico de instituto en busca de una identidad que, carente de guía, termina juntándose con la gente menos conveniente. Itso es un ex-adicto a las drogas que está sometido a una terapia que lo sumerge en cerveza. A través de ambos vemos la Bulgaria post-Guerra Fría, su libertad y también su confusión. (FILMAFFINITY)
15 de febrero de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Eastern Plays" es cine contemporáneo y procede de un país -Bulgaria- poco característico por su cine, pero perfectamente podría ser de otro sitio y de casi cualquier época. La historia tiene lugar en un barrio obrero de Sofía, donde un adolescente rebelde de familia desestructurada comienza a frecuentar amistades poco recomendables: grupos de corte xenófobo que se dedican a apalear gente en un país donde el odio al extranjero (musulmanes, gitanos, etc.) es alimentado desde el estamento político y la violencia comienza a resultar preocupante. Su hermano mayor, dibujante ex-toxicómano y alcohólico en período de desintoxicación, lucha a su vez por salir del infierno personal en que se haya metido mientras trabaja en un empleo miserable. Ambos terminarán coincidiendo en un encontronazo callejero: uno como agresor, y el otro como agredido mientras trata de auxiliar a una familia turca. Situación que motivará en ambos el replanteamiento de su desdichada situación.

La película, un drama moderno que fácilmente se reconoce en cualquier parte, peca a veces de cierta falta de ritmo y algunas escenas quedan un tanto desconectadas, pero por lo demás se narra la historia de forma nítida, sin artificios ni banalidades, mostrando un escenario descorazonador y sugiriendo sólo tangencialmente a los culpables de tan deplorable tinglado. Aquí se muestra una historia común de marginalidad, violencia, miseria y desesperanza, de forma amarga y seca. Una historia lamentablemente frecuente sobre las vidas grises y sin horizonte de todos esos protagonistas anónimos que forman las decadentes sociedades de hoy día. Y lo hace sobriamente, mostrando lo esencial, transmitiendo una sensación de hastío, fracaso y desazón, pero también un pequeño resquicio de optimismo. A veces duele, pero merece la pena verla, y además la actriz que interpreta a la joven turca (Saadet Aksoy) es una auténtica preciosidad.
Dr Natalio
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