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Metal: A Headbanger's JourneyDocumental

Metal: A Headbanger's Journey
7,5
1.585
Documental Sam Dum es antropólogo y fan del metal, él se embarca en un viaje épico al corazón del heavy, su misión es descubrir el porqué este tipo de música ha sido desde siempre esteriotipada y condenada a la vez que ha sido aplaudida apasionadamente por millones de fans. (FILMAFFINITY)
Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
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6
30 de abril de 2009
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Documental hecho por metaleros y para metaleros. Llama la atención el enorme ego de algunos músicos y el profundo retroceso mental de otros, por el contrario personalidades como Dio, Rob Zombie, Alice Cooper y muchos otros aportan con gran acierto y sensatez su visión sobre diversos temas sobre la cultura metalera.
El documental no es nada del otro mundo pero basta con que simpatices con el heavy o el rock para que pases un buen rato viendo las entrevistas a grandes personalidades del género.
Se intenta hacer un superficial estudio sociológico sobre esta música que tanta pasión y a la vez rechazo provoca, sus fans, su origen, curiosidades…

Es prácticamente imposible entender el Heavy si no has estado dentro, por unas circunstancias u otras uno acaba por tomar un camino y yo elegí el metal. Siempre me he considerado heavy pero con los años he conseguido abrir los ojos y ser simplemente yo mismo. ¿Merece realmente la pena entregar tu vida a un estilo de música?, pienso que no, me parece absurdo que todo en la vida de alguien giré en torno a una temática, por mucho que te guste, ¿por que tienes que tener una manera estándar de pensar, vestir o reivindicar?, tu entorno no debe de girar alrededor de una música, te perderías infinidad de cosas que te pueden enriquecer como persona y dejarías de conocer muchísima gente interesante.

Es de obtusos cerrarse en algo y rechazar todo lo demás, en vez de reforzarte te hace más débil y pobre en experiencias y en relaciones personales en general. Esto que comento, por supuesto no solo es aplicable al “metal” sino también a cualquier grupo de tribus urbanas, ya sean raperos, punkis, maquineros, emos, alternativos…cada grupo con su jerga, temática, estética y su autocomplacencia. Todos como ovejitas intentando ser diferentes y sintiéndose muy especiales por el mero hecho de pertenecer a una comunidad, de alguna forma estos grupos me parecen una especie de sectas, que atrapan a la débil juventud y los educan a su imagen y semejanza, dejándolos prácticamente sin valores ni inquietudes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A pesar de sentirme cada vez mas alejado del heavy sigo teniendo simpatía hacia esta música y su entorno, imposible olvidar las horas y horas escuchando grupos y asistiendo a conciertos semana tras semana, demasiados recuerdos como para olvidarlo, la adolescencia entera y gran parte de la niñez las he pasado escuchando metal y hard rock compulsivamente.
De manera gradual fui dejando el metal pesado por metal mas elaborado, me empecé a interesar por grupos roqueros de los 70, pasando por el rock progresivo, el psicodélico o el blues y poco a poco fui adiestrando mis oídos para cualquier tipo de música. Al mismo tiempo te vas dando cuentas de que no necesitas las ridículas pulseras de pinchos ni la esperpéntica camiseta de Iron Maiden que además te hace sudar como un cerdo en verano, y ¡¡tachaaaan!! de repente un día te das cuenta de que eres libre, ya puedes empezar a ser tu, tal vez a ser algo diferente, porque escuchar metal no te hace especial ni superior a nadie, simplemente te hace un fanático más, que entrega su vida a algo que piensa que es lo único que lo motiva social y musicalmente.

Lo que comento no deja de ser una visión subjetiva sobre un mundillo al que de alguna forma he pertenecido, lógicamente cada persona tiene sus vivencias y su forma de entender la vida y tendrá su visión. A día de hoy la estética heavy me ha saturado, lo grotesco me parece bien pero esa falsedad de culto al diablo o a la muerte ya me parare ridículo así como las espadas y todo eso. Ya me resulta imposible escuchar un grupo de metal extremo, power o incluso trash (salvando algún clásico) ni que decir del black o el death, que pasan directamente a un patético salvajismo que poco tiene que ver con la música.
No quiero criticar el metal, hay grupos impresionantes, algunos de los mejores músicos del planeta tocan heavy, pero si me opongo a todo lo que no es estrictamente musical, pura parafernalia de marketing, negocio lleno de payasadas que no aportan nada.
Córtate el pelo, quítate la camiseta negra de tu grupo favorito y deshazte de todos los accesorios de tu cuerpo y quizás puedas ser más heavy que todos los que lo aparentan o lo quieren aparentar para sentirse únicos y arropados por los suyos, si nos es mucho pedir indaga diferentes estilos musicales y conoce toda la gente que puedas fuera del circulo metalero y ya sencillamente no necesitaras ser heavy.
7
27 de septiembre de 2008
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy buen paseo por la historia del Heavy Metal y sus tendencias. Si fuiste uno de esos que vibró con Iron Maiden, alucinó con Ozzy Osbourne, se sacudió con Metallica, gritaste con Dio, fuiste criticado, te llamaban raro, tienes muchas franelas negras, tocas algún instrumento, alguna vez tuviste tu cuarto empapelado con estos tipos, etc. Es una buena alternativa para ti... Cuando terminas de verla te provoca escuchar todos tus viejos discos de Heavy Metal, subir el volumen y shout clear and loud... Let me hear you!!! .
Gus
10
20 de diciembre de 2010 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si algo derrocha este documental es pasión. Un documento realizado por alguien que ha mamado el heavy, que exprime sus conocimientos, sentimientos y vivencias y se rodea de algunos de los más grandes ídolos del Metal como Dio, Dickinson, Dee Snider…quizás no están todos los que han hecho grande el género pues echo de menos sobre todo a los Europe, Guns N´Roses o Megadeth entre otros pero eso exigiría de un documento de varias horas o varios monográficos.
Cualquiera que haya sentido el heavy como algo especial (ya no digo fundamental) en su vida debe sentir regozo con su visión, no creo que sea excluyente sino identificatorio, un distintivo del carácter y la personalidad de los que nos deleitamos con este género y hemos asistido a este tipo de espectáculos en directo.
No he sido nunca partidario de las "etiquetas" aunque en este aspecto el análisis es bastante esclarecedor con un buen árbol genealógico.
Para alguien que empezó con una cinta del "Nevermind" allá por el 93 que pudo escuchar 50 veces la primera semana, y que creció con esta música como referente incluso esperando colas para ver a sus ídolos leyendo el Kerrang o Heavy Rock en espera de un autógrafo (memorable aquella en el Madrid Rock de Gran Vía en verano con camiseta de los Maiden y buenas greñas para ver a Helloween) o estando lo más cerca posible del escenario para que te pisaran de lo lindo, esto es una obra que hay que votar con el corazón y ahí voy yo: un 10 como una catedral, ya lo decía Helloween cuando se estrenaron;
"Heavy Metal is the law that keeps us all united free
A law that shatters earth and hell
Heavy Metal can't be beaten by any dynasty
We're all wizards fightin' with our spell".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hacía tiempo que no acababa en una peli viendo hasta los títulos finales pero el "Master of Puppets" me ha dado pie a un tranquilo repaso.
8
11 de enero de 2012 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
(CRÍTICA REVISADA)

Sensacional documental (aunque tiene errores, que comentaré en el spoiler) para los fanáticos del rock y sobre todo del heavy metal, una música que para muchos no sólo es música: es un estilo de vida, una forma de aunar gente bajo un mismo estandarte musical y hacer que se estremezcan las paredes de tu casa escuchándola a todo volumen.

Los testimonios de grandes figuras como Bruce Dickinson, Lemmy o Dee Snider, entre otros, hace que la gente que no esté muy familiarizada con esta música la conozca un poco más y se quite prejuicios del estilo de: "Esta música es satánica", "Los heavies son unos guarros" y demás tonterías sin sentido.

En pocas palabras, recomendable para los no iniciados en esta música y para los iniciados también.

Voy a preparar el spoiler:
Por ejemplo, en el árbol de clasificación del metal, creo que se menciona al industrial (ahí tengo mis dudas) y al grunge (WTF?!) si mal no recuerdo.
Por ello, en lo que a mí concierne, debo decir que los genuinos géneros del metal son (acompañados con algunos ejemplos de bandas):
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-Heavy Metal (Iron Maiden, Saxon, Judas Priest, WASP, Manowar, Barón Rojo etc...) El género que inició todo. Hard rock más pesado y algo más rápido.

-Speed Metal (Exciter, Not Fragile, Muro...) Heavy Metal más acelerado.

-Power Metal (Helloween, Blind Guardian, Gamma Ray, Jag Panzer, Helstar...) Heavy Metal potente y “melódico“. Su temática está centrada sobre todo en historias épicas, pero hay de todo. Se puede dividir también en sinfónico, épico y neoclásico, aunque hay más.

-Thrash Metal (Overkill, Metallica, Megadeth, Slayer, Anthrax, Exodus, Testament, Nuclear Assault, Holy Moses, Kreator, Destruction, Sodom, Tankard, Artillery, Fuck off...) Heavy metal rápido y agresivo sonoramente, fuertemente influenciado por el hardcore punk. Consecuencia de la influencia del hardcore, las letras son de crítica social, guerras, política y todo lo relacionado con lo antisistema. A su vez se divide en Groove metal, Crossover thrash metal.

-Death Metal (Death, Obituary, Morbid Angel, Deicide, Cannibal Corpse...) Derivado del thrash metal, acentúa más la distorsión en las guitarras, la batería se vuelve más rápida y las voces se hacen guturales. Su temática puede ir desde el satanismo, hasta el gore, zombies, enfermedades, locuras... También se puede dividir en Brutal death metal, Melodic Death Metal, Grindcore, entre otros.

-Black Metal (Bathory, Mayhem, Burzum, Immortal...) Fuertemente influenciado por sonidos extremos como el thrash, el punk y demás subgéneros extremos y sucios. A su vez lo podemos dividir en True Norwegian Black Metal, Pagan Black Metal...

-Doom Metal (Candlemass, Saint Vitus, Reverende Bizarre...) Heavy metal con ritmos muy lentos, pesadas y distorsionadas guitarras que crean una atmósfera lúgubre y siniestra. Dio origen al Gothic Metal, Stoner Metal, entre otros.

-Progressive Metal (Queensrÿche, Triosphere, Crimson Glory...) Heavy metal con continuos cambios de ritmo y arreglos que hacen que cada canción sea una obra compleja y trabajada.

A su vez, cada uno de estos subgéneros puede ser technical (técnico, con melodías y ritmos complejos), brutal (con ritmos muy brutos y machacones), etc...

También existen cosas como el death-thrash, que es un tránsito entre el thrash y el death metal, con bandas como Possessed o Sepultura.

Cosas que no considero metal: Glam Metal (es solamente glam rock pero más potente, pero no digo que sea malo), Industrial Metal (mezclarlo con electrónica... ufff... no sé, no sé), Nü Metal (mezclar rock con rap, la verdad que no, esto es rapcore) y muchos grupos del llamado Alternative Metal (como SOAD, que me gusta, pero no la considero metal, tiene más de aggro rock) o el metalcore.

Bueno, no soy un gurú del metal ni mucho menos, pero espero que este spoiler oriente.

Saludos.
8
24 de agosto de 2020 Sé el primero en valorar esta crítica
Documental estrenado en el Toronto International Film Festival que realiza una exploración antropológica e histórica sobre la cultura del Heavy Metal. Sam Dunn es el presentador de este filme, amante de este tipo de música desde su preadolescencia, estudió antropología en la Universidad y aprovechando esto, es que se introduce a investigar un mundo que no había sido indagado de esta forma al menos en un filme.

Dunn, que es la cabeza del proyecto, inicia con una introducción muy biográfica, para pronto realizar un muestreo histórico visto muy por encima, sobre los orígenes y géneros, entrevistando a involucrados, sin embargo, esto lo complementaría con una serie documental seis años después, Metal Evolution (2011).

Incluso esa parte histórica va relacionada con la idea central que tiene el relato, el estudio de los seguidores de este género musical, con todas sus variantes, ¿por qué esta música los atrae? ¿qué significa para ellos? Así como las formas que estas tienen en ellos: vestimenta, actitudes, signos y demás.

Por supuesto no podían faltar los señalamientos en contra de esta música y sus seguidores, así como acusaciones de satanismo, que en realidad se puede incluir únicamente dentro de un subgénero que es bastante extremo, por lo demás, es una cuestión más de mercadotecnia y de precisamente, provocar a esos grupos y personas con la finalidad de que se sientan aún más aludidos.

También da espacio al papel de las mujeres en este ambiente, primero con las fanáticas, ya que la música en un inicio era categorizada para hombres y cuando se introduce a la mujer, es de una forma sexualizada o en forma de Groupie, termino utilizado para aquellas chicas que se iban de gira con la banda, fenómeno que se daba desde los años sesentas.

La connotación que eso tiene es que son utilizadas como objetos sexuales y únicamente para satisfacer las necesidades de los varones, en viajes llenos de excesos (alcohol, drogas, sexo), esto es una verdad a medias, porque no se debe generalizar, pero en todo caso, se entrevista a una afamada Groupie que defiende el movimiento y menciona que el interés por ser parte de un grupo de estos, recaía únicamente en ellas.

Además, Dunn las visibiliza dentro de la escena musical, con entrevistas a Angela Gossow vocalista de Arch Enemy (que abandonó la agrupación tiempo después), a un par de miembros de la banda Girlschool pioneras del NWOBHM y a otra leyenda como es Doro Pesch, dándole a las mujeres un espacio más que merecido y que en ocasiones es obviado.

Hay otra idea muy interesante relacionada con la masculinidad dentro del metal, este es el homoerotismo, presente en algunos rasgos como la vestimenta (el cuero, licras) y que posteriormente, se va a transfigurar aún más con la aparición en escena del Glam Metal, con músicos maquillados, usando zapatos con plataformas o encaje en su vestimenta, rasgos que se identifican como del género femenino.

Es claro que entonces, algunas vertientes de este enorme género musical, se han encargado de romper tabúes y quebrantar la lamentable fragilidad de la masculinidad, presentando elementos muy contradictorios a la figura que por lo general se transmite del “metalero”: greñudo, tatuado, descuidado y varonil.

Un valioso documental, al que no se le pueden dejar pasar sus reflexiones finales y especialmente, las ideas de como esta ha ayudado a la juventud, aquellos que crecen en contextos solitarios y complicados encuentran en esta música una escapatoria a sus realidades.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
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