Estigma

Esta película tiene sus cosas buenas y otras no tan buenas.
Su mejor baza es el argumento, una interesantísima historia de misterio que mezcla temas muy sugerentes. Religión, ciencia y fenómenos paranormales se mezclan en una trama con muchos matices. Tan interesantes son las manifestaciones extrañas de la estigmatizada como los diálogos que mantiene con el cura o las escenas en el Vaticano y la investigación en Brasil. Todo un compendio de temas muy atractivos. De hecho hay algún que otro momento que puede hasta dar miedo.
Pero aunque lo que cuenta está muy bien, la forma en que lo hace ya no tanto. El director tiene un estilo narrativo muy raro. A la hora de mostrarnos los fenómenos extraños y de estigmatización, la cámara no para de moverse, con planos muy bruscos y un montaje muy confuso que es más propio de un video musical que de una película. Esto descoloca un poco al espectador y creo que no transmite la emoción que debería. Tampoco tiene unos efectos especiales demasiado espectaculares, la verdad sea dicha.
Otra pega que le veo es su banda sonora. Tanto los temas compuestos como las canciones son horrorosas y están muy fuera de lugar siempre. No hay ninguna música que esté acertada.
Pero afortunadamente los actores salvan la situación. Los dos protagonistas realizan un buen papel. Están muy creíbles.
Pero como digo, lo más interesante es el argumento, al que se le puede sacar mucho fruto. Hay debate entre ciencia y fe, dilemas morales, así como una fuerte crítica a la Iglesia.
Uno de los mejores thrillers de misterio y religión que he podido ver hasta ahora.

A este filme a hay que separarlo en dos partes por su destacada diferencia: por un lado, el aberrante argumento y por el otro las formas desarrolladas.
Antes debemos distinguir en el discurso un explícito ataque a la burocracia eclesiástica, un fuerte cuestionamiento a la "rigidez" conque se maneja el Vaticano. Sí, el ataque apunta a altas esferas de la Iglesia Católica cuestionando su accionar oscuro y corrupto en cuanto a cuestiones de fe. El discurso se apuntala en un hecho particular de ocultación de evidencias que comprometen la estabilidad y solemnidad del organismo religioso.
Para eso desarrolla un guión que redunda en insoportables mamarrachos teológicos. En primer lugar, se intenta mezclar todo con contrastes evidentes: "el estigmatizado es una persona muy devota y religiosa". Entonces vemos que la víctima de los flagelos de Cristo será una chica de vida licenciosa y viciada en los placeres mundanos. ¿fundamento? Ninguno, contradecir la normativa religiosa supongo. Estoy de acuerdo si la idea era criticar a la Iglesia, pero podrían haber utilizado un planteo más fundamentado y prolijo, pero ensuciar los conceptos teológicos con aberraciones espirituales no es el camino que un espectador inteligente y perspicaz esperaba. Ya se ve lo mismo en "Devorador de pecados", otro fracaso en desestabilizar las cuestiones sacras.
Encima en este filme aparecen escenas hurtadas de otras como la levitación de la víctima, flagrante choreo a "El exorcista", el tema de la conducta de la estigmatizada que agravia con un repertorio de blasfemias al sacerdote y muchas más que denotan una coincidencia con el exitoso filme de William Friedkin.
Más confusiones aportan el hecho de que la estigmatizada en vez de santificarse más bien parece poseída por el diablo, al presentarse con caras deformadas (otro robo) y al no soportar las cruces y demás bártulos religiosos.
Ni hablar de lo irrisorio que me resultó cómo se intenta demostrar la podredumbre interna de los estamentos de la Iglesia al ver a la curia hablando por celular en códigos y mandando email encriptados como agentes de KGB o CIA. Por favor, qué gracioso que resulta este mamarracho! Como así también la infaltable exacerbación de las escenas con toques de efectos visuales alucinantes y bien desarrollados estéticamente.
El otro aspecto que debo destacar es el de las formas en que se desarrolla el filme, grandes actuaciones en protagónicos, una sublime ambientación y en ciertas escenas hay momentos intensos que adquieren verdadero valor extra a pesar del bochorno que intenta expresar de fondo. Excelente fotografía y mejor música y soundtrack que hacen amenos algunos pasajes si soslayamos la esencia trastocada y volada del filme.
Para entretenerse con algunas buenas escenas a las que Hollywood nos acostumbró, pero de fondo sólo expone de manera confusa un ataque a la dogmática postura eclesial.

Haber por donde empiezo.....esto es como el que tiene un montón de papeles desordenados en la mesa y no saber que hacer para ordenarlos porque están todos mezclados. Poco que salvar de esta aburrida cinta, y es la nota negativa, es muuuuuuuuuy aburrida, anodina, con un argumento que nos lo intentan vender de novedoso pero que se desarrolla de manera que ya hemos visto miles de veces: mujeres poseídas hablando en un idioma que no conoce y haciendo movimientos extraños en una cama......no es ninguna porno, es una película de posesión sólo que en ésta pues bueno....se reproduce en el cuerpo de la chica las heridas que sufrió Jesús en su pasión.
Marcha todo bien al principio, buen argumento, buen comienzo con la investigación del sacerdote de una estatua que llora sangre (un poquito como El tercer milagro, pero bueno), pero lo que empieza bien se empieza a desvanecer poco a poco con escenas de mucha sangre, que se llega a pensar, ¿en serio una persona puede sangrar tanto?, pero bueno, hemos visto muchas películas de gente sangrando, no será en esta donde me lo cuestione, tengo que dejarle margen, pero ya viendo las actuaciones de los actores ya no le di ninguna ventaja y catalogué esta película de bodrio cinematográfico con tintes de El exorcista, pero que no le llega a la cinta de la joven Regan ni a la suela del zapato.
Otra cosa que no entiendo, ¿por qué solo se poseen a las mujeres? No se, me parece todo tan extraño en este tipo de películas que la verdad, se debería de haber quedado en El exorcista y ya está.

"Stigmata" tiene un comienzo atractivo a caballo entre la intriga religiosa, lo sobrenatural y las posesiones diabólicas, pero entre estigma y estigma la película se va disolviendo en una cosa totalmente falta de imaginación que no va a ningún lado. Bueno sí, a la defensa de una vaporosa religiosidad personal que no es más que un pretexto para fustigar a la Iglesia Católica. Por si fuera poco, el final es desastroso. Después de lo visto te se queda cara de tonto. Sí, se aproxima muchísimo a una tomadura de pelo. No voy a desvelar el pastel, pero sí que de todas las opciones para explicar los extraños sucesos que experimenta Frankie (Patricia Arquette), el director se decantan por la más inverosímil, ridícula y fantasiosa de todas (SPOILER). Tanto, que deja a Dios como un auténtico principiante.

Con lo dicho se entiende que "Stigmata" no funcione ni como película de suspense ni como obra "herética" pese a que haya ideas que son interesantes. Por ejemplo, me gustó que ella fuera una atea con una vida normal y corriente. Incluso, la denuncia a una Iglesia hiperracional que se echa a temblar cuando ve algo cercano al milagro. Como que son casi los primeros en desmentirlo vaya que piense alguien que son oscurantistas y no unos avanzados. Pero Rupert Wainwright se pone en evidencia al tratar de ir más allá. Este señor, o cree que los espectadores somos tontos, opción posible, o no tiene ni idea de teología. Señores, este "Evangelio de Tomás" es de dominio público, cualquiera lo puede leer y si lo hace podrá ver que no tiene absolutamente nada corrosivo o herético.

Otra cosa es la manía progresista de querer hacer de la Iglesia Católica la casa de Tócame Roque. Pide uno en "Stigmata" una religión sin intermediarios entre Dios y el hombre, sin iglesia y ministros. Pues me temo que esto ya existe y se llaman Cuáqueros, los cuales no tienen ni ministros, ni jerarquías, ni dogmas. Así que quien quiera, puede apuntarse aunque una religión tan laxa debe ser forzosamente muy minoritaria. Esto no quiere decir que sobre el catolicismo no haya muchos aspectos sobre los que se puede discutir seriamente, de ahí la gran fragmentación del cristianismo en tantas iglesias. Pero estos lo que quieren en el fondo es que se apruebe el matrimonio gay o la igualdad de la mujer. Y me temo que esto no lo van a encontrar en ningún evangelio apócrifo por muy raro que sea.

Sobre la pareja pratogonista destacaré a la guapa Patricia Arquette. Aún así merece una especie de reprimenda y no porque a sus 31 años no aparente ni de lejos los 23 que se le suponen. No, no es por esto sino por el look más espantoso que lleva en toda la película. Qué zapatillas de plataforma más horteras, qué uñas pintadas de colores más horribles, qué anillo de color amarillo más feo. La ropa tampoco ayuda para nada, especialmente con los complementos, el maquillaje es excesivo y hasta su casa te parece decididamente estrafalaria. Qué mal todo, por Dios. Compárese con los minutos finales que con la cara lavada y un sencillo camisón está muchísimo mejor. Claro que como en "Pesadilla en Elm Steet 3" no sé si alguna vez la volveré a ver igual de atractiva.

Se nota la finalidad de hacer una crítica a la iglesia como institución que moldea la verdad para mostrarla como conviene, preocupándose más por su poder presente y futuro que por una fe verdadera o una verdad completa.

La crítica se logra, pero la película falla. El guion es tirando a mediocre y hace una mezcla del tema de los estigmas, las posesiones, los mensajes divinos, milagros, falta de fe y similares sin demasiado control y de forma confusa. Casi parece una historia improvisada.

La dirección la veo normalita, quitando las escenas de los estigmas lo que resta no se sabe llevar bien. Las escenas de tensión se las carga una música cañera nada apropiada, y las interpretaciones no consiguen transmitir nada.

Aburrida y prescindible. Malamente se deja ver una vez, aunque las hay peores.