El profesor chiflado

Como muy bien han reconocido todos, "El profesor chiflado" se inspira en la novela corta de Robert Louis Stevenson "El Dr. Jekyll y Mr. Hyde" (1886). Solo que aquí el protagonista es un estrafalario profesor de química, Julious (Lewis), el que se transforma al beber la pócima de su invención en el galán Buddy Love.
Comedia basada en un humor demasiado histriónico y gesticulante que abusa de la caricatura deformada y ridícula. Son muchos los que se ríen y a quienes gusta este tipo de golpes, no hay duda, pero no es nuestro caso.
Sin embargo la cinta destila a la vez una comicidad tierna y amable en línea de los grandes cómicos clásicos, de ese humor que mueve más a la sonrisa que a la carcajada.
Hay quienes ven una crítica a la sociedad americana de los 60, al culto por el físico en detrimento de los valores éticos y morales de la persona. Pues mira que ahora tendrían tajo abundante para criticar con un gimnasio en cada esquina.
Los números musicales tampoco son nada del otro jueves.
Nos quedamos con las reflexiones de Julious que aconsejan "No quiero ser alguien que no soy", "Si no te aprecias a ti mismo, que aprecio puedes esperar de los demás.
Comedia interesante que recomendamos, aunque no todos se vayan a reír a carcajadas.

Comedia protagonizada por el gran Jerry Lewis que nos arranca buenas sonrisas, aunque la mayoría de los gags más efectivos se encuentran (sin duda alguna) en la primera media hora de la película. Realmente el personaje de Buddy Love se agota al poco de su presentación, pues quien da juego y le aporta toda la salsa a la película es el excéntrico profesor Klump. Además, la caracterización e interpretación del mismo por Lewis es sencillamente insuperable.

Argumentalmente es una mezcla de la historia del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde y La cenicienta, que se resuelve de manera bastante aceptable. Pero en ocasiones, como ya he indicado, ese personaje de Buddy se hace demasiado pedante, machista y falto de chispa. Sin embargo, Lewis consigue a su vez que el público se identifique con la versión "en feo". Por otra parte, la nota surrealista la protagoniza un pájaro que habla y que le reprende a su amo, el profesor.

Una película entretenida, pero algo irregular en la sucesión de escenas divertidas que se disfrutará más si no hemos visto previamente los lamentables remakes de Eddy Murphy. Desgraciadamente fue mi caso, y es que esas posteriores cintas se convierten en cierto modo en un lastre.

Jerry Lewis, como director, como actor sobre todo o como ambos siempre me resultó un individuo difícil de digerir. Mas hete aquí que como por arte de magia, el mismísimo Lewis dirigió e interpretó esta película auténticamente graciosa y a la vez profunda, sin duda su mejor comedia.

Lewis , como director de este largometraje, consigue construir una obra que forma parte ya de la historia de la comedia americana, a la vez que está en el recuerdo de quienes la hemos visto hace décadas. Película con gran oficio y ribetes de maestría. Porque la película, con el tiempo y conforme se vuelve a visionar, tiene lecturas y provoca reflexiones que hace más de cincuenta años no se hacían. El eje del film es un guión escrito por el mismo Lewis y Bill Richmond, en lo que es una aguda adaptación en tono cómico y cáustico de la conocida novela de Robert Louis Stevenson, "Dr. Jekyll y Mr. Hyde".

En el reparto sobresale, cómo no, Jerry Lewis en su mejor papel dentro de sus muchas y a veces insoportables humoradas. Lewis hace lo que sabe hacer, lo hace muy bien y la ventaja estriba en el guión, pues tener a Stevenson detrás es siempre una garantía.

Yo creo que Jerry Lewis hizo un arduo trabajo, logrando finalmente esta genial película que entró en la historia del cine de comedias e incluso también en la historia del cine americano. El filme, como ya he apuntado, no es mera risa. También busca revalorizar un concepto de sinceridad, de amor a lo genuino, esa idea de que lo más importante es ser uno mismo, sin añadidos, conservantes ni colorantes.

Reconozco, que , con independencia de la calidad que tenga el producto final, siempre he sido partidario del humor basado en los diálogos, y muy poco del basado en las situaciones. Quizás por ello, soy un rendido admirador de la antigua y moderna "sitcon" y en cambio, huyo como de la peste de las incursiones de "Mediaset" y los "Caballero" ( léase José Luis Moreno) en el humor español contemporáneo.

"El profesor chiflado", participa en ese sentido, de lo más "pánfilo" del humor situacional, y del discurso del más arraigado "slapstick" del cine mudo, para ofrecernos por ello, o a pesar de ello, momentos realmente memorables.

Lewis, constituye con habilidad un divertidísimo "collage" de recursos cómicos, que van desde un uso de la metáfora bien intencionada (y estupendamente servida), con conclusión moralizante, pero sin resultar empalagosa, ("Debemos agradecer ser lo que somos y no tratar de ser algo distinto"), hasta las referencias literarias, que aunque resultando tópicas, aquí se insertan de un modo deliciosamente hilarante (mito Jekill-Hyde), pasando por un descacharrante uso cómico del himno de los Marines (en un director que declaró ser profundamente respetuoso de la legislatura de los Bush), y todo ello servido en bandeja por gesticulación tan sobreactuada como desternillante y brillante por momentos.

"El profesor chiflado" es , sin duda, la "catarsis", por emplear una palabra no se si muy bien aplicada, del humor del Lewis más recalcitrante, o del Lewis que nunca fue tan "Lewis" como aquí. Con sus virtudes y sus defectos, y en este caso, tan increíblemente divertido...caray.

Un buen hombre es difícil de encontrar.
Es elegante y cuidadoso, perfeccionista, puñetero, esmerado, puntilloso, dotado, él, el payaso, y el principio es muy bueno. Así como es cierto que aburre a muerte y que la mayor parte del tiempo carece de enjundia, salero, es simplona, pueril, llena de momentos que no aportan nada más que un esfuerzo ímprobo, alfalfa, pienso, relleno, ella, la obra, y el final es bastante simpático.
La escena en la que habla al principio de todo con el ridículo gerifalte del colegio es una genialidad, un prodigio, ese silencio eterno, sillón divino. Casi toda las demás sobran, o faltan.
Domina/Doma su cuerpo, su gestualidad (lo borda en la transformación final), su jepeto, con mano de hierro, se contorsiona, babea, se retuerce, se dobla, deforma, entumece, contonea, pero eso no sirve para mucho o no es suficiente si la historia o vehículo, lo que cuentas muestras es tan tonto obvio, expurgado, sin fondo.
Y a ella da gusto verla, baba, babero, pero su amor o lo que (mierdas) sea eso es imposible por/más bobo.
Cartoon, cómic, viñetas, lo dicho, engancha, fascina, arroba, arrebata, arrebola, en la forma, en las posibilidades abismales o cualidades siderales maneras del en cuestión gracioso caricato ahogado en/por un guion raquítico estirado memo cariacontecido, para bebés recién nacidos, ternes, al dente.