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América, América

Drama Stavros es un joven griego cuya única obsesión es llegar a los Estados Unidos de América. El primer paso será ir a Constantinopla para conseguir las 110 libras turcas que necesita para comprar el pasaje, toda una fortuna para un chico como él. (FILMAFFINITY)
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Críticas 23
Críticas ordenadas por utilidad
8 de septiembre de 2007
26 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, porque ese es el mayor defecto de esta película, que después de una hora y media desencadena en aburrimiento y no vuelve a subir el nivel hasta la parte final. Eso es lo peor, porque por lo demás es intachable: intachable en dirección, en actuaciones (memorable el personaje del padre), intachable en técnica y calidad como la fotografía en blanco y negro o como la banda sonora. Pues eso, que si en vez de 180 minutos hubiera durado 150 (hay partes que sin sobrar se podían haber quitado para dar agilidad a la narración) sin duda hubiera sido un peliculón para ver de cuando en cuando. Sin embargo, con tanto metraje... lo ves una vez y te gusta, pero no apetece verla muy a menudo. Bueno, con reparos.
Anatómico Juan
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18 de junio de 2020
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comienza la película con una narrativa del mismo Elia Kazan sobre el asentamiento Griego y Armenio que había en la meseta de Anatolia, en Turquía, en los últimos años del siglo XIX. Dando su versión sobre lo que allí ocurría. Como convivían con el odio y desconfianza, así como los altercados que sucedían entre ellos. Pero pronto, centra su historia en Stavros, un joven griego que es el primogénito de una familia numerosa, que vive en la pobreza y cuyo máximo deseo es llegar a América. Stavros es, en realidad, el tío de Elia Kazan.

Con esta premisa, comienza la aventura narrada en el film sobre todo lo que debe pasar Stavros para llegar primero a Constantinopla (actual Estambul), y una vez allí, dar el salto a los Estados Unidos de América, deseo que es en realidad una obsesión.

El trabajo técnico del director es muy personal, gracias al uso de los primeros y cortos planos para ayudar a dramatizar las interpretaciones, y la fotografía te transporta eficazmente a cada lugar. Pero sin duda lo mejor del film, es el desarrollo del personaje principal, como va pasando de inocente y soñador a desconfiado y mucho más perspicaz, haciendo sentir con ello al espectador las calamidades que pasaron los emigrantes cuyo destino eran los Estados Unidos de América a principios del siglo XX, en este caso, de los griegos.

Es por tanto, en parte, una película biográfica o mas bien biográfica familiar del director, que también es el guionista, ya que el film está basado en su propio libro. Narra todas las calamidades y esfuerzos que tuvo que hacer su tío para llegar a América, y una vez allí, conseguir que toda su familia emigrara con él.

En definitiva, la considero una película que aunque bastante larga, es necesario visualizar todos y cada uno de sus minutos para explicar, aunque sea brevemente, todas las situaciones por las que tuvo que pasar el protagonista hasta llegar a América, haciendo por tanto partícipe al espectador de una de tantas y tantas historias que tuvieron que pasar los millones y millones de emigrantes que soñaban con la tierra de las oportunidades, como siempre ha sido considerada América.
Elcinederamon
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22 de noviembre de 2013
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando en su haber como director contaba ya con 15 películas para Hollywood, de las que al menos una decena tienen más que merecido el sello de la perennidad; y tras una encomiable trayectoria como director teatral (acreditada con tres premios Tony) donde alcanzó grandes éxitos con obras como “All My sons”, “La muerte de un viajante”, “Jacobowsky y el coronel” y muchas otras, Elia Kazan entró en un proceso de introspección que le motivó a escribir incesantemente… y entre los resultados de esta también productiva etapa, surgió el libro “América América” que se convertiría luego en su filme más personal, y en consecuencia, hablaría siempre de ella como su película favorita.

“AMÉRICA AMÉRICA” cuenta la historia del obsesivo anhelo de su tío Stavros Topouzoglou, quien, desde los 20 años, no tuvo otra idea en mente que la de viajar al continente americano. Y llegó el momento en que, la presión de la guerra con los turcos por parte de los armenios quienes no aguantaban más sus atropellos desde que invadieron la península de Anatolia, forzó a su familia a apoyarlo en su incesante anhelo, y acompañado por un burro, Stavros emprendió el largo viaje hasta Constantinopla donde luego tomaría el barco que le llevaría hasta los EEUU.

La aventura del tío de Kazan, es una travesía plagada de obstáculos, carencias, engaños, sufrimientos y violencia, pero donde también hay lugar para el acto solidario, para la amistad y hasta para el amor aunque éste no sea correspondido. Y en cada instante, Stavros será ejemplo de tesón y perseverancia como pocas veces se ha visto.

El filme tiene experiencias inolvidables (el viaje de Stavros y Vartan con la carreta del hielo, el encuentro de Stavros con Hohannes y su posterior amistad, la explotación de los cargueros, la sincera confesión con Thomna…), aunque también hay momentos en que se va haciendo larga y algunas situaciones resultan prescindibles.

La escena en que Thomna (Linda Marsh) se muestra sumisa ante Stavros y le dice frases como “Haré lo que me digas, ¡cualquier cosa!” se convierte en una clara reminiscencia de la escena en que Deannie hace lo mismo ante Bud en “Esplendor en la hierba”; la escena del paso ante el personal de inmigración en los EEUU, inspiraría la que hizo Francis Ford Coppola en su película “El padrino”, y uno de los planos de Stravros en el barco, lo veremos en el siguiente filme de Kazan “El compromiso”, donde será su padre el que será representado con una muy buena actuación de Richard Boone.

Como lo hiciera con Palance, Dean, Griffith, Remick, Beatty… de nuevo Kazan se atreve con un actor novel, y esta vez es Stathis Giallelis, un joven griego, el que cargará con un relevante personaje que estará en escena algo así como el 95% de la película, y esta dura ¡177 minutos! Y como era corriente, estando en manos de un gran maestro en la dirección de actores, Kazan logra que su actuación sea ampliamente convincente, al punto de que esto le abriría a Giallelis las puertas del cine internacional.

Una frase para recordar: ”En América eres alguien si tienes dinero, sino es igual que aquí. La vida está hecha para los ricos”.
Luis Guillermo Cardona
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14 de diciembre de 2014
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kazan cuenta la historia real de un miembro de su familia, la de cómo su tío llegó a Estados Unidos, por ende narra un cuento sobre el anhelo de migración para buscar mejores condiciones de vida, un relato que toca los problemas de las minorías, más específicamente de los griegos y los armenios cuando sus tierras fueron conquistadas por los turcos. Mediante una introducción narrada por el propio director nos cuenta que vamos a ver y nos da una rápida, pero excelsa clase de historia que rápidamente nos contextualiza.

El film se desarrolla a finales del siglo XX, se centra en Stravos (Stathis Gialleis), un adolescente que debido a la situación en la que se encuentra él y su familia, se ensaña en querer viajar a los Estados Unidos en la búsqueda del sueño "americano". Claro que este anhelo es cualquier cosa menos sencillo por la condicionante económica que tiene, su padre decide mandarlo a Constantinopla, teniendo como plan que se instale ahí y posteriormente toda su familia logre mudarse.

En este punto el protagonista inicia todo un periplo con más bajas que altas pero con el deseo intacto de emigrar. Se encontrará con muchos patanes que van enturbiando su andar y complicando el viaje que tanto deseaba. Kazan quien funge como guionista cuenta y dirige un film muy clásico en su planteamiento, una narración tradicional con una historia tan bien hecha que fluye con total claridad y sin mayores sobresaltos, pero es que ciertamente no son necesarios puesto que el hilo dramático que conduce el film está muy bien detallado y es completamente sólido.

Las intenciones del realizador son claras, presentar un producto que pretende ser un agradecimiento a la tierra que le abrió las puertas a él, su familia y miles más, Estados Unidos es un país levantado gracias a las enormes migraciones que se dieron en dicha época. Contrario a lo que esperaba, el énfasis que tiene el metraje se da en la lucha de por llegar a dicho país, dejando de lado la otra parte de la historia, la lucha que se da dentro del país por ir prosperando, gracias a esto vi una obra totalmente diferente a la que esperaba.

America, America es una enorme producción, film en blanco y negro con fotografía a cargo de Haskell Wexler, cuenta la odisea que vive el protagonista, interpretado en gran forma por Gialleis, presenta un manejo gestual perfecto, el tipo apuntaba a ser una gran estrella pero que a fin de cuentas no trascendió mucho más, al menos actuando, IMDB lo acredita en 10 títulos apenas. La ambientación es otro de los puntos altos, toda la zona rural, la pobreza contra la riqueza, la construcción de los personajes ayuda en esto, la zona costera de Constantinopla todo muy bien representado. Un gran film.
10P24H
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21 de enero de 2022
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impresionante, interesante y magnífica película que con algo menos de metraje y sin ciertas "idas de olla" sería una obra maestra. Basada en una novela del propio Kazan, quien cuenta la historia de su familia (Stavros, el protagonista, era su tío) por salir desde los desolados pedregales de la Capadocia turca (en el interior de la península de Anatolia) hacia Constantinopla y luego América.

No era turca la familia de Kazan, sino griega. Los griegos junto a los armenios vivian en dicha Capadocia desde poco después de Alejandro Magno, pero en el siglo XIX el decadente Imperio Otomano comenzó a hostigarles y marginarles como parias; en la película, que arranca en 1896, se reflejan muy bien los prolegómenos de lo que luego será el terrible Genocidio Armenio (1915-1923). En 1924 griegos y armenios fueron obligados a abandonar la nueva Turquía de Atatürk.

Elia Kazan se rodeó de actores poco o nada conocidos (a mí sólo me sonaba Frank Wolff, por los spaghetti westerns) para recrear la obsesión de su tío (estupendo Stathis Giallelis) permanentemente determinado a dejar esa miserable tierra en pos del sueño americano. Para ello, deberá pasar mil calamidades, sinsabores y desilusiones, llegando al límite del cuerpo y el alma, y también vemos cómo poco a poco va cambiando él también, con lo risueño que era al principio, siendo cada vez más frío e implacable...Diablos, a veces Giallelis parece un psicópata, con esa mirada.

Extraordinaria fotografía, magníficas localizaciones naturales, estupenda banda sonora y fantástica ambientación. El reparto en general está muy bien, e insisto, con algo menos de minutos y si no desconcertase un poco en el tramo final, la película sería excelente.
Ferdin
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