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X-Men: Apocalipsis

Ciencia ficción. Acción Desde el inicio de los tiempos Apocalipsis, el mutante más poderoso que ha existido nunca, era adorado como un dios mientras acumulaba los poderes del resto de mutantes convirtiéndose en un ser inmortal. Tras miles de años dormido, despierta en un mundo que no le gusta y por ello recluta un equipo, encabezado por Magneto, para acabar con toda la humanidad y crear un nuevo orden mundial. Pero el Profesor X, con la ayuda de Mística, se ... [+]
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Críticas 144
Críticas ordenadas por utilidad
18 de mayo de 2016
34 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Novena película del Universo X-Men (considerando también la adaptación de ‘Deadpool’) que continúa en manos de Bryan Singer, director de las dos primeras entregas de la saga y de la más reciente ‘Days of Future Past’ (2014). Hablamos de ‘X-Men: Apocalypse’, secuela de la recién mencionada, con la que prosigue el reinicio de la saga tras volver a escribirse la historia después del viaje al pasado de Logan.

Tras cambiar los hechos en 1973 evitando el surgimiento de los Centinelas, diez años después, Charles Xavier (James McAvoy) junto a Raven (Jennifer Lawrence) deben liderar a un grupo de jóvenes mutantes que hacen sus primeras armas en la Escuela para enfrentar lo que sería la amenaza más grande conocida: En Sabah Nur (Oscar Isaac), más conocido como Apocalipsis, un Dios del Antiguo Egipto, vuelve a la vida más poderoso que nunca, con la idea de crear un nuevo Orden Mundial y acabar con la raza humana.

No se puede esperar otra cosa de una película que en su nombre lleva la palabra “apocalipsis” que no sea desastre absoluto y grandilocuencia en pantalla, y eso es a lo que nos tiene acostumbrado Bryan Singer. Parto diciendo esto porque es innegable su poderío visual y casi imposible creer que esto no sería parte de un filme que, a priori, nos invita a ver una de las batallas más esperadas del Universo de los X-Men. Este show de efectos lo consigue con creces (no así la batalla) y no hay mucho que decir al respecto, sin embargo, es la historia la que nos queda debiendo sustancia, algo muy similar a lo acontecido con ‘Batman v. Superman’, no así con ‘Civil War’, que perfeccionó la fórmula.

Se hablaba que ‘X-Men: Apocalypse’ venía a darle por fin una conexión a la saga original y sus precuelas, tan cuestionadas por la gran cantidad de errores cronológicos, temporales, reemplazos de personajes, entre otros. Si bien esto es cierto en alguna medida porque somos testigos del nacimiento del grupo original de X-Men que conocimos en la película del 2000 con los que podemos hacer conexión, y a pesar de una más que interesante introducción al gran villlano Apocalipsis, la cinta comete el grave error de abandonar a este Dios Todopoderoso, el que podría haber sido aprovechado de mejor manera por sus implicancias divinas y filosóficas de cara a la dualidad humanos/mutantes, y lo limita a apariciones y diálogos obvios, intrascendentes, y que comete errores casi infantiles. Con esto, cuesta entender y aceptar este gran horror que infunde y las motivaciones del resto del reparto. Tanto así que bien podría haber sido cualquier actor el que interpretase a Apocalipsis y el resultado hubiera sido exactamente el mismo, en un evidente problema no de Oscar Isaac sino que del guión y las características dispuestas para el personaje. A partir de acá, nada funciona.

El entretenimiento está asegurado, especialmente para los más fanáticos y conocedores del cómic. El filme está lleno de referencias a la revista y resultaba un placer saber que volveríamos a ver a algunos clásicos nuevamente en pantalla, como Storm, Cíclope, Quicksilver o Jean Grey, así como nuevas apariciones de otros queridos personajes, como Psylocke, interpretado por Olivia Munn, sin embargo, la cinta también comienza a transitar por un camino confuso al poner tantos personajes en pantalla, muchos de ellos sin ningún motivo claro que justifique esta presencia en determinadas escenas, y la gran mayoría muy poco carismáticos, con los que se hace imposible sentir algún grado de apego.

El representar a personajes que ya fueron interpretados anteriormente en su versión adulta y de manera muy consistente, obligaba a conseguir lo mismo en sus jóvenes versiones, lo que está muy lejos de suceder. Con esto, el trabajo de Evan Peters (Quicksilver), Sophie Turner (Jean Grey), Alexandra Shipp (Storm), Nicholas Hoult (Beast) o la misma Olivia Munn (Psylocke) no pasan del hype y se deshacen en interpretaciones vacías y sin real importancia en pantalla, donde no existe ningún desarrollo del carácter psicológico de estos personajes. Cuando una cinta carece de estos elementos vitales y, sin embargo, tiene 130 minutos de duración, es porque algo no se hizo bien o, simplemente, la prioridad era otra antes de, primero, conectarnos con los que llevarán la acción en pantalla.

Después de ‘X-Men: First Class’ (2011), donde conocimos el origen del Profesor X y de Magneto en una recreación certera a la década de los ’70 llevando el cine de superhéroes por las vías del espionaje y la realidad (ficticia) histórica con densidad y espectáculo; y tras ‘X-Men: Days of Future Past’ (2014), de ritmo vertiginoso y complejo en su adaptación; ‘X-Men: Apocalypse’ no puede presentarse con una historia abordada de manera tan superficial y con personajes que debían romper la pantalla, pero que terminan siendo tristes elementos sin ningún tipo de valor de un argumento a ratos completamente inconsistente. De igual forma sucede con la batalla final, muy lejos de lo visto en las películas anteriores. La cinta ni siquiera nos regala grandes momentos por los que la podamos recordar (excepto la impresionante nueva secuencia musical de Quicksilver que viene a salvar la plata por sí sola, casi como una nueva marca de la saga). Un hecho que resalta esta situación es el forzado protagonismo de Raven/Mystique en la cinta, algo que cuesta entender según la historia original, que sorprende incluso por la curiosa mala interpretación de Jennifer Lawrence, y que sólo hace pensar que se debe a la importancia mediática de su presencia en la cinta más que por estrictas razones narrativas. Por otro lado, nunca Michael Fassbender con su personaje fue más desaprovechado como acá.

(sigue en spoilers sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Wladimyr Valdivia
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18 de mayo de 2016
29 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que no lo digo yo, que lo dice Jean Grey durante el film después de salir del cine de ver “El retorno del Jedi”. ¿Pullita de Bryan Singer a “X-Men: La decisión final” o aviso ante la que se nos viene encima? Juzguen ustedes mismos.

Como amante de los cómics este año tenía tres grandes citas con el cine. La primera, “Batman vs. Superman” no cumplió mis expectativas, aunque me entretuvo, ¿y qué más se le puede pedir a Blockbuster de estas características? “Capitan America: Civil War”, por el contrario, me decepcionó, y más después del hype generado por la crítica. Puestas mis esperanzas en la tercera, “X-men: Apocalipsis”, y con mucho miedo después de ser vapuleada por la prensa, me meto en la sala de cine. Y he salido encantada. Ni mucho menos es una obra de arte, ni una buenísima película, pero si una buena película de superhéroes, una película con mucha acción, increíbles efectos visuales, mutantes recién llegados de los que tenía ganas de ver sus orígenes (Cíclope, Rondador Nocturno, Jean Grey, Tormenta…), Y Mercurio (Evan Peters), ¡oh Mercurio! Al igual que en “X-Men: Días del futuro pasado” vuelve a protagonizar la mejor escena de la película que hará las delicias de toda la sala. ¿Errores? Unos cuantos que analizaré más adelante.

La película se centra en la década de los ochenta, diez años después de lo acontecido en “Días del futuro pasado”. Charles Xavier (James McAvoy) vive en la mansión junto a Hank McCoy (Nicholas Hoult) enseñando a jóvenes talentos a controlar sus poderes. Mística (Jennifer Lawrence) vaga por el mundo renegando de ser una heroína, mientras que Magneto (Michael Fassbenber) ha rehecho su vida en un pequeño pueblo de Polonia. Al mismo tiempo Apocalipsis (Oscar Isaac) un extraño y poderoso mutante comienza a renacer en busca de nuevos aliados con los que acabar con el mundo. ¿Podrán los superhéroes vencer a esta nueva amenaza? Qué pregunta más tonta, ¿no? ¿Vencerá el bueno al malo? ¿Ganará el protagonista la carrera final? ¿Llegará la caballería para salvarlos de los indios? Por regla general sabemos que sí, el cine nos lo ha enseñado a lo largo del tiempo, los buenos vencerán, solo falta saber como.

Una cinta más seria que las anteriores, generó pocas carcajadas entre el público más allá de alguna meta-referencia, chistes visuales, y el cameo más que esperado de cierto creador de Marvel. Una vez más el humor recae en Mercurio, cuyo carisma eclipsa al resto de personajes con los que comparte pantalla, y podemos perdonar que la mejor escena de toda la cinta sea un refrito de la película pasada.

Pero hay cosas que no se pueden perdonar. Los secuaces de Apocalipsis, Ángel (Ben Hardy), o Psylocke (Olivia Muun), son personajes muy poco definidos y están totalmente desaprovechados, no sabemos absolutamente nada, ni siquiera algo tan elemental como el por qué de su afán por acabar con la tierra. Al menos de Magneto entendemos su odio hacia la raza humana, incluso Tormenta (Alexandra Shipp), al ser una cría puede dejarse influenciar por el villano, pero es que estos dos son malos porque sí, porque hay que completar “los cuatro jinetes del Apocalipsis”, y porque algún obstáculo hay que poner para frenar a los buenos. Otros personajes como Mística vagan por la historia cual autómatas. De primero de guión: son las motivaciones del personaje las que deben impulsar a los protagonistas a avanzar en la historia, y no al revés. Y Jennifer Lawrence lleva puesto el piloto automático toda la cinta, parece que está ahí por cumplir contrato, ¡denle un respiro a esta chica!

Por otro lado, sabemos de la aparición de Lobezno pues la misma Fox nos lo reveló en el material publicitario, y sin duda me parece una jugada sucia. No aporta nada a la trama más allá de la nostalgia por ver a uno de los mutantes más queridos de la saga. Además crea una incoherencia de guión tras el encontronazo con ciertos personajes que se solventa con un chiste fácil. Casi preferiría que no lo hubieran utilizado, y si hace este pequeño cameo, al menos que no lo hubieran utilizado como estratagema publicitaria.

Aún con todo esto he salido contenta de la sala de cine, con la sensación de haber visto una buena película de los mutantes, y con la sensación de que la prensa nos toma el pelo, ¿por favor que esperan de una película así? ¡Por Dios, es un Blockbuster! Dudo que decepcione a los fans, y que no entretenga a los no-tan-fans. No aburre ni un segundo, da lo que promete y eso se agradece. ¿Podría haber estado mejor? Claro que sí, ni mucho menos está al nivel de “Primera generación”, pero se deja ver y deja un cierre digno a la trilogía.
Lauramm92
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20 de mayo de 2016
27 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bryan Singer vuelve a estar al mando. El que inició este universo mutante para el cine bordó en ' X-Men: Días del futuro pasado' posiblemente su mejor trabajo al frente de la franquicia, lo que consigue que esta película sea una prueba de fuego para ver hasta que punto el autor y el estudio tiene capacidad de idear o extender mas este universo.

Arranca con un buen ritmo. La introducción gana al espectador visual y argumentalmente, luego nos sitúa a todos sus protagonistas y nos presenta a algunos nuevos con respecto a la anterior... En general el guión funciona de manera similar a otras entregas. Su desarrollo es correcto, acompañado de un buen montaje que consigue que su larga duración no agote la paciencia del vidente. Todo funciona en esos puntos, pero también todo es mas de lo mismo. Muchas de las situaciones son una prolongación y repetición de lo ya visto, solo que cambiando el contexto. Es la mayor carencia de esta obra, que por otra parte vuelve a contar con un buen reparto que cumple notablemente en líneas generales... Los personajes continúan su evolución natural y de manera ciertamente creíble, especialmente un Michael Fassbender en el papel de Magneto que vuelve a acaparar el peso dramático con cada aparición en pantalla. Por su parte las nuevas incorporaciones han acabado resultando mejor de lo esperado, con sus mas y sus menos, cumpliendo su cometido y empatizando con el público.

En cuanto al apartado técnico resulta visualmente notable, en la línea de un blockbuster de su magnitud, mezclando un estilo visual mas terrenal cuando conocemos de cerca a los personajes y un estilo mas colorido para los momentos de acción, en otro buen hacer de Newton Thomas Sigel que ha estado al frente buena parte de la saga y otras películas de Singer en dirección de fotografía... Repite también el compositor John Ottman aportando algún tema ya escuchado y otros bastante apreciables que le suman mucho a determinadas escenas.

El resumen general es que X-Men sigue funcionando. No termina de aportar elementos innovadores posiblemente porque el techo ya se había tocado y puede resultar previsible... Fuera de eso tiene muchos momentos destacados repartidos entre dramatismo y escenas muy divertidas que aligeran la carga emocional anterior. Técnicamente vuelve a cumplir. Singer vuelve a ser solvente y mantiene la saga al nivel habitual.
Semonster
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9 de julio de 2016
26 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucho río de tinta corrió cuando la tercera entrega de la primera trilogía ("La decisión final", que no dirigió Singer) se estrenó y se la acusó de ser la peor de los mutantes. Desde luego no tenía la complejidad de las primeras, pero era entretenida como para salvarla con un suficiente. Tras la notable "Primera generación" y el regreso de Singer con la entretenida "Días del futuro pasado", el ambiente parecía aliviado cuando se confirmó que el mismo Singer cerraría la que (hasta ahora) era la trilogía más estimulante de los mutantes. Pues en mi honesta opinión, incluso preocupándonos sólo por el factor del entretenimiento, "Apocalipsis" es un desastre recargado, alargado, repetitivo y vacío.
El guión no innova, repite las mismas problemáticas sobre los mutantes y humanos ya abordadas hasta el aburrimiento. Y el problema es que lo repite sin sentimiento, sin ni siquiera poner la postura de los humanos, sin desarrollar ningún conflicto relevante. Supone una galería de personajes que desfilan por variedad de explosiones digitales y líneas de diálogo hinchadas y risibles. Su conflicto no tiene garra, las motivaciones del villano son invisibles, el paradero de varios personajes y su reunión progresiva conforme pasan los minutos son tan convencionales que desconecta la atención del espectador.
La dirección y el apartado técnico se me antojan de flojos. Ni Singer rodando la acción, ni la banda sonora, ni siquiera los efectos especiales (lo más primordial de la historia, por desgracia, antes que la propia trama) en varios pasajes me convencen.
Las interpretaciones te rompen el corazón. Incluso el Magneto de Fassbender no nos clava en la butaca (salvo la escena del bosque). Lo de Jennifer Lawrence es vergonzoso interpretándose como si estuviese en "Los juegos del hambre" antes que ser Raven/Mística.
Este "final" de trilogía es de lo peor en el cine de superhéroes, la peor de los X-Men, lo más reprochable por parte de Singer en su carrera y el más pobre blockbuster de entretenimiento en lo que llevamos del año.
Jesus Reviewer
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20 de mayo de 2016
30 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vale, sí, lo confieso, estoy empachado: en muy poco tiempo hemos estado con Batman, Supermán, el Capitán América, Iron Man, Viuda Negra, Bruja Escarlata, Máquina de Guerra, Soldado de Invierno, Visión, Spiderman... estoy empachadito de superhéroes. De acuerdo, hay diferencias, porque mientras DC -esto es la editorial de Supermán, Batman...- se lo toma un poquito más en serio, Marvel ha optado directamente por convertir la fábrica de sueños en un restaurante de comida rápida. Cuanto más rápida mejor: antes las películas eran suculentos menús hechos artesanalmente con mimo, inteligencia, creatividad, sorpresas... ahora se parece mucho más a las ofertas clónicas con patatas, refresco y postre. Está bien, no nos engañemos: siempre han sido productos hechos en fábricas. Pero el ritmo, el mimo y el respeto con que se hacían las películas antes no son igual que ahora.

Aunque Singer fue en su día un cineasta reputado con películas tan interesantes en su haber como la brillante "Sospechosos habituales" y "Verano de Corrupción", luego escoró rápidamente al mundo de las adaptaciones de los cómics al cine con los primeros "Xmen"; fueron dos películas interesantes, bien hechas y que abrieron brecha a la hora de trasladar a imagen real todo el universo del cómic Marvel (todo ello antes de que Disney comprara la compañía) con una visión que se correspondía mucho más con la tendencia de Marvel en sus cómics de toda la vida. Sobre todo la segunda parte de los Xmen (año 2003) era de las mejores adaptaciones que se hayan hecho del cómic a la gran pantalla.

Pero inexplicablemente, Singer decidió dejar de lado el rentable universo de los Xmen para embarcarse en un megaproyecto también relacionado con los cómics, pero centrado en el superhéroe más famoso de la historia: "Supermán Returns" (2006) fue una metedura de pata de proporciones tan épicas que ni siquiera la presencia del gran Kevin Spacey como Lex Luthor consiguió que cayera en la más profunda ignominia, destrozando la trayectoria de Singer y casi hundiendo la de actor que dio vida al hombre de acero en la película, Brandon Routh.

Tuvieron que pasar unos cuantos años para que Singer retomara las adaptaciones del cómic al cine -tras una tambaleante trayectoria en esos años- con Xmen: días del futuro pasado (2014), que recogía los propios orígenes de esos personajes en el racismo y la intolerancia y daba la pauta a los nuevos actores que ya aparecieron en Xmen: Primera clase, dando vida a Magneto -Michael Fassbender-, Mística -Jennifer Lawrence-, Hank McCoy "La Bestia" -Nicolas Hoult- y el profesor Xavier -James McAvoy-. Todo preparado para un reboot en toda regla para seguir exprimiendo la historia. El problema es que después de sentar las bases, la factoría ya se ha puesto en marcha de manera indigna, y la máquina de zumos se ha convertido en una máquina expendedora de refrescos que tienen muy poquito porcentaje de zumo. El resto son conservantes y colorantes.

La historia, uno de los arcos dramáticos clásicos de los mutantes en Marvel, es la de Apocalipsis, un mutante legendario que viene del antiguo Egipto (en el año 3600 a.d.c.) y que pretende dominar la tierra ayudado de cuatro siniestros lugartenientes. Ese es el planteamiento, claro, porque luego todo esto se lo han pasado por el forro, y han hecho y deshecho lo que les ha dado la gana con el único interés de enseñar personajes "chulos" y que pudieran recrear bien con efectos visuales -con licencias un poco "locas" como resucitar personajes como cíclope, Jean Grey, Tormenta o Ángel para que se unan en la misión de dominar el mundo, por no hablar que el archienemigo y superpoderoso Magneto ahora se ve reducido a un comparsa de Apocalipsis...-. Todo ello para meter a actores jovencitos que le aseguren una continuidad de la saga Xmen y que puedan ser bien vendidos a los adolescentes, que a tenor de lo visto, son el verdadero público objetivo que buscan. Personajes de opereta barata y punto.

Centrándonos en lo puramente cinematográfico, el caso es que el guión es una locura: hace aguas por muchos sitios, intenta meter elementos serios cuando no encajan -toda la historia del Coronel Stryker y su caza de mutantes- en una historia tan infantil como lo fue en su día la penosa "Xmen: la decisión final" (2006), con dos bandos: los buenos y los malos. Y los mutantes se tienen que poner en un bando o en otro. El resto consiste en batallitas entre estas dos partes y fin. Hay incluso recursos visuales del guión que dan vergüenza ajena -no hago spoiler, pero seguro que los reconoceréis si veis la película-. Para colmo, el leitmotiv clásico de los Xmen de Michael Kamen es usado hasta la saciedad, provocando tal hartazgo que cuando la fanfarria suena cuando van ganando los buenos es como un videojuego barato. No, perdón, ES un videojuego barato, tanto en su concepción como en su resolución.

El guión escrito por Simon Kinberg (en realidad, aunque ha perpetrado otros, este señor es más productor que otra cosa...) con la ayuda de Michael Dougherty, Dan Harris y el propio Bryan Singer es de una estulticia bochornosa, aburrido, chapucero... un completo desastre. Me provocó auténtica vergüenza ajena ver cómo se ha reducido el nivel en esta película, acomodándolo a lo que otras productoras hacen con Los Vengadores: en vez de mantener a los Xmen como una franquicia más adulta, más profunda... resulta que los han "infantilizado" para igualarlos a Los Vengadores con el único motivo de hacerlos más rentables. Indignante.
Federico_Casado
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