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Críticas de Federico_Casado
Críticas 662
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
7 de diciembre de 2023
7 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno ya ha visto más de lo que debiera (y quisiera) en el mundo del cine. Y en el proceloso género del cine familiar de fiestas (semana santa, o por supuesto, navidades) se han hecho muchos intentos de rentabilizar esas producciones, que en la mayoría de los casos ofrecían recursos manidos, utilizados hasta el hartazgo (véase cualquier intento Disney de monopolizar las pantallas en estas fechas) que lo único que producían era aburrimiento por ver los mecanismos burdos utilizados y previsibles desde el minuto uno.

Roald Dahl, autor de la famosa “Charlie y la fábrica de Chocolate”, “Matilda” o “James y el melocotón Gigante” es el justo heredero literario de Dickens, haciéndolo avanzar de la negrura de la miseria a la magia y la ensoñación infantil más colorida. Precisamente el personaje de Willy Wonka es uno de los pilares de toda su creación literaria, un bizarro personaje que creaba chocolate con sus imaginativos inventos y su alucinante fábrica, ayudado por los famosos hombrecillos verdes, los Umpa-Lumpa. Todo un mágico universo de fantasía que ahora ha tenido la justa continuación en una precuela donde conocemos a Willy, un pobre polizonte que llega a la ciudad con la intención de convertirse en el más famoso chocolatero del mundo…

La delirante galería de personajes que plantea la película es un divertidísimo fresco a la hora de reflexionar sobre la avaricia, la envidia y la soberbia, enfrentados a la inocencia y pureza de Willy, que sólo quiere hacer felices a todos aquellos que prueban su delicioso chocolate, inigualable por sus matices y sabores. Parecía lógico que toda esa estructura de cuento infantil tuviera un correlato perfecto en la estructura de un musical, que es en realidad lo que es la película y que en ningún momento chirría, porque entramos perfectamente en ese mundo donde se pueden reconocer los peores defectos y las mejores virtudes de los seres humanos.

Chalamet, convertido ya en una gran superestrella tras protagonizar “Dune”, es el actor ideal para encarnar a ese proyecto del famoso chocolatero, más pobre que una rata, pero con grandes ilusiones y esperanzas. El director, que venía de triunfar con “Paddington”, sobre el papel no era el más adecuado para hacer una tercera adaptación de la novela de Dahl, pero se ha demostrado que ha superado con creces la aburrida apuesta anterior de Tim Burton, y que no desmerece en absoluto la primera adaptación de 1971. Es más, esta película de orígenes hace que comprendamos mucho mejor el universo de Willy Wonka y su fascinación por el chocolate y los aparatos mecánicos. No podemos olvidar tampoco la aparición estelar de los no menos famosos Umpa-Lumpa, en la piel de un Hugh Grant descacharrante que borda el personaje con un acento y modales british de lo más divertido.

Es sin duda la película de las navidades, en la que entramos fácilmente sin ningún esfuerzo y con la que disfrutamos a cada número musical, como si estuviéramos en el mismísimo Broadway neoyorquino. Una auténtica delicia, un bombón exquisito que nos hace volver a soñar desde el primer momento.
Federico_Casado
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6
26 de noviembre de 2023
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los estrenos más esperados del 2023 ha sido la gran superproducción dirigida por Ridley Scott sobre uno de los personajes más importantes en la historia de la humanidad, Napoleón Bonaparte. Con un presupuesto de unos 200 millones de dólares y con la todopoderosa Apple para su llegada al streaming, se prevé que su estreno en redes aumente la versión de la película de las dos horas y media que tiene en su explotación en cines, hasta las casi 4 horas. Esto podría explicar que esta versión “cortada” resulte completamente deslavazada, como pequeños trozos de película más que una película en sí con un desarrollo argumental adecuado.
Al ser varios los trozos que vemos –situados cronológicamente hasta con subtítulos explicativos, que también están para presentar a personajes, cosa que no debería hacerse demasiado porque de otra manera, no funcionaría la narrativa cinematográfica…- existe una gran desigualdad entre ellos: hay momentos brillantísimos –como las batallas, ejemplarmente rodadas y contadas- y otros momentos que no están tan logrados, y que en algunos casos pueden estar rayando en la vergüenza ajena –si, aunque no queramos reconocerlo, Phoenix sobreactúa en algunos casos creando más que un personaje, una caricatura de Napoleón, viéndose sobrepasado casi en todo momento por una Vanessa Kirby esplendorosa como Josephine-. También me chirría un poco que un personaje como Napoleón, que creció en el ejército, que fue oficial y posteriormente general, que tenía que estar bregado en lo militar (siendo además de artillería) ¿Cómo es que se tapa los oídos cuando disparan los cañones?

¿Es una película grandiosa? Sin duda lo es, Scott es un auténtico especialista en crear grandes títulos enmarcados dentro de la historia, como “Gladiator”, “El Reino de los Cielos” o “Los duelistas” –esta última también centrada históricamente en las guerras napoleónicas-. Pero esa grandiosidad, transmitida con una producción increíble y un manejo de la realización impecable, no está presente en un mediocre guión de Scarpa, que no sólo omite históricamente momentos cruciales en la vida de Napoleón –como la invasión de España, que supuso la primera derrota sin paliativos del ejército más importante del mundo- sino que los “reinterpreta” a placer, como la famosa escena donde los cañones disparan contra las pirámides de Egipto, cosa que nunca sucedió.

Resulta inevitable pensar en la versión que Kubrick hubiera hecho de este personaje, y que hubiera sido sin duda la gran película de su vida: contrató a varios historiadores de varias nacionalidades para escribir un guión –que ya está escrito- y su grandeza ya se podía intuir en “Barry Lyndon”, que siendo más modesta que esta nueva visión de Scott sobre Napoleón, transmitía mucho mejor todo el entorno del siglo XVIII y XIX. Estoy convencido que Kubrick, un perfeccionista patológico, habría recreado un fresco mucho más acertado en su visión sobre el emperador francés, aunque si hay algo que esta película dirigida por Ridley Scott transmite con gran fidelidad: la obsesión por Napoleón por el poder, por la trascendencia, y por Francia, al igual que su tortuosa relación con Josephine. Y ya que hablamos de visiones en el cine (o televisión) sobre Napoleón, además de las clásicas “Desiree” o “Guerra y Paz”, no podemos olvidar la magnífica miniserie de cuatro capítulos creada en 2002 con Christian Clavier, Isabella Rosellini, Gerard Depardieu y Anouk Aimee, que no sólo era más fiel históricamente, sino que el director Yves Simoneau supo desarrollar magníficamente todo el complejo universo del personaje y su evolución personal, militar, política y sentimental. Todo un ejemplo.

Hay algo que también me ha desconcertado un poco: el empleo de unos coros algo inapropiados en la banda sonora, que llegan a resultar ridículos y que no añaden nada a la épica que la película debe tener en algunos momentos. No obstante, y a pesar de todas estas pequeñas (o grandes ) taras, la película merece verse porque tiene un ritmo endiablado, y aunque no exista un hilvanado fino de la narrativa, Scott tiene la suficiente experiencia como director para no aburrir en ningún momento.
Federico_Casado
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9
31 de octubre de 2023
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si porque llevaba unas malas expectativas, pero me ha encantado la nueva película de Martin Scorsese por varios motivos: 1) tiene un guión fascinante, por cuanto muestra la avaricia, la inocencia, la envidia, la brutalidad, la agresión, la complacencia, la traición o el engaño de una manera magistral, recordando en algunos momentos a "Uno de los Nuestros" -juicios incluidos-; 2) la dirección tiene los toques creativos y geniales de Scorsese, capaz de la austeridad más contenida y las filigranas más creativas y sorprendentes; 3) las interpretaciones son MO-NU-MEN-TA-LES. DiCaprio está superlativo, huele a Oscar, así como DeNiro y Lily Gladstone. Un verdadero tour de force; 4) el empleo de una banda sonora sobresaliente, creando verdaderas rimas audiovisuales que encajan en el desarrollo de la película.

Basada en un libro de David Grann, el guión escrito por el propio Scorsese y por el brillante Eric Roth funciona a la perfección, como una máquina de relojería que sabe administrar los tiempos y los ritmos, que te va envolviendo lentamente hasta meterte hasta el fondo en una trama fascinante que revisa en profundidad la historia de Norteamérica desde una perspectiva valiente y desapasionada, buscando en todo momento la imparcialidad y mostrando las cosas con distancia -cosa harto difícil en este tipo de cine mal calificado en algunas ocasiones de "necesario"-, en temas como el racismo, la discriminación, el capitalismo más salvaje e incluso la creación de estamentos tan puramente norteamericanos como el Ku-Klux-Klan o el FBI.

Otro de mis mayores temores -las tres horas y pico de duración, y me acordaba de "Gangs of New York" o "Silencio", que no me gustaron nada, ni por la historia, ni por el ritmo- se disipó, porque esa larguísima duración está totalmente justificada y no se hace larga en absoluto, demostrando Scorsese que su buen pulso como realizador sigue perfecto.

Lo único que me pareció raro es que hay diálogos en idioma indio que se subtitulan y otros no, y te quedas con las ganas de enterarte lo que han dicho (y esto no sólo con los actores indios, sino también con Dicaprio, DeNiro, etc.). Y como broche de oro, un cómplice guiño para todo cinéfilo y amante de la radio. Para mí, un verdadero prodigio, una verdadera lección magistral de cómo se hace cine de verdad.
Federico_Casado
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7
29 de mayo de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que Cruise es una de las grandes últimas estrellas "reales" de Hollywood está fuera de duda: a una carrera muy comercial se le han unido títulos de prestigio donde ha demostrado con creces su enorme capacidad como actor, tanto de comedia como de drama -por citar unos cuantos, "Magnolia", "Collateral" y el delirio de "Tropic Thunder"…-. Pero hay una serie de papeles icónicos que le dieron la gran fama a nivel mundial, y el personaje de Pete Mitchell "Maverick", el protagonista de "Top Gun" es uno de ellos: un piloto impulsivo, genial, arriesgado, macarra y contestón. Y ahora, 30 años más tarde, ha vuelto.

Pero si podríamos pensar que la edad lo ha "domesticado", nos hemos equivocado de parte a parte: porque Maverick sigue tan retador como siempre, tan insolente y arrogante como siempre, tan talentoso como siempre, solo que con 60 años. ¡Y vaya 60 años, madre del amor hermoso! Casi parece de la misma quinta de los chavales a los que ahora tiene que entrenar por orden del Almirante Kasinksi, su rival "Iceman" en la película original, una presencia que planea durante toda la película salvándole de los marrones en los que se mete con los mandos de la marina el protagonista, y que finalmente, aparece en una emotiva escena donde se reencuentran los antaño rivales, que ahora son amigos incondicionales.

Aunque pueda parecer sorprendente, y a pesar de que ya no está la magia de Tony Scott, el director de "Top Gun", que tenía un refinadísimo estilo visual heredado de la publicidad, en esta continuación nos encontramos con una película con mucha mayor entidad por varias razones: la primera es que ya no estamos hablando de una película eminentemente publicitaria para lavar la imagen del ejército norteamericano después de Vietnam -recordemos, en la salida de las salas de los años ochenta del pasado siglo se ponían oficinas de reclutamiento para los jóvenes…-; la segunda es que el guión está muchísimo más trabajado; la tercera es que, aunque hay acción a raudales (creo que es la película con las mejores tomas aéreas de combates jamás hecha en la historia del cine, realmente apabullante, deja a todo lo visto a niveles infantiles), la clave más utilizada de toda la historia es la épica, una revisión acertada (y consciente) de toda la mitología creada con la anterior película -compañerismo, entrega, servicio, esfuerzo, etc.-. Y todo ello a través de personajes muy reconocibles; y la tercera -y para rematar- es desligarse de la política -aunque resulta algo artificial la misión que tienen que hacer en un país remoto que no se especifica…-.

Pero yendo a lo que vamos: es una película-espectáculo realmente sobrecogedora, los planos de aviones te dejan literalmente sin respiración, y el guión, tan previsible como amable, está bien articulado, sin grandes aspavientos, pero funcional. Kosinski, que ya dirigió a Cruise en "Oblivion", hace una película a la medida del protagonista, que además produce (y creo que de alguna manera, también dirige…). De rondón, se permite jugar un poquito con la nostalgia de los personajes de la primera parte, tanto por "Goose" -el compañero de Maverick que fallece en la primera película, ahora retomado por su hijo, al que el protagonista tiene que entrenar- como por supuesto la presencia/homenaje permanente a Tom "Iceman" Kazanski (esto es, Val Kilmer), que a pesar de su grave problema de salud que le impide casi hablar, ha vuelto para ser determinante en la trama de la película. El resto del producto final ha sido cuidado con gran esmero, desde una fotografía impresionante hasta una banda sonora realmente excelente de Hans Zimmer -nada más y nada menos- y un tema musical de Lady Gaga con las notas exactas para ser comercial, romántico y melancólico. Eso sí, la presencia de Kelly McGillis ha sido sustituida por una preciosa Jennifer Connelly que le hace los coros a Cruise desde un empoderamiento propio de nuestra época.

Está claro que a la película no se le puede pedir más de lo que da, ya que si nos ponemos un poquito tikis mikis, se le notan las costuras y hace aguas -quizás no conecte igual con la juventud actual, quizás Cruise a pesar de su conservación perfecta no es ya el héroe de acción de antaño, quizás el mensaje bélico no sea -precisamente ahora- el más adecuado, quizás hay elementos cuestionables en la película… pero ¿es disfrutable? Desde el primer al último fotograma. ¿Es una película digna? Mucho más que la mayoría, además añade notas -como ya dije anteriormente- de épica que supera con mucho el tono más macarra e intrascendente de la primera parte. Lo dicho, ¡abróchense bien los cinturones que vamos a despegar, y hay que dejarse llevar!
Federico_Casado
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8
10 de mayo de 2022
6 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las películas más deseadas de todo el universo Marvel en esta nueva fase por fin ha llegado a las pantallas, auspiciada por los mejores indicios, desde el personaje más carismático de los cómics hasta uno de los mejores actores del momento, pasando por la dirección de un verdadero clásico y amante de los cómics como Sam Raimi -que además ya dirigiera la primera trilogía de Spiderman- y para colofón, el genial Danny Elfman a la banda sonora. Redoble de tambores para este estreno que ha levantado probablemente uno de los mayores hypes de la casa de las ideas desde "Vengadores: Infinity War".

Y la verdad es que las expectativas han sido superadas con creces, ya que la película es de las mejores de todo el universo Marvel/Disney, porque precisamente se ha dejado a Raimi que siga con sus claves y su personalidad como director. Esas claves que hemos visto -y disfrutado- en toda su filmografía, y que tiene ese encantador toque casposo, con claras influencias visuales a los cómics, y que en esta ocasión van al pelo con una historia que, eso sí, es algo compleja y puede llegar a resultar confusa si no estás familiarizado con el personaje: el Dr. Strange es de los superhéroes más valorados del planeta, aunque ha perdido al amor de su vida. En plena boda, se enfrenta a una amenaza mística en medio de la ciudad, y se da cuenta que el origen es el salto de un universo paralelo al nuestro…

Con esta premisa, se recuperan personajes importantes no sólo para el arco argumental del propio Dr. Strange -como Wong, ahora convertido en hechicero supremo- sino a la Bruja Escarlata, integrada ya en el ecosistema general de Marvel tras el éxito de la serie televisiva "Wanda Visión", de la que se recuperan varias ideas para esta película. Un "collage" bastante bien encajado, salpicado por secuencias de acción realmente apabullantes, con un despliegue técnico y visual que te deja literalmente pegado en el asiento. Si en la primera parte del Dr. Strange había hallazgos originales, ahora ya es un completo delirio, que sobrepasa literalmente la capacidad de imaginar que podamos tener. Un desmadre esplendoroso de imágenes que comportan esa cantidad infinita de universos, en -como dice el título- una locura en la que no sabemos dónde vamos a quedarnos.

Merece la pena señalar que Marvel ha intentado crear no solo una película para los neófitos en el cine de superhéroes y cómics, sino también para todos los aficionados que se sentirán más que bien con el reencuentro de personajes míticos de todas las sagas Marvel -tanto en cine como en cómicos y que no vamos a desvelar- y que en cualquier momento aparecen. Un reencuentro entrañable y reconfortante.

A nivel técnico, más allá de las bondades de la narrativa de Raimi y de un montaje espectacular, hay que quitarse el sombrero con el trabajo del genial Elfman, que hace una de las mejores bandas sonoras de toda su carrera, definiendo al personaje, las batallas, el suspense, la intriga, con una partitura realmente exquisita, tan llena de matices como el guión o los personajes. De diez, vamos.

En el cómputo general, nos encontramos con una de las películas más redondas de todo Marvel -incluyendo la genialidad y literalidad del primer Iron Man y la épica de la primera de Vengadores- que te atrapa prácticamente desde el primer fotograma, y no te suelta hasta las dos secuencias post-créditos (que no hay que perderse, especialmente la primera!!!) demostrando que el Dr. Strange es la gran apuesta de Marvel por la continuidad de la saga de superhéroes en el cine, no ya como mentor de otros -el joven y alocado Spiderman- sino como un personaje en sí mismo, capaz de desarrollar su propia saga. Y si encima tenemos al sobresaliente Cumberbatch como protagonista, pues ya están todos los ingredientes para disfrutar de lo lindo. Ojalá que Disney deje a los creativos seguir con sus propias claves a la hora de hacer su cine, y no imponga estúpidos criterios comerciales -como ya ha hecho anteriormente, destrozando algunas películas-. Este es el camino.
Federico_Casado
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