Sweet Vengeance

Directo, atractivo, misterioso, pausado, magnético, contundente, violento y salvaje western crepuscular, en el que sus responsables tocan temáticas habituales del género, con un tratamiento serio y cuidado.

Logan Miller y Noah Miller, apuestan por una incursión en un relato de intereses e intrigas personales con poderosas dosis de suspense, violencia y venganza.

Cuenta con un tratamiento serio y estilizado de la imagen, con el que la que logran desarrollar una trama atractiva y emocionante.

La selección del reparto está a la altura del relato y cada uno de los diferentes personajes, presenta claros aspectos definitorios, que hacen comprender e intuir el desarrollo de algunas situaciones

Sweet Vengeance, queda como un potente y salvaje western clásico con estilismo actualizado.

Agua dulce, venganza dulce. Mucha miel en los títulos de la cinta.
Y sin embargo la trama es bien amarga. Nuevo México, un pueblo entre Tucumcari y Santa Fe dominado por un predicador, el "profeta" Josiah (Isaacs) que tiene atemorizada a toda su feligresía. Eso sí, con la bragueta siempre abierta para ellas, mientras cierra a cal y canto las de ellos para evitar "inclinaciones lujuriosas". "El pene es el cuchillo del diablo".
Podría muy bien tratarse de un western seudorreligioso o de falsos predicadores, pero al otro lado aparece un anciano estrafalario de largas melenas, el sheriff Cornelius Jackson (Harris), que saluda al nuevo día en la primera escena danzando y cantando vestido con su chaqueta azul celeste y sus pantalones a cuadros rojos. El único que de momento se atreve a enfrentarse a Josiah. Magnífica la escena "geográfica" rayando su preciada mesa de caoba.
El único ... hasta que por fin la bella Sara (Jones) decide vengar la muerte de su apocado marido Miguel Ramírez (Noriega), "Los mexicanos nunca han destacado por su inteligencia".
Una vez más en el nuevo western la mujer llevando la iniciativa.
Trama sencilla desarrollada a través de un guion igual de simple. Pero un guion que trata de buscar cierta originalidad a base de bobadas como los bailes del sheriff que en nuestra opinión sobran del todo. Lo mismo que cierta truculencia funeraria y hemorrágica.
Reparto escueto, contados actores. Bien definidos los tres personajes centrales, algo recargada su caricatura. Correctas interpretaciones en general, aunque Harris no parece creerse del todo su papel.
Hay bastante acción, sin embargo el ritmo es irregular, con altibajos, con momentos que tienden al aburrimiento.
Técnicamente impecable: localizaciones de los paisajes, fotografía, colorido, ambientación, vestuario, etc.
Curioso el desenlace final con el correspondiente tiroteo que se desarrolla en otro "corral". Esta vez de ovejas. Tal vez como símbolo de la mansedumbre de los pueblos que aceptan la tiranía.
Película interesante, recomendable, al menos a los aficionados al género.

Mi padre es un gran aficionado al western clásico, y cuando encuentro uno moderno siempre pienso en pasárselo. Pero el problema es el de siempre, la infantilización del cine. Ni los buenos son tan buenos en la realidad, ni los malos tan malos. En los western había peleas y tiroteos, y el protagonista recibía lo suyo, pero ahora el bueno ni se despeina.

En esta ocasión, el malo es el líder déspota de una secta, que no deja que sus seguidores varones forniquen con las mujeres, porque deben ser capaces de resistir la tentación, pero él bien que las obliga a abrirse de piernas. Y no le tiembla el pulso para matar a quien sea necesario por simple ajuste de cuentas o buscando el beneficio económico.

Pocos westerns modernos pasan con nota el filtro, y este no es uno de ellos. Pero aunque la historia es plana y las actuaciones no son destacables, se deja ver.

La película comienza regular, y desde ahí va a lo malo, malísimo. En primer lugar no se trata de un western, es otra cosa ambientada en el oeste decimonónico. No encontraremos en esta película sentido de humor, ni personajes carismáticos, ni buenos villanos, ni héroes ni antihéroes, solo una visión particular del oeste que parece sacada de las novelas de Ray Pollock, pero sin la naturalidad de este autor. Todo parece pretencioso y ridículo. Por ejemplo:
¿En qué western se ha visto que el sheriff vaya sacando balas de los muertos para averiguar quién es el asesino?
Muchos diálogos increíbles, muertes gratuitas, no hay tensión, ni clímax final, ni complejidad de los personajes, ni nada de nada.
Los esbirros del villano van todos vestidos igual, ridículo. En fin, una película menor y ridícula.