Los amantes del círculo polar

Los amantes del círculo polar de Julio Medem, es un drama romántico que narra el enamoramiento de una pareja de hermanastros desde los 8 hasta los 25 años. Dirigida con un ritmo lento y majestuoso, es algo enrevesada y liosa por su trama singular y misteriosa, y tiene un estilo propio y personal muy marcado. Además, está realizada de manera fantástica y apasionante, con un desenlace inteligente y excepcional que te hará pensar.
La fotografía, es evocadora y lumínica, con imágenes sensacionales y maravillosas que estéticamente son apropiadas, por estar llena de matices de los lugares donde se desarrolla la historia. Y la música, es triste y nostálgica, llena de sonidos bellos pero melancólicos que acompañan el film de manera oportuna, dando un producto confortante y tranquilizador con tintes sentimentales, que gustará al espectador.
Las actuaciones, son naturales y cumplidoras. Con Fele Martínez acertado y convincente y Najwa Nimri auténtica y verosímil, siendo buenos los acompañamientos de Nacho Novo y Maru Valdivielso entre otros. Empleando para estos, unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos a las distintas épocas narradas, elaborados con sencillez y acierto, al igual que los decorados y vehículos que transportan al público a cada momento.
El guion, escrito por el mismo director, es profundo y romántico, aunque misterioso y abstracto, ya que su argumento contiene enigmas difíciles de descifrar pero que la hacen algo insólita y asombrosa por esta misma cuestión. Y está llevado a cabo con una narrativa con voz en off de los protagonistas, que es emotiva y sugerente al enamoramiento que se profesan, incluida sus propias rarezas y diferencias.
Para finalizar, merece la pena destacar unos movimientos de cámara y planos con cámara en mano, steadycam, grúas, nadir y cenitales inteligentes y originales en un lúcido trabajo técnico. Y un montaje creativo y abstracto que es distinto a lo habitual, marcando a su propio antojo el paso de los años con originalidad, y dividiendo la cinta en capítulos dependiendo del personaje en el que se centre la acción, siendo en definitiva sobresaliente.
En conclusión, la considero una obra profunda y emotiva, hipnótica y cautivadora aún dentro de su hermetismo, por ser apasionante y extraña a partes iguales, y sublime en su pesimismo y manera de hacer pensar al espectador. Recomendable por su dirección, guion, interpretaciones, planos y movimientos de cámara, música, fotografía, montaje y narrativa que hacen de Los amantes del círculo polar, una cinta misteriosa y recóndita para los cinéfilos más exigentes, y para los buscadores de dramas insólitos y efectivos.

Obra cumbre de Julio Medem, sensible, tierna, mágica, un romance contando con una delicadeza que solo el director vasco sabe transmitir, excelentemente ambientada y rodada. Cine con mayúsculas

Probablemente existan pocos ejemplos tan rebosantes de sensibilidad y pureza en el cine español (y europeo) como la 5° película de Julio Medem para describir la inocencia del amor infantil, la fogosidad de la adolescencia y la crudeza del desengaño sentimental en la madurez. Eso sin dejar de lado la muerte, a cuya presencia no son ajenos ni Otto ni Ana.
Ana y Otto (Najwa Nimri y Fele Martínez) son hijos únicos de un divorciado y una viuda (Nancho Novo y Maru Valdivieso). Antes de que sus padres inicien una relacion de pareja, ellos ya saben que se querrán siempre. Al vivir juntos tendrán la oportunidad de verse todos los días, y así encenderán el fuego de un amor que no se extinguirá jamás. Ni tan siquiera cuando sean adultos.
Medem exorciza todas las emociones abarcables por dos almas perdidas y unidas por un sentimiento que sobrevive al transcurso de los años, abordando su evolución con un lenguaje cinematográfico que oscila entre la ortografía visual del realismo mágico -los episodios del aviador alemán- y esa (necesaria) falta de sutileza con la que los mejores relatos románticos giran alrededor de la tragedia y las casualidades -ahí incluyo todos los momentos compartidos por Ana y Otto, tengan la edad que tengan-.
'Los Amantes del Círculo Polar' (1998, Julio Medem) supuso además el espaldarazo definitivo para las carreras de unos lechoncísimos Fele Martínez y Najwa Nimri, y un broche magnífico por parte del director al mejor siglo de su filmografía.

Esta película es para mí una joya. Una de las mejores películas que he visto. La fotografía, el soundtrack, los diálogos son tan bellos, cosas como esta no se ven a menudo en el cine actual. No la considero perfecta pero vale la pena verla al menos una vez.

Es de esas películas que se me quedaron grabadas cuando las vi la primera vez, realmente la he visto una sola vez, y ahora la segunda vez.

Tenía miedo de que esta segunda vez perdiera el encanto del precioso recuerdo que guardo de esta película, pero no ha sido así, esta vez me ha confirmado la gran película que es.

No soy muy partidario de este director, no todo me gusta en él, es muy especial, ser especial me gusta, pero no siempre le funciona, pero en esta película, le funcionó muy bien.

Es un historia de amor, llena de casualidades, que funcionan, e incluso te las crees, pero me lo mejor es la magia y el misterio que encierra la historia y sabe trasmitir, y se me quedó muy grabada la historia hasta el día de hoy.

La narración es compleja, pero funciona muy bien sin llegar a perderte, las actuaciones fabulosas, todos los actores y en la diferentes edades, todos están muy bien dirigidos, y el montaje es fabuloso, está claro que le ayuda mucho la música del siempre Alberto Iglesias, es sin duda, un toque especial a las películas de muchos directores.

Inolvidable película.