Daredevil: El hombre sin miedo

Una de las películas más flojas de superhéroes de los últimos tiempos.
Para empezar Ben Affleck no pega ni con cola haciendo de superhéroe, sea el que sea, en este caso Daredevil, luego está el villano Kingpin (D.E.P Michael Clarke Duncan) un personaje con mucha miga absolutamente desaprovechado y mal caracterizado, Elektra es tan interesante como un ladrillo y por último está el villano interpretado por Colin Farrel, para mi lo mejor de la película (no he leído los cómics), resulta muy gracioso con sus ticks nerviosos y demás.
Daredevil es un personaje interesante que merece una buena pelicula, espero que cumpla en su reboot.

Sosa y vulgar cinta de superhéroes marvelianos para mayor gloria de Stan Lee y de su ya abultado bolsillo, que está ganando cuartos a expuertas con todos los personajes que también le hicieron rico con sus cómics de estética “pulp” y aventuras bizarras.

Esta vez le toca el turno a Daredevil (Ben Affleck), el justiciero ciego que por el día defiende a los oprimidos en los juzgados, y por de noche se enmascara en un habilidoso superhéroe. A pesar de estar privado de la vista, sus otros sentidos se agudizan al máximo y lo convierten en todo un radar viviente hipersensible. Esto, unido a su habilidad y fortaleza, lo convierten en el terror de los criminales y en la mosca más molesta de Kingpin (Michael Clarke Duncan), quien no duda en contratar a Bullseye (Colin Farrell), un psicópata asesino a sueldo con una puntería inmejorable, para acabar con él. Pero Daredevil cuenta con la ayuda de Elektra (Jennifer Garner), una experta en combate cuerpo a cuerpo.

Johnson no arriesga con su película y la elabora con todos los tópicos habidos y por haber, sin apenas atisbos de originalidad. La trama, muy lineal, se limita a responder a las expectativas de este tipo de películas, siendo “Daredevil” el ejemplo más simplón de su género. El resto de películas adaptadas del universo Marvel tienen algo más de contenido y son más interesantes, destacando la trilogía de “Spiderman” de Sam Raimi, el “Hulk” (2003) de Ang Lee, la trilogía de “Iron Man” o, la más reciente, “Los Vengadores” (2012). Todas ellas son grandes exponentes de este subgénero del fantástico, y lamentablemente, “Daredevil” no puede unirse a dicho grupo.

Por otro lado, las penosas interpretaciones tampoco ayudan a ascender la categoría del filme por encima del producto de mero y superfluo entretenimiento. Ben Affleck, ya de por sí bastante malo, no llega a creerse el personaje ni aunque se ponga la máscara para tapar sus evidentes carencias interpretativas. Luego tenemos a Jennifer Garner embutida en cuero y exactamente con la misma personalidad que cualquier otra heroína de acción, por lo que su papel cumple con las expectativas… y por último aparece Colin Farrell con una diana escarificada en la frente y con evidentes síntomas de padecer continuamente una bajada de azúcar. Al menos, su personaje consigue hacer reír de pura vergüenza ajena.

En resumidas cuentas, “Daredevil” no es la mejor opción si se busca una buena película de superhéroes pero consigue, aunque muy a duras penas, cumplir con las expectativas. Entretiene y nada más.

Adaptación de un superhéroe de Marvel a la que le doy un 5 muy pero que muy raspado porque para frías sobremesas como la de hoy puede resultar pasable, ni más ni menos. Es como el alumno que tiene un 4,5 pero que no va a septiembre porque el profesor decide aprobarle.

La película comenzó a desmoronarse antes de ser rodada, justo en la elección del reparto. Ben Affleck y Colin Farrell no son buenos actores, no lo son en absoluto, no importa el registro, el guión o la calidad de la película ya que su aportación será igual de mala. Affleck no es para nada convincente como héroe (miedo me da lo que está por venir interpretando a Batman), adolece de los mimos defectos de siempre; y Farrell interpreta a un villano que, bajo un punto de vista neutral sin ser fan del cómic original, aparte de estar muy mal caracterizado se sobreactúa en todo momento. Al contrario que estos dos Michael Clarke Duncan si es buen actor, pero claramente esto no puede ni salvar una película ni engrandecer uno de los 'malos malísimos' más planos que he visto en materia de cine de superhéroes. De Jennifer Garner poco se puede decir, su actuación es vulgar y a la vista está que lo que decantó la balanza a la hora de ser escogida no fueron precisamente sus atributos interpretativos.

A mí personalmente Daredevil no es un personaje que me guste mucho, pero tiene un par de detalles originales e interesantes que en una buena película podrían resultar más atractivos. El principio entretiene, cuando el protagonista (aún siendo un chaval) está aprendiendo a moverse por la ciudad y a utilizar su "poder", pero todo esto se diluye en un abrir y cerrar de ojos. La película toca fondo pronto, concretamente cuando los personajes de Ben Affleck y Jennifer Garner se pelean de forma amistosa y tonteando entre sí subidos en el balancín de un parque rodeados de niños que alucinan con sus acrobacias... lamentable.

Junto con "Los cuatro fantásticos", "Hulk" y las dos películas de Batman de Joel Schumacher es de lo peorcito que hay en adaptaciones de superhéroes. Como ya he dicho al principio solamente es apta para tumbarte con una manta un domingo después de comer, de modo que siento que estoy siendo demasiado benévolo al ponerle un 5.

Lo mejor: el tema "Bring me to life" de Evanescence, con eso está todo dicho.
Lo peor: la película en general.

Nota final: 4,5

Pertenece a ese relativamente pequeño grupo de películas de superhéroes que surgieron entre el Batman de Burton y la inauguración oficial del universo Marvel con "Iron man".
Aquí tenemos al abogado ciego de la cocina del infierno, que ve como los murciélagos pero que no podía llamarse Batman, claro.
La forma que tienen de representar su visión por sonido me parece muy llamativa y acertada. En realidad este superpoder no es muy espectacular, tan solo es una ventaja para luchar de noche.
Así que como es de esperar, la película tiene una fotografía y ambientación muy oscura.
Al ser la primera del personaje (aunque luego no ha tenido secuelas), se toman su tiempo para presentarlo tranquilamente. Por eso, aunque hay dos villanos principales (un exagerado Bullseye y un Kingpin que no tenía por qué ser negro), el film espacia mucho sus secuencias de acción. Son básicamente de lucha, muy bien coreografiadas, pero son breves y escasas.
El cabeza de cartel es el controvertido Ben Affleck. Es un actor al que buena parte del público le cae bastante mal, no sé por qué motivo. A mí personalmente me resulta indiferente. No me molesta especialmente la presencia de Aflleck ni aquí ni en ninguna otra. Eso sí, tampoco me da frío ni calor.
La película sigue el patrón habitual del superhéroe, con su transformación, trauma inicial y conversión en justiciero. Al menos el tono es adulto y serio, cosa que me gusta bastante.
Sinceramente, se puede decir que en el fondo no es nada del otro mundo, y se merecería como mucho un 6 de nota.
Sin embargo, tiene dos factores que la hacen muy especial para mí, independientemente de su valor cinéfilo, y me veo obligado a subirle la nota por el cariño que le tengo por eso.
1.- Me descubrió a Jennifer Garner. Hace de Elektra, una heroína que le da el toque romántico al film. La carrera de esta mujer en el cine no ha sido muy buena, pero debido a verla aquí, empecé a ver la serie "Alias", que resultó ser una de mis ficciones televisivas favoritas de todos los tiempos. Y eso se lo debo a "Daredevil".
2.- Me descubrió a Evanescence. Que suenen dos temazos de la banda de Amy Lee, no es mérito propiamente dicho de la película, pero gracias a ella conocí a este excelente grupo de rock, que precisamente también es una de mis grupos musicales favoritos. Y eso se lo debo a "Daredevil".
Aunque solo sea por esos dos motivos, ya me gusta bastante más de lo normal.

La primera adaptación cinematográfica y, hasta el momento única, de las aventuras del abogado ciego de la cocina del infierno se hace difícil de querer. Ya tuve esta sensación cuando se estrenó en su momento y ahora que vuelvo a ella me sigue dejando la misma sensación. Es de esas películas que, según estamos viéndolas, pasamos del amor al odio en cuestión de segundos por culpa de una serie de decisiones mal tomadas. Menos mal que la serie de Netflix hizo un poco de justicia al personaje, uno de mis superhéroes favoritos.

Partiendo una lanza en su favor diré que, dentro del caos que es, tiene cosas que destacar. Para empezar, a mí me parece que el Kingpin que se nos presenta está muy bien. Más allá del color de la piel del actor que le interprete, resulta una buena elección de casting y solo con su presencia Michael Clarke Duncan tiene ganado al personal. Es una lástima que se nos fuese tan pronto. Además, sale Joe Pantoliano, que siempre suma.

Dentro de su condición de blockbuster, sabe entretener lo suficiente como para no caer en el aburrimiento, con algunos detalles realmente sobresalientes e, incluso, una escena romántica bajo la lluvia que, con otro guión, hubiera sido un punto álgido importante. Incluso nos descubrió un grupo de música tan potente e interesante como Evanescence encargado de la banda sonora. Las canciones My Immortal o Bring me to life se volvieron himnos aquel año.

Los grandes contras del filme se cuentan por sí solos y siguen escociendo a día de hoy. Estoy convencido de que Bullseye habría sido un gran primer oponente, pero con otro diseño o visión diferente, un poquito más actualizada. No sé si toda la culpa la tiene Farrell, bastante excesivo e intenso, pero tampoco me convence completamente la pareja protagonista, por muy jóvenes y guapos que parezcan. Affleck está lejos de dar lo mejor que puede y Jennifer Gardner de complementarle. Lamentablemente, su belleza no nubla nuestro juicio al verla actuar.

Dentro de lo que es el flojete guión que tenían entre manos, podrían haber escondido un poco más sus fallos y no que resultaran tan dolorosos. Hay decisiones realmente desafortunadas de montaje que duelen a la vista. A destacar, el primer encuentro entre Daredevil y Bullseye, con una escena de pelea en moto que podría haber sido otro clímax cerrado con la patada en la cara… pero, no. Decides estirarla un poquito más para que al espectador le chirríe todo.

Asimismo, algunos efectos CGI hoy en día quedan un poco cutre-salchicheros, como esa escena, con encuadre imposible desde la ventanilla del coche, en la que se ve al héroe saltar de azotea en azotea. No sé, ¿No había más presupuesto?

La verdad es que la mayor parte de los males del filme se los achaco a su director, que encima tuvo la desfachatez de no aprender de los errores del pasado y repitió todos y más con ‘Ghost Rider’ y su Nicolas Cage caracterizado de José Mota.

Lo dicho, difícil quererla. ‘Daredevil’ puede garantizar un rato de entretenimiento, pero no se la puede exigir más. Hay que tomarla como esas primeras películas prueba-error que se realizaban hasta pulir el género de superhéroes tan trabajado que tenemos hoy en día, pero tiene cosas que es mejor olvidarlas.

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