Conjuro fatal (TV)

Original y desconocida película de principios de los 90 realizada para el canal de televisión por cable HBO, producida por Gale Anne Hurd (Terminator, Aliens), se dio a conocer en España por un limitado lanzamiento videográfico y las emisiones que le dedicó Canal +. Hechizo Letal es una combinación de dos géneros tan diferentes como son el cine negro y el cine fantástico. En su reparto encontramos nombres tan conocidos como los de Fred Ward, David Warner, Clancy Brown o una entonces desconocida Julianne Moore.

Realizada por Martin Campbell, director que destaca por una filmografía irregular con alguna película excelente (Casino Royale). Hechizo Letal es la historia del detective Philip Lovecraft (Ward), un detective privado en contra del uso de la magia, contratado por un millonario (Warner) para hacerse con un libro que le ha sido robado, el Necronomicón, que necesita para un ritual a la medianoche del día siguiente cuando dé lugar un eclipse lunar que solo sucede cada 666 años. No faltaran en la búsqueda del investigador amenazas que pondrán en peligro su vida (una gárgola, demonios, gánsteres, zombies).

Curiosa propuesta que funciona sobre todo por la eficaz puesta en escena de Campbell, que sabe combinar géneros tan dispares como el 'noir' y el 'fantastique', mezclando clichés como son el personaje del detective y sus hábitos (beber, no pagar la facturas a fin de mes), la femme fatale (Moore) o el ex-compañero de la policía que le traicionó (Clark), con lo sobrenatural, especialmente con la literatura de H. P. Lovecraft, de quien su personaje principal coge el nombre, además de la presencia del Necronomicón, menciones a Cthulu, incluso el local que regenta uno de los villanos tiene el nombre de Dunwich, nombres todos relacionados con el escritor estadounidense y sus relatos La Llamada de Cthulu, Historia del Necronomicón y El Horror de Dunwich respectivamente.

Algunos otros aspectos a destacar positivamente de Hechizo Letal (terrible traducción del original Cast a Deadly Spell) son la ambientación de todo el largometraje, que encaja a la perfección con la época en la que se quiere situar el espectador, un maquillaje y efectos especiales superiores a muchos films de la época.

No es oro todo lo que reluce, por desgracia Hechizo Letal no es una película redonda, se deja ver sin más por la simpatía que produce tanto el personaje de Lovecraft como por lo raro de su conjunto. Su guión avanza sin ninguna sorpresa, el hecho de ser un refrito de todas esas películas de cine negro hace que sepamos todo lo que va a pasar (son situaciones mil veces vistas). Tampoco mejora la película de Campbell en cuanto al tratamiento de cada uno de los personajes, a excepción del encarnado por un acertado Fred Ward, todos ellos sin entidad propia y simples estereotipos (incluso es fácil entrever quien es el villano en su primera aparición).

Modesta y simpática producción televisiva que sirve para pasar un buen rato. Hubiera funcionado mejor como capítulo piloto de una serie que como largometraje en sí mismo.

“El Sello de Satán” o “Hechizo Letal” nombre con el que se estrenó en España es un telefilm que hace homenaje a los relatos de H.P. Lovecraft y a sus Mitos de Chtulhu pero rodado con la esencia del cine negro.
Así tenemos una historia de terror fantástica con aroma al cine negro y con las virtudes de las películas de los 80. En algún tramo de su duración veremos escenas que nos recordaran a los “Gremlins” y también a algún episodio perdido de la mítica “Creepshow”.
La historia transcurre en Los Ángeles en 1948 una época en la que todo se rige por la utilización de la magia y las artes oscuras.
Un detective Harry P. Lovecraft es contratado por excéntrico millonario para que encuentre la copia robada del “Necronomicón”. Harry es uno de los pocos que se niega a utilizar la magia, más bien la detesta.
Toda la película está llena de guiños a Lovecraft, véase Chutlhu, el Necronomicón, el club llamado Dunwich Room (homenaje a su relato “El Horror de Dunwich”).
Rebosa matices bizarros, humor negro, esencia a serie B de forma entretenida y mordaz.
Martin Campbell se hizo cargo de la dirección antes de rodar unas entregas para la saga Bond.
En su reparto aparece Fred Ward (“Temblores”, “El Cuervo: Salvación”) interpretando al detective de respuestas rápidas y aguzadas. A Julianne Moore (“Hannibal”, “El Fugitivo”) en uno de sus primeros papeles haciendo de seductora cantante del club “Dunwich Room”. A Clancy Brown ( inolvidable villano de “Los Inmortales”) como un gangster sin escrúpulos.
Los efectos especiales son totalmente artesanales en el que se incluyen marionetas, muñecos articulados.
En definitiva una pequeña joya que hace homenaje al cine negro, al fantástico y al cine ochentero.

Siendo justo, la película (sin olvidar que es un producto para televisión) no es nada del otro mundo. Actuaciones, clichés o ritmo son aceptables sin más. Su punto más fuerte es la mezcla de géneros que presenta.

Una película de cine noir, con toques de comedia y aderezada con elementos de las obras de Lovecraft. Una persona puede leer esto y pensar que es una locura o directamente algo chapucero, pero nada más lejos de la realidad.
Como encajan elementos de cada una de sus categoría y en ningún momento se siente forzado o fuera de lugar, es digno de aplaudir.

Siendo de HBO, con los medios y el presupuesto que se manejan en la actualidad, hacer una película o serie (si puede ser aparcando los toques de humor o reducirlos al mínimo), obtendrían algo fresco e interesante viendo la parrilla actual.

Una obra desconocida con caras conocidas (incluso una joven Juliane Moore) que resulta muy entretenida y fresca en su planteamiento.

Película que mezcla gran cantidad de géneros, que van desde el cine negro, hasta el terror, pasando por fantástico y comedia. La película cuenta con la dirección del responsable de títulos como Casino Royale (2006), Y cuenta con un reparto con nombres muy conocidos como Fred Ward (Temblores, 1990), o Julianne Moore (Hannibal, 2001).

Un detective privado, Harry P. Lovecraft, se mueve en un Hollywood de los 40 en la que la magia y las artes negras son muy comunes. Su cliente le da dinero para que encuentre una copia robada del mítico Necronomicón, libro que le permitirá liberar a los Demonios Primigenios.(FilmAffinity)

Si bien el pastiche de géneros no permite que la propuesta en su conjunto pueda pisar el acelerador en ninguno de los sentidos, también le da un aire fresco a esta curiosa propuesta que homenajea claramente al celebre escritor de terror cósmico que da el apellido al protagonista de la película. Los momentos de terror resultan escasos y diluidos, predominando sobre todo lo demás una trama detectivesca con algunos giros de guión inteligentes, y una trama que naturaliza lo fantástico de una forma extraña pero resultona. Las actuaciones están más que solventes, desde un Fred Ward al que le va como anillo al dedo hacer del típico detective consumado, hasta la siempre solvente Julianne Moore, y el ritmo, aunque pausado, no deja que el espectador se aburra.

El Sello de Satán es una extraña propuesta, que si bien no es una película de terror al uso, si coge elementos de este y los lleva a un universo propio de fantasía que hace del conjunto algo tan visto como fresco.

Nota personal 6/10

Simpática, desenfadada, ligera, dinámica, floja, irregular, ingeniosa y pasajera producción que emula e imita las tradicionales producciones con detective privado como protagonista que debe resolver un misterio. En este caso su cliente le da dinero para que encuentre una copia robada del mítico Necronomicón, libro que le permitirá liberar a los Demonios Primigenios.De esta manera, el sello de Satán, abre espacio para la fantasía y el terror, con espacio para el humor.
La trama resulta interesante y los responsables de la película consiguen darle el toque detectivesco tradicional, con espacio para momentos de humor desenfadado satisfactorios en un producto de corte televisivo que se ve con agrado.
Fred Ward, saca partido de su encanto para llevar el peso de una trama que se sigue con interés y con la que se disfruta de lo siniestro con humor.
Destaca el empleo de unos efectos artesanales plagados de ingenio y buen hacer. No era tiempo de grandes efectos digitales y debo decir que eso le da un toque encantador al conjunto de la película.