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España España · Barcelona
Críticas de David MS
Críticas 603
Críticas ordenadas por utilidad
6
8 de enero de 2013
77 de 93 usuarios han encontrado esta crítica útil
A finales de año o principios del siguiente es cuando se hace balance de lo positivo/negativo del año recién acabado. Entre lo peor de 2012, cinematográficamente hablando, la peor película según la revista Time es la ambiciosa El Atlas de las Nubes, la adaptación de la irrealizable novela de David Mitchell. Posiblemente a sus directores -hasta tres- les habrá sentado mucho peor el descalabro comercial y el poco interés por parte del público. ¿Es tan mala? Para nada, de hecho tiene casi tantas virtudes como defectos, y en ambos casos son muchos. Los tres directores de El Atlas de las Nubes son los hermanos Wachowski (trilogía Matrix) y el alemán Tom Tykwer (El Perfume), que realizaron un complicado plan de rodaje que les llevo a tener dos unidades de grabación en diferentes sitios, para agilizar un rodaje difícil.

Casi tan difícil como explicar el argumento, pues cuenta seis historias al mismo tiempo, en seis diferentes épocas y con el mismo grupo de intérpretes en un rol diferente en cada una de ellas. Decir que cada historia no es independiente de las demás, todas están relacionadas entre sí a través de conceptos filosóficos como el karma, la reencarnación, la vida después de la muerte. El Atlas de las Nubes explica la travesía de un navío en 1849, la relación profesional entre un célebre músico y su aprendiz bisexual, la investigación de un asesinato conspirativo por parte de una periodista en la década de los 70, la huida de un extorsionado editor, un futuro en el que existen los clones, y los últimos días de la humanidad (y el papel del demonio en ella).

El reparto: Tom Hanks, Halle Berry, Jim Sturgess, Ben Whishaw, Jim Broadbent, Hugo Weaving, James D'Arcy, Doona Bae, Hugh Grant, Susan Sarandon y Keith David.

Y por una vez, una amalgama de películas a las que me recordó El Atlas de las Nubes: Amistad, Cuando el Destino nos Alcance, La Fuente de la Vida, el cine de época de James Ivory, Matrix, la nueva trilogía de Star Wars, Erin Brockovich, Campo de Batalla: La Tierra, Arrugas y para desgracia de Hugo Weaving en la cuarta historia, Sra. Doubtfire.

No hay crítica -y con razón- que no diga que El Atlas de las Nubes es pretenciosa. Lo que no es tan común leer/escuchar es que también resulta rompedora y arriesgada. En una época en la que (casi) todos los directores estrenan películas jugando sobre seguro, se agradece una película que resulte todo un viaje, una experiencia realmente nueva. El Atlas de las Nubes es esa película.

Lo Bueno:

- Tanto los hermanos Wachowski como Tom Tykwer son unos maestros en lo visual, ver la puesta en escena de cada capítulo, tirando hacia lo clásico en los dos primeros, el thriller policíaco de los 70 en el tercero, lo costumbrista en el cuarto, y dos futuros distópicos y opuestos en los dos últimos (uno digital, el otro recurriendo a lo primigenio del ser humano). Cada uno de los relatos con las características intrínsecas según lo que cuenta -las historias íntimas están rodadas de una manera más contenida, las futuristas con lujo y exceso de detalles, escenas de acción incluidas-.

- El diseño de producción es impresionante, y la caracterización de cada época minuciosa.

- La fotografía, los efectos especiales, la música, el vestuario... Casi cada apartado técnico y artístico tiene un gran trabajo detrás.

Lo no tan bueno -por no decir malo directamente- y lo que hace de El Atlas de las Nubes una película fallida:

- Hay historias más interesantes que otras. Las menos agraciadas siguen teniendo interés pero la verdad es que son poca cosa (la del barco, la del editor) y poco aportan al conjunto.

- El maquillaje. El Atlas de las Nubes a ratos parece una fiesta de disfraces en la que no sabes como de bien o de mal va a estar caracterizado el actor conocido de turno. Tom Hanks, Hugo Weaving y Jim Sturgess (a lo chino) sufren estropicios, Halle Berry, Ben Whishaw y Susan Sarandon tuvieron más suerte en la sala de maquillaje.

- El grandioso montaje paralelo que es El Atlas de las Nubes es de lo más meritorios vistos en el cine reciente pero, no todo encaja como debiera, en parte por un guión que no consigue hacer una película global donde cada fragmento cuenta, es más, a ratos parece una suma de historias en lugar de un todo con sentido. Sin duda hay que darle una segunda visión pero...

- Tres horazas de película. Eterna. Y lo peor es que da la sensación de que se han dejado cosas por el camino que facilitarían el visionado y lo harían más comprensible.

Los hermanos Wachowski y Tom Tykwer no se equivocaron eligiendo como siguiente proyecto El Atlas de las Nubes, solo se equivocaron el medio en el que realizarla pues, si hubieran ideado la novela de Mitchell como una serie de TV de una buena tirada de capítulos, habrían conseguido algo mucho más compacto y de paso, memorable.
David MS
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8
10 de septiembre de 2013
56 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
El especialista en el campo del documental Henry Alex Rubin -nominado al Oscar por Murderball- debuta en un largo de ficción con Disconnect, un thriller sobre los problemas de las nuevas tecnologías en la sociedad actual. El amplio reparto lo integra Jason Bateman, Hope Davis, Frank Grillo, Paula Patton, Alexander Skarsgård, Michael Nyqvist, Andrea Riseborough, Max Thierot y los críos Colin Ford, Jonah Bobo y Haley Ramm. La película fue presentada en festivales como el de Venecia y el de Toronto con buenas críticas.

Al estilo de películas como Vidas Cruzadas (1993) de Robert Altman y Crash (2004) de Paul Haggis, Disconnect es una historia sobre un grupo de gente que no se conoce entre sí, aunque sus vidas se entrecruzan entre ellas. Todas con el mismo patrón, el cybercrimen. A destacar tres focos -pese a que los daños colaterales afectan a más gente-; el intento de suicidio de un crío (Jonah Bobo) después de difundirse una foto comprometida en Facebook, la vida de un chico (Thierot) que trabaja mostrando su cuerpo por webcam, y la ruina de una pareja (Patton y Skarsgård) tras un fraude cometido por internet.

Se nota que Henry Alex Rubin procede del documental pues Disconnect es una película que tratando de ser ficción resulta bastante realista y verosímil. Una película que deja un par de mensajes aplicables para la misma vida real, uno didáctico como son los riesgos de las redes sociales, el otro más emocional, gira sobre la frialdad de las relaciones humanas en perjuicio del uso de estas nuevas tecnologías. Esto último se ve reflejado en la incapacidad de comunicarse de todos los protagonistas con sus seres más cercanos.

Las historias casan muy bien entre ellas, aunque a mi juicio la que va sobre la periodista (Riseborough) que trata de sacar al chico del inframundo de las webcams tiene menos fuerza que las otras dos, posiblemente al caer en ciertos tópicos procedentes de las historias de amor imposibles. Bien es cierto que la del crío que sufre bullying y la de la pareja que ha caído en la bancarrota dan mucho juego, de ahí escenas de alto voltaje -como el desenlace de ambas-.

El trabajo de los actores es una de las grandes bazas, un reparto coral con un protagonismo compartido para que brillen todos. Destacan más Jason Bateman como padre arrepentido, un habitual secundario del cine americano reciente como Frank Grillo (Warrior), y los actores jóvenes, todos ellos muy bien.
David MS
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6
25 de julio de 2013
56 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
Laurence Fishbourne, Bill Paxton y Kevin Zegers (Amanecer de los Muertos) son los tres protagonistas de The Colony (2013), una producción canadiense directa al mercado doméstico, por lo menos en Estados Unidos -en España nunca se sabe-. Es el nuevo largometraje dirigido/escrito por Jeff Renfroe, lo que tampoco debería decir nada salvo que hayas visto TV Movies casposas como Un Rostro Desconocido (2009) y Falsa Atracción (2011). Su película más conocida, Paranoia 1.0 (2004), una extraña cinta de ciencia ficción.

En este mismo terreno de la ciencia ficción se encuentra su nuevo film. The Colony se sitúa en el 2045, cuando la Tierra vive una era glaciar por el deshielo de los polos, y los pocos supervivientes viven en colonias bajo bunkers subterráneos. Esa penosa situación se complica con la escasez de víveres, y el canibalismo por el que optan algunos de los supervivientes. Los personajes de Fishbourne, Paxton y el más protagonista Zegers tratan de sobreponerse al ataque de éstos últimos.

The Colony no tiene nada de original, es una sucesión de escenas que son copia de otras cintas, o que bien podrían ser descartes de las mismas. 30 Días de Oscuridad, Ravenous, Soy Leyenda, Asesinos Cibernéticos, The Descent, Stake Land, La Carretera. Hay que decir que la amalgama de influencias es buena, sumado al buen ritmo que le da el director a su película y las certeras escenas de acción, dan como resultado este acertado pasarratos carente de toda pretensión y lleno de todos los clichés vistos en el cine de supervivencia.

Respecto a aspectos técnicos, decir que los dieciséis millones de dólares de presupuesto -poca cosa- fueron bastante bien invertidos, modélica ambientación, correcto maquillaje, funcionales efectos especiales, y la contratación de alguna cara conocida, brillando entre ellas un Laurence Fishbourne bastante atinado.
David MS
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7
20 de noviembre de 2012
51 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco a poco David Ayer se ha ido haciendo un nombre dentro del cine policíaco, sea como guionista (Training Day, Dark Blue, S.W.A.T.), o como director de género en Dueños de la Calle y Sin Tregua, la película que recién ha estrenado en USA con moderado éxito y que llegará a España el próximo diciembre. En ella se dejan ver Jake Gyllenhaal, Michael Peña, Anna Kendrick, Frank Grillo y America Ferrera.

Brian Taylor (Gyllenhaal) y Mike Zavala (Peña) son una pareja de compañeros de policía que patrullan las calles de unos Los Angeles plagados de carteles de la droga y demás actos delictivos. Sin Tregua nos enseña su supervivencia en ese entorno, y que tras la placa y uniforme hay personas que sienten, quieren y se preocupan por los demás.

David Ayer sigue el tono de sus anteriores largometrajes, una historia que gira en torno a la vida de una pareja de policías y su día a día en los barrios llenos de actividad delictiva de Los Angeles. Lo hace con una puesta en escena en primera persona y handycam, pues la mayor parte de la narración es contemplada desde las grabaciones de la pareja policía y los criminales a los que enfrentan (mejor no indagar en el porqué de la insistencia de cada personaje en grabar todo lo que sucede).

Violenta, cruda, con la sensación de realismo que produce el formato digital, con una fotografía natural que hace que podamos sentir el clima caluroso de una ciudad de Los Angeles peligrosa en cada esquina. Los actores, en especial la omnipresente pareja Gyllenhaal/Peña, lo borda, protagonistas de escenas de acción adrenalíticas, pasajes más dramáticos y algo de humor.

Durante buena parte de metraje se podría acusar a Sin Tregua de panfleto para apuntarse al cuerpo de policía, si bien, especialmente en su parte final se muestra más como un aviso de lo que nos podemos enfrentar. Otro gran trabajo de un director cada vez más especializado en un género que domina a la perfección.
David MS
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5
23 de junio de 2013
27 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cifra de 34 millones de dólares obtenidos en su fin de semana de estreno convierte a The Purge: La Noche de las Bestias en un éxito inmediato, y mejor, posiblemente un título potencial para unas cuantas secuelas. Este film, que solo costó 3 millones -y lleva casi 60 solo en USA- es la nueva producción de Michael Bay, y también de Jason Blum (Paranormal Activity). El reparto incluye a Ethan Hawke, Lena Heady y Rhys Wakefield como nombres más interesantes. Les dirige James DeMonaco (Staten Island), también creador del guión.

En una sociedad futura el pueblo norteamericano celebra la purga, una noche en la que durante doce horas matar es legal. Ese acto hace que el índice de criminalidad del resto del año sea ínfimo, también la desaparición de los pobres, incluso un tasa de desempleo de solo un 1%. El matrimonio que forman James y Mary Sandin (Hawke & Heady) y sus dos hijos, se cierra a cal y canto en su casa con la esperanza de pasar una noche tranquila. El problema, se les cuela en casa un hombre de color (Edwin Hodge) que es buscado por unos asesinos enmascarados que le quieren matar, y que entraran en la casa.

Ethan Hawke se está convirtiendo en un especialista en ciertos aspectos que The Purge pone de manifiesto. Por ejemplo, ser protagonista de cine de serie B (Daybreakers), ser dirigido por James DeMonaco (Staten Island), colaborar con el productor Jason Blum (Sinister), y ya en la ficción, encerrarse en un recinto ante una amenaza criminal exterior (Asalto al Distrito 13) y tener una familia de la que no te puedes fiar, o completamente idiota (como la que ya tuvo en Sinister). Aunque esto pueda parecer una crítica al actor, no lo es, Hawke es el actor más acertado de The Purge -junto al villano Rhys Wakefield (El Santuario)-.

El planteamiento de The Purge es bastante prometedor, esa sociedad distópica en la que el crimen es legal en un momento puntual del año. Durante la primera parte de la película esa idea está bien desarrollada sin profundizar demasiado en ella, después se deja de lado para ser un thriller de invasión a casas que recoge escenas y clichés de Funny Games, Los Extraños, The Collector y Game Over: Se Acabó el Juego.

Al igual que en los ejemplos mencionados en The Purge se palpa la tensión en el ambiente, con el juego del gato y el ratón que sucede en el hogar de los Sandin entre las víctimas y los captores. Nada nuevo pero bien hecho y con alguna escena potente -Hawke/Sandin acabando con unos cuantos de los enmascarados que entran en su casa-.

The Purge tiene alguna cagada que evita una mayor valoración. Viene de un tercer acto y un giro que se da en él que convierte esta noche de las bestias en la noche de los disparates, o un capítulo violento de La que se Avecina. Añadir que los dos personajes adolescentes siempre molestan, Adelaide Kane por mala actriz, un mejor Max Burkholder porque interpreta a un crío que se merece un par de guantazos bien dados.
David MS
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