Nostromo: el sueño imposible de David Lean

Es un magnífico documental que bucea en la personalidad de un maestro del cine y en su forma de entender y ejecutar ese arte.

Con un montaje cuidadoso y hábil de las secuencias de las entrevistas y un uso muy inteligente de la música (Guillermo Farré) y de las ilustraciones, consigue un ritmo que se acompasa con los momentos por los que pasó el proyecto de rodaje de Nostromo.

Importante cómo retrata a David Lean desde las perspectivas de sus más cercanos colaboradores y muy especialmente desde la peripecia vital que supuso este proyecto para Georges Corraface, quien debía encarnar al protagonista.

Como ocurre con otros documentales de este director ("El último adiós de Bette Davis", "Sacristán, delantera de gallinero", "Regreso a Viridiana") nos abre los ojos a la vida de un grande del cine y, sobre todo, incita a seguir profundizando en ella.

Hoy esto lo escribo con el libro de Nostromo, justo comenzado, en el regazo y con Lawrence, Zhivago, la hija de Ryan, Kwai, la India y Oliver preparadas para disfrutar de unas tardes de invierno de sofá, mantita y buen cine.

Por cierto, la versión en español goza de José Sacristán como narrador.

Lo mejor que tiene la película: qué y cómo lo cuenta (ver desde dentro los entresijos de como se hace o no una película como ésta) y sobretodo las ganas que dan de ver Lawrence de Arabia cuando acaba la película y las ganas que da de leer el Nostromo de Conrad.

Lástima que no se hiciera la película. Lástima que para aquella época Lean ya estaba casi en fuera de juego. Lástima que ya no se haga cine como el de Lean. Y poco más que añadir.

Nostromo es algo más que la nave de Alien. Nostromo es una novela de uno de los grandes y pudo ser algo que no fue. Aunque tiene una adaptación italiana del año 96 (solo la conozco por la gran grandísima banda sonora que Ennio Morricone compuso para la misma) queda la duda de lo que no fue.

313/15(22/11/23) Sugerente documental español producido por TCM, dirigido por … abordando el sueño (imposible) de uno de los grandes directores de la historia como es David Lean, que dedicó los siete últimos años de su vida a la adaptación homónima al cine de la novela de Joseph Conrad “Nostromo” (1904), donde el director londinense vio su gran obra, de la que dice iba a ser mejor que su “Lawrence de Arabia”. A través de testimonios actuales que entraron en el proyecto como el que iba a ser el protagonista Georges Corraface, como gente que lo conoció como era su sexta esposa Sandra Lean, el guionista Christopher Hampton o el director Hugh Hudson, así como imágenes de archivo del cineasta de “Doctor Zhivago” que arrojan luz sobre la perfeccionista personalidad del protagonista del doc, seguimos el arduo proceso de poner en marcha esta épica producción, donde el principal problema era la edad de Lean, que hacía que hubiera que asegurar en alguna compañía su trabajo ante posibles eventualidades de su salud. Es la radiografía nostálgica de una utopía, lo que pudo ser y no fue, alguien persiguiendo algo que nunca empezaría siquiera. Ello narrado con buen ritmo, acudiendo a los story boards del fallido film, así como oiremos hermosos extractos de la novela, uno de ellos durante el funeral de Lean en Westminster, y todo ello punteado de modo incisivo por la bella música de Guillermo Farré. Un proyecto maldito que sirve para exponer el carácter del creador David Lean, su sentido del deber con el Séptimo Arte.

De todos los testimonios el más comprometido con lo que iba a ser la producción de “Nostromo” es del francés Georges Corraface, al que eligió Lean como Nostromo, como se preparó años para el rol, como Lean tuvo que soportar las presiones d ellos productores para que pusiera a una estrella de cabeza de cartel, hasta que ele exigireon una prueba de cámara (no quiero contar como acabó). Vemos a un Corraface en sus intervenciones con melancolía y cariñoso con el director, incluso habló durante el funeral en la catedral londinense (el que leyó el fragmento de “Nostromo”), se nota emocionado al hablar del que pudo haber sido el film que lo catapultaría al estrellato.

También destaca Sandra Lean (con un aparatoso flequillo que le tapa los ojos ¿?), que al parecer no solo era la esposa de Lean, también era su ayudante fiel en la producción moviendo los hilos para hacer posible la filmación de “Nostromo”. Es la que comenta además, como fue que justo cuando todo estaba preparado para comenzar en Almería (donde ya había rodado “Lawrence de Arabia”) el rodaje se sintió mal y todo colapsó.

Es uno de esos documentales en los que el mundillo del cine se mira el ombligo de la trastienda, como las compañías que hacen posibles grandes producciones ponen trabas y son intervencionistas ‘mecenas’ y los artistas, en este caso el director pelea porque su visión total de lo que quiere poner en imágenes llegue a buen puerto, y como por el camino en pos de esta meta debe vender un poco de su alma haciendo concesiones. Habla el doc de un background del cine un tanto cainita, sin altura de miras, dejando un halo de pesimismo en este aspecto. De hecho, solo cuando otro cineasta independiente ayudó en la producción esta se puso en marcha, me refiero a Steven Spielberg. Esto me hace pensar que aún hay algunos cineastas mayores a los que hay que alabar por ser capaces de poner en marcha sus sueños de forma autónoma, como Ridley Scott con 86 años, Scorsese con 81, Coppola con 84, Woody Allen con 87, o el más impresionante Clint Eastwood que rueda a sus 93 años una peli más, gente que podría estar jubilada viviendo de las rentas, pero siguen haciendo cien porque es lo que les llena.

Spoiler:

A principios de 1991, por fin, los periódicos anunciaron el inicio de la filmación y la prensa de Almería especulaba con que aquel proyecto reverdeciera la industria cinematográfica local. Sin embargo, poco después a David Lean le diagnosticaron un cáncer. Murió el 16 de abril de 1991 sin haber logrado dar el primer golpe de claqueta.

En 1996 se hizo la primera adaptación a la pantalla de la novela, fue una producción en formato miniserie para la tv británica dirigida por Alastair Reid.

Documental del que todo cinéfilo degustará en su hálito de autopsia de una producción fallida. Gloria Ucrania!!!

Interesante, apasionante, fascinante, ilustrativo, elegante y satisfactorio documental que recoge el proceso de la preparación y puesta en marcha por parte del guionista y director, David Lean, en su particular búsqueda para la creación de una obra maestra que no logró terminar a pesar del tiempo dedicado.
Me ha parecido un documento tremendo y apasionante, donde descubrir anécdotas y pensamientos del famoso director ganador de varios Oscar, David Lean, dejando muestras de su meticulosa forma de trabajar a la hora de ofrecer una película que apuntaba maneras de obra ambiciosa y grandilocuente, como la adaptación de Nostromo,
Si te gusta el cine y los documentales, creo que puedes quedar enamorado por lo que se deja ver e intuir en el documental.

Esta película documental es la crónica de un fracaso. Un fracaso que, cuando terminemos de verla, nos dolerá.

Y es una cinta que resulta útil desde muchos puntos de vista.

Primero, porque nos sirve para recordarnos que todos esos vacuos mensajes motivacionales que te animan a seguir tus sueños y bla, bla, bla se olvidan de que la consecución de nuestros objetivos está muy lejos de encontrarse sólo en nuestras manos.

Segundo, porque nos explica cómo funciona el cine o, para ser exactos, cuanta gente (y cuantas empresas) están implicadas en la realización de una película; que hasta la cinta de presupuesto más modesto ha supuesto el trabajo de muchísimas personas.

Y por último porque nos acerca a la figura de David Lean, a sus primeras producciones (supuestamente) modestas y a las grandilocuentes, a su carácter personal, a su particular forma de ver el arte y la vida. A su inagotable entrega al cine y su inmenso talento.

Y pone en evidencia que hasta los nombres más importantes de la industria pueden ser fagocitados por dicha industria.

También supone una reivindicación del actor George Corraface, entregado también durante años a un proyecto que jamás se puso en pie, lo que le llevó a convertirse en, por así decirlo, una estrella que nunca llegó a ser.

El documental deja una sensación de tristeza, de decepción, pero también de profunda admiración por Lean y Conrad, y de respeto por todos aquellos que luchan por estrenar una película, empeñando en ello dinero, tiempo y salud.

Y la mejor manera de pagar de alguna manera dicha entrega, es ver - o volver a ver - su cine.

Yo, personalmente, volví a ver "La hija de Ryan" y descubrí "Madeleine"