Campamento infernal

Mirad, el argumento quizá será previsible (supongo que de ahí la nota), pero tras ver muchísimas de películas del género, ésta es una de las que más me impactaron, principalmente por la dureza y crueldad de algunas escenas.
Os recomiendo que la veáis, pero que no esperéis un argumento de salvar al soldado Ryan...

Hace ya mucho tiempo y esta fue una de las de terror que se me ha quedado grabada en mi mente. En el plano argumental he de comentar que es una película bastante simple y que al ser una secuela sigue (solo hay que suponerlo) la estela de su predecesora. En esta ocasión la película con aspecto de telefilm comienza con una intriga bastante acertada y consigue entretener a todo fan de terror que le entusiasme el género del grupo adolescente que acaba mal. Algunos pasajes de la cinta está bien ambientados y el final es bastante imprevisible gracias a que el director se inventa un desenlace incoherente y que seguro que más de uno no se llegará a creer. Para fans de terror adolescente.
Y en SPOILER comento tres cosas que son las piezas principales del film y que no conviene mirarlo el cinéfilo que no la haya visto.

Ahora sí, esta película es mucho mejor que la primera parte, en todos los aspectos. Es un slasher básico, que copia Viernes 13, pero está bien hecho.

Por lo pronto, tiene buenas muertes, explícitas, con sangre y algo de gore. Y eso siempre se agradece en un slasher. Hay bastantes víctimas, y bastantes sospechosos, juegan un poco con el espectador con eso hasta que no sabes quién es el asesino, y eso mola.

Hace un poco de parodia del tema slasher, al estilo de ¨Scream¨: si eres tia y enseñas las tetas, mueres. Si eres negro, mueres.¨

En definitiva, aunque no sea ninguna maravilla, aunque el tema esté muy visto, no es una mala película del subgénero, ni mucho menos. Entretiene y tiene sus momentos.

Nueva cinta que parece el resultado de pasar por la fotocopiadora otras tantas películas de asesino persigue adolescentes ya sea en un campamento, en un bosque, en una casa, en un barco, en la nieve o en una piscina de bolas. 'Campamento infernal', se trata de la segunda parte de la ya de por sí horrible 'Campamento sangriento'. No se enteran. ¡Que ni sangriento ni infernal! Si en la primera los avispados guionistas le colocaban al asesino la máscara de Jason el de ‘Viernes 13’ en ésta la hemos perdido así que le colocamos sin problemas la de Michael Myers de ‘Halloween’. Empezando por ahí, patético. Técnicamente la película es lamentable y los actores se dedican a ponerse donde el director les dice y recitar sus frases de la manera mas aburrida posible. Miedo tampoco parece que pasen. El resto sigue al dedillo el esquema de estas películas. Como la cosa es tan simple que podría durar menos que un capitulo de ‘Los Simpson’, el director rellena la cinta con escenas eróticas light y asesinatos de lo más variado para llegar así a la reglamentada hora y cuarto. A su favor decir que es de agradecer la descarada brutalidad en alguna de las muertes (una incluye al asesino apuñalando a un pobre chaval al que luego le corta las piernas y acaba aplastándole la cabeza con una piedra ¡Toma ya!). El auténtico terror de la película es el final, del cual se deduce que harán más secuelas (horror). En fin, puede entretener a ratos pero no pasa de ser un slasher más de cuatro amigos con una cámara. Si alguien aún le quedan ganas de verla, decir que en Media Markt la peli se vende a la ridícula cantidad de 1.25 €, con lo que ya cada uno puede imaginarse la calidad de esta cosa.

Lo mejor: Pues el habitual atractivo de estos films. Aunque son escasas, las muertes gore y las escenas de 'alivio'.
Lo peor: Los diálogos y las actuaciones dan pena y el asesino es de los peores psicópatas vistos.

Fotografía de telefilme, guión paupérrimo, no depara el menor amago de emoción. Ha recibido un doblaje mejor de lo que su naturaleza de serie C invita a esperar, pero no hay nada en este producto amateur que merezca la pena. Si muchos nos seguimos interesando por películas de este tipo es porque realmente algunas las encontramos entretenidas, incluso de las más devaluadas rescatamos algún detalle simpático o que nos llame la atención pero constato que no el caso.