El cazador de búfalos

Una mirada a lo que podrían ser las miserias de unos cazadores de búfalos en los EEUU en el siglo XIX, donde en unos pocos años prácticamente extinguieron la especie, y había millones.

Es una mirada triste, fría y neutral, que explora temas como la avaricia y la obsesión del hombre, la ausencia de sentido en la vida, o cómo la experiencia y los traumas cambian a una persona, tallando cicatrices.

Preciosa fotografía, con inmensos terrenos naturales. Interpretaciones serias, creíbles. Secuencias crudas de la caza y despelleje de los bisontes, no tanto por su descripción como por su significado, pues al interesar solamente las pieles, no se aprovechaba el animal, y presenciamos como las praderas se llenan de cadáveres. Trágico y absurdo, pero así fue la cosa, era un trabajo cruel pero lucrativo, perfecto para los tipos duros que no tenían nada. Los acontecimientos, igualmente, son despiadados también para los cazadores. Solo hay perdedores en esta historia.

Tiene un ritmo pausado, de drama independiente de festival. Si te gusta el estilo, la vas a disfrutar. Tan interesante como amarga.

"El cazador de búfalos" o "Butcher's Crossing" es una película que pertenece al género western, donde nos cuenta la historia de un chico que abandona la universidad para realizar un viaje hasta Colorado y se acaba juntando con cazadores de búfalos…

La dirección corre a cargo de "Gabe Polsky", quien nos propone una dirección bastante interesante y esto gracias a unos grandes planos con unos paisajes del oeste americano en las diferentes estaciones del año. Se puede apreciar la dureza del viaje y las condiciones extremas en las que vivía la gente en aquella época.

Basada en una novela escrita por "John Williams" la cual no conozco, pero en términos generales la historia que nos proponen al menos no es la típica historia clásica de los westerns, pero ya hemos visto más aventuras de estos cazadores que se dedicaban a cazar búfalos, castores entre otros animales para vender sus pieles en unas condiciones muy difíciles, pero en términos generales el guion propuesto cumple con lo que ofrece a nivel de escritura.

Los actores ha realizado un buen trabajo a nivel de interpretación, pero tampoco han destacado ninguno por encima de todo el elenco, pese a que "Nicolas Cage" es la estrella del elenco.

La ambientación se ha trabajado bien, pero he notado que pese a vivir en el medio de la naturaleza o en ciudades o pueblos, en el medio de la nada no se apreciaba mucha suciedad y ese ambiente lúgubre de los clásicos western, algo que se debió realizar para dar una ambientación mucho más exacta para las condiciones de vida de estos lugares aunque las condiciones ambientales sí se han trabajado muy bien en todos los sentidos. El vestuario es acorde con la época, pero como en el caso de la ambientación general se nota la ropa como si fuera nueva o directamente salida de la tienda.

La música es cumplidora con el metraje, pero no destaca prácticamente y necesita más fuerza para dar más a las situaciones que estamos viendo en esta película.

En general, un western que cumple con lo que ofrece y que es interesante para los fans de este género, pero además cuenta con un mensaje final que hace reflexionar al espectador.

Nota: 6/10

Correcto y peculiar western que narra las tribulaciones de un grupo de cazadores de bisontes americanos allá por el 1874 y el viaje iniciático de un joven que se torna en una bajada a los infiernos. Se agradece que Nicolas Cage aparque en esta película su habitual e impostado histrionismo para ofrecer un papel más sereno y relajado que no le queda nada mal. No es un peliculón ni mucho menos pero se deja ver sin problemas, y como todo lo rodado en Montana tiene unos paisajes increíbles.

Irregular, de ritmo lento pero al mismo tiempo interesante.

No es un film fácil de ver, no porque no se comprenda, pues tiene una narración clara y sencilla, si no porque es muy dura e incluso, en momentos determinados, cruel e inhumana.

Y es que relata parte de lo que, en realidad, fue "La conquista del oeste", entre otras vicisitudes históricas, el de la casi extinción de los búfalos, sustento de los nativos de los lugares invadidos por el hombre blanco, por parte de cazadores sin escrúpulos.

En este sentido, es importante lo que cuenta, no tanto cómo lo cuenta. Y esto es porque hay tiempos muertos, embellecidos, eso sí, por los magníficos paisajes de la reserva india de los Blackfeets, en Montana, EE.UU., gracias a la impresionante fotografía de David Gallego, sin duda lo mejor del film.

Una película que podría haber estado mejor y así su discurso y su denuncia habría tenido más visibilidad. Tal y como queda, está bien, pero es mejorable.

De todas formas, estimable, seria y rigurosa, al mostrar también la progresiva locura de los cazadores de búfalos ambiciosos, codiciosos y deseosos del reconocimiento de los demás, poniendo en peligro a quien se encuentra en su compañía. En este sentido, nuestro amigo Nicolas Cage compone su personaje con su proverbial histrionismo.

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Lo más positivo de la película es que Nicolas Cage ha dejado de preocuparse en su alopecia y se ha centrado más en la interpretación.

El cazador de búfalos es una especie de historia de Florentino Pérez y la Liga Europea. Donde todos ganan más o menos en función de sus méritos o eso se cree y la idea de ir más lejos y ganar mucha más pasta.

Para ello, Florentino (Cage) se rodea de un equipo veterano (el manco) uno que va a lo loco en busca de las riquezas sin tener en cuenta los peligros (el desollador) y un equipo joven en Europa que va a vivir la aventura y a imaginar algo positivo (el chaval).

Mira que hay que ser poco inteligente para dejar Harvard para ir a jugártela en una profesión que desconoces por completo, si a esto le sumas que te asocias a un tipo loco por completo, Florentino Cage y a uno más peligroso que una piraña en un bidé, todo apunta a un final desastroso.

La historia promete, en especial desde la perspectiva de un joven inexperto en todos los sentidos, que vuelca toda su confianza y a la vez su dinero en Titi Floren y a verlas esperar.

Lo más que me ha gustado es el proceso del trabajo de cazar búfalos, como se preparan, los cuidados, las atenciones, los trucos, las estrategias, todo influye para conseguir más presas sin que tengan tiempo a huir. El tema más complicado es cuando te das cuenta de la cantidad de material y los pocos medios que poseen para volver a casa con todo lo que quieren llevar.

La avaricia del viudo Florentino, que su único deseo es entrar como los emperadores romanos a la Ciudad y ser aclamado como el más grande, dicho plan hace que el grupo se tenga que quedar aislado por muchísimo más tiempo del que habían planeado en un principio, con el único fin de amasar más dinero. Poco le ha importado las consecuencias.

Y todo eso lo iremos viendo reflejado en los ojos de un joven neutral.

La peli es entretenida, en especial cuando llegan al sitio acordado para la cacería. Es ahí cuando disfruté muchísimo de la historia, otra cosas es la forma de presentarla que podría haber sido mucho mejor.