Snowden
6.4
11,251
Thriller. Drama. Intriga
Narra los acontecimientos que siguieron a la publicación por parte del diario 'The Guardian' de los documentos clasificados que aportó el joven analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden sobre el programa secreto de vigilancia mundial de la Agencia en el 2013, unos documentos que revelaban que espiaban a miles de millones de personas de todo el planeta... Film Basado en el libro "The Snowden files. The inside ... [+]
17 de diciembre de 2016
17 de diciembre de 2016
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Que Oliver Stone es uno de los patriotas que más ha hecho por su país a través de su cine es innegable. El cineasta ha sido capaz de plasmar a lo largo de su filmografía los eventos históricos más importantes de la historia norteamericana (desde el asesinato de JFK a la guerra del Vietnam pasando por la operación Cóndor patrocinada por Kissinger) y descifrar la cara oculta de ellos El problema es que muchas ocasiones el concepto de patriotismo queda absorbido por ciertos sectores que al agitar las banderas (independientemente de que color sean) tratan de ocultar la realidad. Eso es lo que en numerosas ocasiones le ha pasado a Stone, quien ha sido tachado por sus propios compatriotas de “traidor”, simplemente por versionar la versión oficial de la historia que ha construido su país. Algo que como decía hemos podido comprobar a lo largo de su filmografía, y algo que ha vuelto a demostrar en su última película Snowden (Snowden, 2016), una versión dramatizada del personaje real, Eric Snowden y su confrontación con la CIA y el gobierno norteamericano.
Snowden ha pasado a la historia por desvelar algo realmente terrorífico. Un programa auspiciado por el propio sistema de inteligencia norteamericano, que tenía (y seguramente tiene, puesto que como advierte el filme, una vez ha empezado a girar la rueda ya es muy difícil volver a pararla) la intención de espiar utilizando cualquier herramienta posible (activación de cámaras móviles, mensajes privados de redes sociales…) a ciudadanos de a pie, sin ningún vínculo con el terrorismo. Este hecho, que debió en su momento provocar una marejada política de primer orden, por vulnerar los derechos más básicos de los ciudadanos norteamericanos (en la propia carta magna se hallan) no acabó provocando más que una indignación que con el tiempo ha sido domada. Y precisamente el patriotismo de Stone lo encontramos en la denuncia que realiza la película mediante la figura de Snowden y que ya pudimos ver desarrollada en otros formatos, especialmente la serie de televisión, donde en contraposición con la deriva bélica y autoritaria que definitivamente ha tomado su país, Stone evoca el sueño de los padres fundadores, aquellos hombres influenciados por la ilustración y que crearon un país basado en las libertades. Las menciones son más que numerosas y transcurren de manera paralela al filme.
Desde luego, las intenciones son loables. Sin embargo, algunos críticos han aprovechado para afirmar el cliché de que a pesar de ello, la película es tibia y aburrida. Se podrá calificar a la película de muchas cosas, pero desde luego el término aburrido sobra totalmente cuando nos referimos a la película. Por lo menos se vuelve un concepto arrojadizo y tan subjetivo que carece de cualquier valor. Porque precisamente la película, a pesar de que se ajusta más o menos verídicamente a una biografía (aunque evidentemente hay dramatizaciones y varias licencias) mantiene un ritmo más que interesante. Aunque sí es verdad que para ello el director debe comprometer la propia narrativa de la película. La película es bastante caótica precisamente porque Stone al pretende dar dinamismo al montaje acaba confundiendo al espectador y a la propia historia. Así, la historia se inicia con un flashback y las idas y venidas con los diferentes momentos temporales serán continuas, sin que haya una justificación relevante. No es ni mucho menos que el hilo sea difícil de seguir, sino que Stone no ha conseguido el modelo perfecto para la película y las costuras se pueden ver.
¿Conduce la película hacía una única postura? Otro de los clichés más extendidos cuando se crítica a Stone es el de la unidireccionalidad de sus películas, que pretenden enseñar al espectador una única realidad. A pesar de que en algunos momentos la película planea sobre esa frágil frontera (los buenos y malos de la película quedan quizá demasiado caricaturizados, caso del personaje que interpreta Nicolas Cage o el primer ayudante de la CIA que convierte a Snowden en un agente) el propio personaje protagonista da a entender que su única intención era revelar al mundo precisamente los métodos gubernamentales ocultos, y a partir de ahí que sea la propia población quien decida (o como bien sintetiza el personaje que adiestra a Snowden, los americanos no quieren libertad, quieren seguridad pero no han sido capaces de elegir entre ambas opciones). Y por cierto, lo que si resulta de agradecer es la propia desmitificación del presidente Obama que muestra la película, a quien se señala como uno de los responsables si bien no directos, si cómplices de la red tejida.
En aspectos técnicos la película cumple notablemente, aunque quizá se esperara un poco menos de academicismo por parte de Stone, quien ha intentado realizar una película apta para todos los públicos. Por otra parte, la interpretación de Josep Gordon-Levitt es sumamente creíble. El actor consigue ponerse en el papel del ex trabajador de la CIA y ser capaz de aguantar el reto que supone sustentar un filme prácticamente en un sólo personaje.
https://neokunst.wordpress.com/2016/12/17/snowden-2016/
Snowden ha pasado a la historia por desvelar algo realmente terrorífico. Un programa auspiciado por el propio sistema de inteligencia norteamericano, que tenía (y seguramente tiene, puesto que como advierte el filme, una vez ha empezado a girar la rueda ya es muy difícil volver a pararla) la intención de espiar utilizando cualquier herramienta posible (activación de cámaras móviles, mensajes privados de redes sociales…) a ciudadanos de a pie, sin ningún vínculo con el terrorismo. Este hecho, que debió en su momento provocar una marejada política de primer orden, por vulnerar los derechos más básicos de los ciudadanos norteamericanos (en la propia carta magna se hallan) no acabó provocando más que una indignación que con el tiempo ha sido domada. Y precisamente el patriotismo de Stone lo encontramos en la denuncia que realiza la película mediante la figura de Snowden y que ya pudimos ver desarrollada en otros formatos, especialmente la serie de televisión, donde en contraposición con la deriva bélica y autoritaria que definitivamente ha tomado su país, Stone evoca el sueño de los padres fundadores, aquellos hombres influenciados por la ilustración y que crearon un país basado en las libertades. Las menciones son más que numerosas y transcurren de manera paralela al filme.
Desde luego, las intenciones son loables. Sin embargo, algunos críticos han aprovechado para afirmar el cliché de que a pesar de ello, la película es tibia y aburrida. Se podrá calificar a la película de muchas cosas, pero desde luego el término aburrido sobra totalmente cuando nos referimos a la película. Por lo menos se vuelve un concepto arrojadizo y tan subjetivo que carece de cualquier valor. Porque precisamente la película, a pesar de que se ajusta más o menos verídicamente a una biografía (aunque evidentemente hay dramatizaciones y varias licencias) mantiene un ritmo más que interesante. Aunque sí es verdad que para ello el director debe comprometer la propia narrativa de la película. La película es bastante caótica precisamente porque Stone al pretende dar dinamismo al montaje acaba confundiendo al espectador y a la propia historia. Así, la historia se inicia con un flashback y las idas y venidas con los diferentes momentos temporales serán continuas, sin que haya una justificación relevante. No es ni mucho menos que el hilo sea difícil de seguir, sino que Stone no ha conseguido el modelo perfecto para la película y las costuras se pueden ver.
¿Conduce la película hacía una única postura? Otro de los clichés más extendidos cuando se crítica a Stone es el de la unidireccionalidad de sus películas, que pretenden enseñar al espectador una única realidad. A pesar de que en algunos momentos la película planea sobre esa frágil frontera (los buenos y malos de la película quedan quizá demasiado caricaturizados, caso del personaje que interpreta Nicolas Cage o el primer ayudante de la CIA que convierte a Snowden en un agente) el propio personaje protagonista da a entender que su única intención era revelar al mundo precisamente los métodos gubernamentales ocultos, y a partir de ahí que sea la propia población quien decida (o como bien sintetiza el personaje que adiestra a Snowden, los americanos no quieren libertad, quieren seguridad pero no han sido capaces de elegir entre ambas opciones). Y por cierto, lo que si resulta de agradecer es la propia desmitificación del presidente Obama que muestra la película, a quien se señala como uno de los responsables si bien no directos, si cómplices de la red tejida.
En aspectos técnicos la película cumple notablemente, aunque quizá se esperara un poco menos de academicismo por parte de Stone, quien ha intentado realizar una película apta para todos los públicos. Por otra parte, la interpretación de Josep Gordon-Levitt es sumamente creíble. El actor consigue ponerse en el papel del ex trabajador de la CIA y ser capaz de aguantar el reto que supone sustentar un filme prácticamente en un sólo personaje.
https://neokunst.wordpress.com/2016/12/17/snowden-2016/
16 de enero de 2017
16 de enero de 2017
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Después de que Laura Poitras documentara lo que fue su encuentro con Edward Snowden en el 2013 y de que ganara un Oscar por ello, era previsible que también surgiera una película de cómo se llegó a ese encuentro entre los periodistas y el genio informático que "traicionó" a su país para reivindicar la idea de libertad.
Oliver Stone se arremangó la camisa una vez más para mostrar las sombrías redes de poder del gobierno norteamericano y logra una película en la que se combinan equilibradamente las peculiaridades de la ficción con los elementos reales que tuvieron que ver con el llamado genio informático. Llama la atención la muy buena caracterización de Joseph Gordon-Levitt para sacar adelante este proyecto fílmico. Su trabajo, una muy buena actuación, dispone los elementos de lo documental y la ficción con detalles muy bien logrados.
Por fortuna, lo que se revela aquí pone en jaque las relaciones que parecen siempre tan nobles entre gobiernos y ciudadanos. Lo que se puede decir al respecto es que viene bien una dosis adicional de suspicacia, de sospecha, de malicia ante lo que dicen los medios de comunicación y lo que dicen hacer los gobiernos "por nuestro propio bien". Hecha la denuncia, el filme pasa de mano a mano como un documento valioso de lo que es la política del siglo que nos ha tocado. Y esperemos más sorpresas.
Oliver Stone se arremangó la camisa una vez más para mostrar las sombrías redes de poder del gobierno norteamericano y logra una película en la que se combinan equilibradamente las peculiaridades de la ficción con los elementos reales que tuvieron que ver con el llamado genio informático. Llama la atención la muy buena caracterización de Joseph Gordon-Levitt para sacar adelante este proyecto fílmico. Su trabajo, una muy buena actuación, dispone los elementos de lo documental y la ficción con detalles muy bien logrados.
Por fortuna, lo que se revela aquí pone en jaque las relaciones que parecen siempre tan nobles entre gobiernos y ciudadanos. Lo que se puede decir al respecto es que viene bien una dosis adicional de suspicacia, de sospecha, de malicia ante lo que dicen los medios de comunicación y lo que dicen hacer los gobiernos "por nuestro propio bien". Hecha la denuncia, el filme pasa de mano a mano como un documento valioso de lo que es la política del siglo que nos ha tocado. Y esperemos más sorpresas.
1 de abril de 2017
1 de abril de 2017
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Lo que Laura Poitras nos contó en su premiado documental "Citizenfour" (2014) por mucho que se promulgaran leyes para el control de ese Gran Hermano Global no tiene vuelta atrás. Ningún gobierno que posea la tecnología para dicho control va a renunciar a ello y como se apunta en la película la tercera guerra mundial hace tiempo que ya comenzó en el ciberespacio.
Puede que la seguridad de los ciudadanos de ciertos países aumente ante posibles ataques terroristas pero a un precio impagable: el de la libertad individual. Hay que ser muy ingenuo para no añadir que ese poder será utilizado siempre en beneficio, control y enriquecimiento de las clases dirigentes.
Stone, vuelve a ejercer de Pepito Grillo y quien tuvo retuvo con su reconocible estilo en una cinta quizás demasiado formal pero a mi juicio necesaria. Stone dulcifica y hace "comercial" y digerible para el gran público esta terrorífica historia real donde la abundancia de datos y terminología, podía frenar su difusión. El excelente trabajo documental de Poitras, al menos en mi caso, llegó a aburrirme tanto como a parte de la crítica le ha aburrido el de Stone. Pero creo no equivocarme si pienso que el de Stone llegará a un público menos cinéfilo y más popular. Y a la postre de eso se trata, de concienciar a cuanto más gente mejor de que nuestra libertad está y estará limitada mientras conciencias como la de Snowden sigan en minoría.
Stone, saca la historia de la habitación de Hong-Kong, la airea le da un barniz humano, incluso romántico pero en el fondo la denuncia siempre está presente.
Un variado y acertado elenco (a pesar de la excepción en este caso de Nicolas Cage) aciertan con sus roles (fantástico Rhys Ifan). Gordon-Levitt está a la altura y ShaileneWoodley pide un hueco más allá de las sagas futuristas para adolescentes.
Puede que la seguridad de los ciudadanos de ciertos países aumente ante posibles ataques terroristas pero a un precio impagable: el de la libertad individual. Hay que ser muy ingenuo para no añadir que ese poder será utilizado siempre en beneficio, control y enriquecimiento de las clases dirigentes.
Stone, vuelve a ejercer de Pepito Grillo y quien tuvo retuvo con su reconocible estilo en una cinta quizás demasiado formal pero a mi juicio necesaria. Stone dulcifica y hace "comercial" y digerible para el gran público esta terrorífica historia real donde la abundancia de datos y terminología, podía frenar su difusión. El excelente trabajo documental de Poitras, al menos en mi caso, llegó a aburrirme tanto como a parte de la crítica le ha aburrido el de Stone. Pero creo no equivocarme si pienso que el de Stone llegará a un público menos cinéfilo y más popular. Y a la postre de eso se trata, de concienciar a cuanto más gente mejor de que nuestra libertad está y estará limitada mientras conciencias como la de Snowden sigan en minoría.
Stone, saca la historia de la habitación de Hong-Kong, la airea le da un barniz humano, incluso romántico pero en el fondo la denuncia siempre está presente.
Un variado y acertado elenco (a pesar de la excepción en este caso de Nicolas Cage) aciertan con sus roles (fantástico Rhys Ifan). Gordon-Levitt está a la altura y ShaileneWoodley pide un hueco más allá de las sagas futuristas para adolescentes.
23 de abril de 2017
23 de abril de 2017
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Veo "Snowden" la película que, dirigida por Oliver Stone está protagonizada por Joseph Gordon-Levitt y Shailene Woodley. El realizador que ha co-participado en el guión tomando como base los archivos sobre Snowden publicados por Luke Harding en el diario 'The Guardian' y la novela titulada "La hora del pulpo" de Anatoly Kucherena, ha conseguido involucrar en su proyecto a un excelente elenco de secundarios (Zachary Quinto, Scott Eastwood, Nicolas Cage, Rhys Ifans y Tom Wilkinson), ha manejado con soltura los saltos temporales, ha empleado todo su saber hacer al mezclar imágenes caleidoscópicas, ha recreado con gran acierto lo que realmente sucedió (el film gira alrededor del conflicto interno del protagonista acerca de si está haciendo o no, realmente, lo correcto), ha dotado de gran agilidad a la cinta (no nos muestra el lento proceso en el que el analista hace la recopilación de datos) y ha elaborado una obra de gran calidad técnica. A pesar de que la fuerza que Gordon-Levitt da a su personaje (creo que logra acertar con el tono de voz en la versión original) consigue hacerme olvidar lo poco que se parece el actor al Snowden real, no consigo -sin embargo- apreciar la frescura de Shailene Woodley ni el toque humano que pretende dar su personaje a la relación de pareja. A salvo lo anterior y, la participación desinteresada y heroica que el director atribuye a Snowden en los hechos relatados, la película me ha resultado bastante aceptable, con una brillante canción final de Peter Gabriel https://www.youtube.com/watch?v=nqFKjz4l9u0
De 6.
De 6.
2 de mayo de 2017
2 de mayo de 2017
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Interesante historia la de este controvertido personaje. Snowden fue una persona aparentemente ambiguo, que puede ser ¿un héroe?¿un traidor?¿un valiente?¿un bobo, al no sacar nada de esto? incluso no sé realmente si lo que denuncia es importante. En el gran hermano de 1884 de Orwell habían consecuencias para los observados que se salieran del guión, en este caso no estoy seguro que para una hormiga de a pie como yo le afecte en algo que le espíen el correo y demás asuntos. Tampoco sé si tras la denuncia ha cambiado algo, me temo que no y me da lo mismo. Tengo más miedo a los yihadistas , de hecho puedo en este medio cagarme en los Estados Unidos y su presidente sin ningún miedo y no me atrevo a hacerlo sobre otros asuntos, por si acaso. El miedo es a la inquisición y esas historias de la Edad Media (temporal del siglo XVI o espacial del norte de Africa hoy) .
La película se deja ver que de eso se trata, que te expliquen más o menos lo que pasó y que pases el rato. Como en su intensidad o interés va de menos a más eso es positivo aunque sea larga. Va ganando interés cuando comienzan a nombrar todos esas cositas en las que nos movemos : Facebook (brrr tiemblo de miedo) , Micrososft ( ay que me cago!), Apple (arghhh!!), Google (SOCORROOOOO!!!)
La película se deja ver que de eso se trata, que te expliquen más o menos lo que pasó y que pases el rato. Como en su intensidad o interés va de menos a más eso es positivo aunque sea larga. Va ganando interés cuando comienzan a nombrar todos esas cositas en las que nos movemos : Facebook (brrr tiemblo de miedo) , Micrososft ( ay que me cago!), Apple (arghhh!!), Google (SOCORROOOOO!!!)
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