Matar a un ruiseñor
1962 

8.3
49,835
Drama
Adaptación de la novela homónima de Harper Lee. En la época de la Gran Depresión, en una población sureña, Atticus Finch (Gregory Peck) es un abogado que defiende a un hombre negro acusado de haber violado a una mujer blanca. Aunque la inocencia del hombre resulta evidente, el veredicto del jurado es tan previsible que ningún abogado aceptaría el caso, excepto Atticus Finch, el ciudadano más respetable de la ciudad. Su compasiva y ... [+]
5 de junio de 2019
5 de junio de 2019
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi esta película por primera vez cuando estaba en la universidad y desde el primer momento me fascinó el personaje encarnado por Gregory Peck: su honestidad, el amor no exento de firmeza con el que educa a sus hijos, su defensa de los más débiles y de la justicia, así como su capacidad para ponerse en el lugar de los demás. Todo ello hizo que se convirtiese en un modelo de conducta para mí. Vista la película después de más de veinte años, su personaje me sigue encantando pero ahora me parece un ser ideal casi imposible de imitar.
Ahora me gustaría ser Boo Radley, interpretado por un no menos impresionante Robert Duvall, ese hombre tímido, quizás el rarito del pueblo, pero que se ha encariñado y se ha convertido en el ángel protector de esos niños a los que ve pasar cada día delante de su casa.
Ahora me gustaría ser Boo Radley, interpretado por un no menos impresionante Robert Duvall, ese hombre tímido, quizás el rarito del pueblo, pero que se ha encariñado y se ha convertido en el ángel protector de esos niños a los que ve pasar cada día delante de su casa.
9 de febrero de 2006
9 de febrero de 2006
14 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay nada más grande que la amistad. Es lo que hace que una persona te recomiende una película como ésta. Gracias amigo por este gran presente.
Este film podría haberlo realizado Houdini, Méliès o Panoramix, porque si algo tiene este largometraje es magia.
La magia la realiza un mago o brujo, y en este caso, se trata del hechizero Mulligan. Este encantamiento fue sin duda, el mejor de su larga trayectoria.
Todo conjuro viene en unas escrituras mágicas. Estas escrituras son dignas de ver, ya que son un ejemplar de lo más digno en este arte (entiéndase títulos de creditos).
Como todo buen hechizo posee unos ingredientes:
- 5 kg de recuerdos infantiles
- 1 medida de sonrisas
- Un saco de inquietudes
- 5 tazas de injusticias sociales
- Un buen ramillete de actores, destacando al gran Gregory Peck
Pero para realizar ésto, es necesario invocar el encantamiento. El cuál sin la música de Bernstein no hubiera sido posible. Según el autor su trabajo preferido.
El brujo unió todos estos requísitos y logró que nos hiciera efecto su encantamiento a todo los afortunados que vimos su obra de arte.
Por un níquel y medio, usted puede quedar prendado con un encantamiento sumamente delicioso. No se lo piense.
Este film podría haberlo realizado Houdini, Méliès o Panoramix, porque si algo tiene este largometraje es magia.
La magia la realiza un mago o brujo, y en este caso, se trata del hechizero Mulligan. Este encantamiento fue sin duda, el mejor de su larga trayectoria.
Todo conjuro viene en unas escrituras mágicas. Estas escrituras son dignas de ver, ya que son un ejemplar de lo más digno en este arte (entiéndase títulos de creditos).
Como todo buen hechizo posee unos ingredientes:
- 5 kg de recuerdos infantiles
- 1 medida de sonrisas
- Un saco de inquietudes
- 5 tazas de injusticias sociales
- Un buen ramillete de actores, destacando al gran Gregory Peck
Pero para realizar ésto, es necesario invocar el encantamiento. El cuál sin la música de Bernstein no hubiera sido posible. Según el autor su trabajo preferido.
El brujo unió todos estos requísitos y logró que nos hiciera efecto su encantamiento a todo los afortunados que vimos su obra de arte.
Por un níquel y medio, usted puede quedar prendado con un encantamiento sumamente delicioso. No se lo piense.
13 de diciembre de 2008
13 de diciembre de 2008
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin artificio, a la antigua usanza, despereza los sentimientos: del miedo a la rabia pasando por la ternura. Avanza calmada como una caricia y cuando termina, te das cuenta de cuanto se puede contar con poco más (si Gregory Peck puede ser poco) que unos zagales jugando en un porche.
18 de marzo de 2009
18 de marzo de 2009
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuentan que, en un parque de la ciudad, un niño de piel oscura y ojos muy grandes y brillantes, miraba con asombro el ramillete de globos que portaba un vendedor. De pronto, el hombre soltó el globo blanco y éste ascendió rápidamente hasta una gran altura, mientras era contemplado con admiración por el niño. Seguidamente, el anciano vendedor soltó el globo amarillo y éste se dirigió, con la misma presteza, hacia el espacio. Tocó el turno al globo rojo y también subió pronto hasta perderse en lo alto. El niño, sorprendido, no resistió más y se dirigió al vendedor: “Si suelta el globo de color negro, ¿ascenderá también?” “¡Claro que sí! –Contestó el hombre- Los globos son como las personas, no ascienden por su color sino por lo que llevan dentro”. Y, de inmediato, soltó el globo negro que, con gran celeridad, ascendió hasta el infinito.
<<MATAR A UN RUISEÑOR>>, es un maravilloso filme que reitera lo que cualquier persona despierta sabe de sobra: La dignidad puede hallarse en cualquier hombre y la maldad también anida en cualquier lugar. No depende del color de la piel, ni del apellido que tengas, ni del país en el que hayas nacido… Depende únicamente de la formación y el ejemplo recibidos, y de que hayas sabido utilizar las pocas o muchas oportunidades que la vida brinda a cada uno.
Atticus Finch (magnífico Gregory Peck), es un hombre que dignifica al Derecho. Viudo y padre de un niño y una niña a los que educa con grandes principios, con libre determinación y con el más transparente ejemplo, sirve indiscriminadamente a su comunidad y defiende los derechos de todos y no los de los más fuertes, ni los de los más ricos, como tristemente hace la mayoría de sus colegas.
El caso de, Tom Robinson, dejará sentado hasta donde puede ser absurda la sociedad humana cuando, en su ignorancia y en su intolerancia, no consigue ir más allá de la epidermis de los hombres.
Y el filme trasciende este insuceso, para mostrarnos la sabiduría de los niños y de cómo estos se unen y se reconocen, porque sólo desean vivir en un mundo donde todos seamos amigos. Somos los adultos los que les enseñamos a ver diferencias que no existen, pero que nos arrogamos como verdaderas. Y así, a los que nacen como ángeles, pronto los convertimos en necios que vienen a engrosar la deplorable cadena de la discriminación.
Apoyado en un guion maduro y pletórico de sensibilidad, escrito por Horton Foote, basado en la exitosa novela que, Harper Lee, publicara en 1960, haciéndose merecedora del Premio Pulitzer, el director Robert Mulligan, hace apología de los excluidos como Boo Bradley, y nos muestra el gran valor que, en su largo silencio, pueden llegar a representar.
La historia, de esas que calan muy hondo, está llena de espíritu, de calor humano y de los más pulcros sentimientos que puede aflorar el hombre en las más críticas y comprometedoras situaciones.
Visto a plenitud, <<MATAR A UN RUISEÑOR>>, se convierte en un canto lleno de esperanzas y de amor por la humanidad. Por ti, por mí, por todos y cada uno de los seres humanos que habitamos en este paraíso perdido que, un día cualquiera, volveremos a encontrar.
<<MATAR A UN RUISEÑOR>>, es un maravilloso filme que reitera lo que cualquier persona despierta sabe de sobra: La dignidad puede hallarse en cualquier hombre y la maldad también anida en cualquier lugar. No depende del color de la piel, ni del apellido que tengas, ni del país en el que hayas nacido… Depende únicamente de la formación y el ejemplo recibidos, y de que hayas sabido utilizar las pocas o muchas oportunidades que la vida brinda a cada uno.
Atticus Finch (magnífico Gregory Peck), es un hombre que dignifica al Derecho. Viudo y padre de un niño y una niña a los que educa con grandes principios, con libre determinación y con el más transparente ejemplo, sirve indiscriminadamente a su comunidad y defiende los derechos de todos y no los de los más fuertes, ni los de los más ricos, como tristemente hace la mayoría de sus colegas.
El caso de, Tom Robinson, dejará sentado hasta donde puede ser absurda la sociedad humana cuando, en su ignorancia y en su intolerancia, no consigue ir más allá de la epidermis de los hombres.
Y el filme trasciende este insuceso, para mostrarnos la sabiduría de los niños y de cómo estos se unen y se reconocen, porque sólo desean vivir en un mundo donde todos seamos amigos. Somos los adultos los que les enseñamos a ver diferencias que no existen, pero que nos arrogamos como verdaderas. Y así, a los que nacen como ángeles, pronto los convertimos en necios que vienen a engrosar la deplorable cadena de la discriminación.
Apoyado en un guion maduro y pletórico de sensibilidad, escrito por Horton Foote, basado en la exitosa novela que, Harper Lee, publicara en 1960, haciéndose merecedora del Premio Pulitzer, el director Robert Mulligan, hace apología de los excluidos como Boo Bradley, y nos muestra el gran valor que, en su largo silencio, pueden llegar a representar.
La historia, de esas que calan muy hondo, está llena de espíritu, de calor humano y de los más pulcros sentimientos que puede aflorar el hombre en las más críticas y comprometedoras situaciones.
Visto a plenitud, <<MATAR A UN RUISEÑOR>>, se convierte en un canto lleno de esperanzas y de amor por la humanidad. Por ti, por mí, por todos y cada uno de los seres humanos que habitamos en este paraíso perdido que, un día cualquiera, volveremos a encontrar.
22 de marzo de 2012
22 de marzo de 2012
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brillante adaptación de la novela homónima de Harper Lee, 'Matar a un ruiseñor' es un sincero retrato de la maledicente y racista sociedad que existía en las poblaciones del sur norteamericano, durante la Gran Depresión.
Narrada de forma sencilla y cautivadora, la película nos muestra cómo una niña de 6 años (Scout Finch, interpretada por Mary Badham) y su hermano mayor (Jem , a quien dio vida Phillip Alford) se relacionan con sus vecinos de la ficticia población de Maycomb, en el estado de Alabama. De hecho, es el punto de vista de la pequeña Scout el que sigue la cámara a lo largo del film.
El padre de los niños es Atticus Finch (encarnado por Gregory Peck), un abogado ilustrado y perspicaz, de firmes principios y al que el fallecimiento de su esposa le ha llevado a dedicarse en cuerpo y alma a educar a sus hijos.
Fich se enfrenta con gran entereza a quienes recurren a la violencia para defender sus creencias y exhibe una humanidad difícil de igualar; el abogado tendrá ante sí la complicada tarea de defender a un hombre de raza negra a quien se acusa (sin fundamento alguno) de haber golpeado y violado a una muchacha blanca.
Narrada de forma sencilla y cautivadora, la película nos muestra cómo una niña de 6 años (Scout Finch, interpretada por Mary Badham) y su hermano mayor (Jem , a quien dio vida Phillip Alford) se relacionan con sus vecinos de la ficticia población de Maycomb, en el estado de Alabama. De hecho, es el punto de vista de la pequeña Scout el que sigue la cámara a lo largo del film.
El padre de los niños es Atticus Finch (encarnado por Gregory Peck), un abogado ilustrado y perspicaz, de firmes principios y al que el fallecimiento de su esposa le ha llevado a dedicarse en cuerpo y alma a educar a sus hijos.
Fich se enfrenta con gran entereza a quienes recurren a la violencia para defender sus creencias y exhibe una humanidad difícil de igualar; el abogado tendrá ante sí la complicada tarea de defender a un hombre de raza negra a quien se acusa (sin fundamento alguno) de haber golpeado y violado a una muchacha blanca.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película desnuda a la sociedad sureña estadounidense, cargada de prejuicios y de iniquidad: una sociedad que no duda en condenar a un hombre negro por un delito que no cometió, para ocultar una verdad que le resulta insoportable por sus ideas racistas... que carecen de sentido.
Del mismo modo, también se ataca a las personas que se dedican a difamar a individuos a quienes no se conoce de un modo suficiente para poder emitir un juicio mínimamente justo: es el caso de los habitantes que murmuran historias descabelladas acerca de 'Boo' Radley, un joven que vive recluido en su casa y que es objeto de las habladurías de una comunidad que presume de una virtud de la que carece.
El film es precioso... aunque tiene un desenlace final, bajo mi punto de vista, demasiado duro (lo que no supone que no se ajuste a la realidad del momento): viene a decirnos que una parte del sistema (y de la sociedad) está demasiado 'viciado' y que es mejor emplear 'atajos' (en este caso, mentir sobre la realidad de lo sucedido y dar una explicación que sea fácilmente aceptada por la mayoría) que seguir los cauces adecuados para obtener justicia... puesto que ésta puede no llegar.
¿Qué puedo decir? Ver a Atticus Finch aceptar la idoneidad de la propuesta efectuada por el sheriff, para evitar que se repita con 'Boo' Radley lo que le ocurrió a Tom Robinson (el hombre negro al que se acusaba de violar a la joven blanca) me hace pensar que, al final, el protagonista de la película acaba cediendo (al menos, un poco) en sus principios... y eso es algo descorazonador, la verdad.
La película estuvo nominada en 8 categorías (Mejor Película, Director, Actor Principal, Actriz de Reparto, Guión Adaptado, Fotografía, Banda Sonora y Dirección Artística).
Del mismo modo, también se ataca a las personas que se dedican a difamar a individuos a quienes no se conoce de un modo suficiente para poder emitir un juicio mínimamente justo: es el caso de los habitantes que murmuran historias descabelladas acerca de 'Boo' Radley, un joven que vive recluido en su casa y que es objeto de las habladurías de una comunidad que presume de una virtud de la que carece.
El film es precioso... aunque tiene un desenlace final, bajo mi punto de vista, demasiado duro (lo que no supone que no se ajuste a la realidad del momento): viene a decirnos que una parte del sistema (y de la sociedad) está demasiado 'viciado' y que es mejor emplear 'atajos' (en este caso, mentir sobre la realidad de lo sucedido y dar una explicación que sea fácilmente aceptada por la mayoría) que seguir los cauces adecuados para obtener justicia... puesto que ésta puede no llegar.
¿Qué puedo decir? Ver a Atticus Finch aceptar la idoneidad de la propuesta efectuada por el sheriff, para evitar que se repita con 'Boo' Radley lo que le ocurrió a Tom Robinson (el hombre negro al que se acusaba de violar a la joven blanca) me hace pensar que, al final, el protagonista de la película acaba cediendo (al menos, un poco) en sus principios... y eso es algo descorazonador, la verdad.
La película estuvo nominada en 8 categorías (Mejor Película, Director, Actor Principal, Actriz de Reparto, Guión Adaptado, Fotografía, Banda Sonora y Dirección Artística).
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