Sucedió una noche
1934 

7.9
18,045
Romance. Comedia
Ellie Andrews, una joven y caprichosa heredera, consigue escapar del yate de su padre, que la había encerrado para evitar su boda con un hombre poco recomendable. En el autobús que coge, con destino a Nueva York, conoce a Peter Warne, un simpático y atractivo reportero, que busca una buena historia. El azar y las circunstancias unirán a Ellie y a Peter en un accidentado y divertido viaje. (FILMAFFINITY)
24 de febrero de 2021
24 de febrero de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De una forma perversamente curiosa, el pinchazo bursátil de finales de los veinte y la aparición del cine sonoro coincidieron en el momento más oportuno. La explosión del cine musical y las comedias llevan al ciudadano de toda clase social a ver el cine como la mejor forma de evadirse durante la gran depresión vivida en los años treinta. Las salas se llenan de gente buscando historias entretenidas y ligeras que les permitan olvidar las penurias del día a día. Es así como surge un género conocido como "screwball comedy", o comedia alocada, siendo la película “Sucedió una noche” una de las principales referencias del mismo.
La película fue producida por Columbia, por aquel entonces un estudio menor. Claudette Colbert fue convencida a regañadientes para participar en el filme, tras no haber encontrado previamente una actriz que se animara a aparecer en la cinta. Clark Gable, por su parte, tenía vinculación contractual con la Metro Goldwyn Meyer, pero a falta de proyectos para dicho estudio, se pactó su participación en “Sucedió una noche”. Coincidió con los inicios del llamado star-system americano, en el cual los estudios disponían de intérpretes en exclusiva bajo condiciones muy exigentes, obligándoles a realizar un número mínimo de películas, independientemente de si estaban o no convencidos del proyecto, aunque eso sí, bien pagados y obteniendo fama a lo largo y ancho del país. Esta situación hizo que ambos protagonistas llegaran al rodaje sin demasiado interés por el proyecto.
Capra, por su parte, se enfrentaba a una filmación en tiempo límite y con presupuesto escaso. De los 325.000 dólares que costó la película, 50.000 dólares fueron adjudicados desde el inicio a la actriz principal y con apenas cuatro semanas de rodaje por delante. Para facilitar las cosas, la película contó con diversos decorados con los que evitar desplazamientos a muchas localizaciones reales. La reacción del público fue de menos a más. Los inicios en taquilla del filme no fueron nada halagüeños. Sin embargo, semanas después y de manera progresiva, el boca a boca ayudó a que la película cada vez fuera más vista. Quienes la veían por primera vez, repetían llevando a familiares y a amigos para disfrutar de la trama.
De la dirección de Capra lo más importante a destacar es, sin duda, su magnífica dirección de actores. Y es que la pareja formada por Gable y Colbert muestra una química enorme, regalándonos ambos momentos muy divertidos y emblemáticos en la historia del cine, como aquel en el que Ellie consigue detener un coche mostrando su pierna, tras los fracasos de Peter haciendo autostop. Dicha escena tiene cierta importancia, ya que poco tiempo después, los grandes estudios aceptaron la imposición del Código Hays, que regulaba lo que podía mostrarse o no en pantalla, reduciendo enormemente los contenidos violentos o sensuales en las películas de las próximas décadas. También resulta divertido, en tiempos donde ciertos contenidos eran más recatados, encontrar ligeros detalles con connotaciones sexuales, como esa metáfora sobre los muros de Jericó, retratados aquí como esa manta que divide en dos la habitación que comparten los protagonistas.
Más allá de eso, la dirección de Capra no pretende destacar demasiado. Como fue habitual en la edad dorada de Hollywood, el peso recayó en las estrellas que aparecían en pantalla. Algún momento visual destacable puede darse en la escena donde los protagonistas cruzan el río, pero poco más. Incluso en algún momento hay errores de rácord, además de encontrarnos con un montaje algo abrupto en los primeros minutos.
El espectador sabe perfectamente cómo va a acabar la historia, pero eso no impide que en todo momento disfrute de las peripecias de la pareja y se divierta con muchas situaciones. Es innegable el tono naif de algunos momentos, como por ejemplo aquel en el que los pasajeros de un autobús se ponen a cantar, pero la película no ha envejecido nada mal y es difícil no reírse con momentos como el icónico del autostop, la falsa discusión para despistar a los detectives o el momento en que Peter finge ser un matón para espantar a uno de los pasajeros del autobús. Sí que es cierto que la película decae en los momentos en que la pareja no está junta, y además el tono optimista e ingenuo del cine de Capra, con un retrato muy blanco del espíritu americano, puede chirriar a muchos espectadores. También la época hay que ponerla en su contexto. Si bien el personaje de Colbert es una chica con bastante iniciativa y empuje, a lo largo de la cinta encontramos comentarios claramente machistas, donde se habla sin tapujos de cómo un azote puede poner en orden a las mujeres.
Sin embargo, “Sucedió una noche” está por encima de esas situaciones. Fue la primera película en lograr obtener los cinco principales premios Oscar. Dirección, actor y actriz principales, guion y película. Convirtió a Columbia en un estudio puntero en plena efervescencia de la edad dorada, asentó las carreras de sus actores y director y estableció las bases de casi todo el cine romántico que conocemos hasta hoy, pese a ser un género denostado y lleno de títulos abominables.
En definitiva, no la consideraría una de las mejores películas de la historia, pero sí creo que es una cinta con un valor muy importante en la historia del cine. Siempre he sido un defensor de los finales felices y abrazo sin complejos el espíritu de gente como Frank Capra, que en momentos muy difíciles para la población apostó por ayudar a que el cine fuera una ventana de escape e ilusión, acompañando a generaciones y generaciones que siguen disfrutando de sus obras pese al paso de los años.
La película fue producida por Columbia, por aquel entonces un estudio menor. Claudette Colbert fue convencida a regañadientes para participar en el filme, tras no haber encontrado previamente una actriz que se animara a aparecer en la cinta. Clark Gable, por su parte, tenía vinculación contractual con la Metro Goldwyn Meyer, pero a falta de proyectos para dicho estudio, se pactó su participación en “Sucedió una noche”. Coincidió con los inicios del llamado star-system americano, en el cual los estudios disponían de intérpretes en exclusiva bajo condiciones muy exigentes, obligándoles a realizar un número mínimo de películas, independientemente de si estaban o no convencidos del proyecto, aunque eso sí, bien pagados y obteniendo fama a lo largo y ancho del país. Esta situación hizo que ambos protagonistas llegaran al rodaje sin demasiado interés por el proyecto.
Capra, por su parte, se enfrentaba a una filmación en tiempo límite y con presupuesto escaso. De los 325.000 dólares que costó la película, 50.000 dólares fueron adjudicados desde el inicio a la actriz principal y con apenas cuatro semanas de rodaje por delante. Para facilitar las cosas, la película contó con diversos decorados con los que evitar desplazamientos a muchas localizaciones reales. La reacción del público fue de menos a más. Los inicios en taquilla del filme no fueron nada halagüeños. Sin embargo, semanas después y de manera progresiva, el boca a boca ayudó a que la película cada vez fuera más vista. Quienes la veían por primera vez, repetían llevando a familiares y a amigos para disfrutar de la trama.
De la dirección de Capra lo más importante a destacar es, sin duda, su magnífica dirección de actores. Y es que la pareja formada por Gable y Colbert muestra una química enorme, regalándonos ambos momentos muy divertidos y emblemáticos en la historia del cine, como aquel en el que Ellie consigue detener un coche mostrando su pierna, tras los fracasos de Peter haciendo autostop. Dicha escena tiene cierta importancia, ya que poco tiempo después, los grandes estudios aceptaron la imposición del Código Hays, que regulaba lo que podía mostrarse o no en pantalla, reduciendo enormemente los contenidos violentos o sensuales en las películas de las próximas décadas. También resulta divertido, en tiempos donde ciertos contenidos eran más recatados, encontrar ligeros detalles con connotaciones sexuales, como esa metáfora sobre los muros de Jericó, retratados aquí como esa manta que divide en dos la habitación que comparten los protagonistas.
Más allá de eso, la dirección de Capra no pretende destacar demasiado. Como fue habitual en la edad dorada de Hollywood, el peso recayó en las estrellas que aparecían en pantalla. Algún momento visual destacable puede darse en la escena donde los protagonistas cruzan el río, pero poco más. Incluso en algún momento hay errores de rácord, además de encontrarnos con un montaje algo abrupto en los primeros minutos.
El espectador sabe perfectamente cómo va a acabar la historia, pero eso no impide que en todo momento disfrute de las peripecias de la pareja y se divierta con muchas situaciones. Es innegable el tono naif de algunos momentos, como por ejemplo aquel en el que los pasajeros de un autobús se ponen a cantar, pero la película no ha envejecido nada mal y es difícil no reírse con momentos como el icónico del autostop, la falsa discusión para despistar a los detectives o el momento en que Peter finge ser un matón para espantar a uno de los pasajeros del autobús. Sí que es cierto que la película decae en los momentos en que la pareja no está junta, y además el tono optimista e ingenuo del cine de Capra, con un retrato muy blanco del espíritu americano, puede chirriar a muchos espectadores. También la época hay que ponerla en su contexto. Si bien el personaje de Colbert es una chica con bastante iniciativa y empuje, a lo largo de la cinta encontramos comentarios claramente machistas, donde se habla sin tapujos de cómo un azote puede poner en orden a las mujeres.
Sin embargo, “Sucedió una noche” está por encima de esas situaciones. Fue la primera película en lograr obtener los cinco principales premios Oscar. Dirección, actor y actriz principales, guion y película. Convirtió a Columbia en un estudio puntero en plena efervescencia de la edad dorada, asentó las carreras de sus actores y director y estableció las bases de casi todo el cine romántico que conocemos hasta hoy, pese a ser un género denostado y lleno de títulos abominables.
En definitiva, no la consideraría una de las mejores películas de la historia, pero sí creo que es una cinta con un valor muy importante en la historia del cine. Siempre he sido un defensor de los finales felices y abrazo sin complejos el espíritu de gente como Frank Capra, que en momentos muy difíciles para la población apostó por ayudar a que el cine fuera una ventana de escape e ilusión, acompañando a generaciones y generaciones que siguen disfrutando de sus obras pese al paso de los años.
5 de mayo de 2021
5 de mayo de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia de enredos del año 1934, en la que una heredera millonaria en fuga se cruza con un desempleado y desfachatado periodista. A partir de ahí, las mil y una peripecias para llegar a Nueva York y el amor que va surgiendo. Me gustó Claudette Colbert en su papel de niña mimada y caprichosa, pero destaca Clark Gable con una interpretación encantadora. La química entre los protagonistas es notable, apoyados en unos diálogos picarescos y desprendiendo una tensión erótica permanente, que me pareció de lo más interesante de la película.
Destacan los momentos de comedia ácida y para mi gusto pierde un poco de fuerza en las escenas que gira hacia el melodrama. De todos modos la película tiene "un algo" que le hace mantener su frescura y no se hace pesada, aún viéndola con ojos del siglo XXI.
Destacan los momentos de comedia ácida y para mi gusto pierde un poco de fuerza en las escenas que gira hacia el melodrama. De todos modos la película tiene "un algo" que le hace mantener su frescura y no se hace pesada, aún viéndola con ojos del siglo XXI.
12 de marzo de 2011
12 de marzo de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una prueba de que en el género de la comedia romántica no ha habido grandes variaciones. Sesenta años después el magnetismo de Clark Gable sigue tan vigente como entonces y su química con Colbert es innegable pese al difícil carácter de la actriz. La eterna historia de dos personajes que se resisten a redescubrir sus vidas a manos del otro, con dosis de humor ironía y un leve aroma de crítica al capitalismo. La película se rodó en cuatro semanas, ganando los cinco oscars más importantes. Lo cual demuestra que con un buen guión y dos actores de primera fila se puede llegar al séptimo cielo cinematográfico.
18 de junio de 2013
18 de junio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se trata de una simpática comedia (scrawball comedy) llena de ritmo que destila un fino humor, divertida y que mantienen todo su frescor a pesar de haber sido realizada en 1934. En fin, un film muy bueno en su género que ganó nada más y nada menos que 5 Oscar: Mejor película, mejor Director (Capra), actor (Clark Gable), actriz (Claudette Colbert) y mejor guión adaptado del relato breve "Night Bus" (1933), de Samuel H. Adams, publicado en "Cosmopolitan" (Robert Riskin).
Frank Capra lleva a cabo uno de sus más sutiles trabajos, al dejar un de lado el sentimentalismo que tal vez lo caracterizó en otras ocasiones y dar paso a una sutil comicidad con toques pícaros, que burla la censura de la época con detalles como colocar una cortina en la habitación que comparten Gable y Colbet sin estar casados. Las comedias actuales deberían tomar nota de cómo hacer humor, sin caer en la chabacanería, desplegando un guión incisivo y grácil, inteligente y divertido, con elegancia y agradable romanticismo.
Frank Capra lleva a cabo uno de sus más sutiles trabajos, al dejar un de lado el sentimentalismo que tal vez lo caracterizó en otras ocasiones y dar paso a una sutil comicidad con toques pícaros, que burla la censura de la época con detalles como colocar una cortina en la habitación que comparten Gable y Colbet sin estar casados. Las comedias actuales deberían tomar nota de cómo hacer humor, sin caer en la chabacanería, desplegando un guión incisivo y grácil, inteligente y divertido, con elegancia y agradable romanticismo.
23 de abril de 2015
23 de abril de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los años 30 del siglo pasado fueron muy fructíferos para Capra, Gable y Colbert. Con esta película acabaron de consagrarse. Ninguno de ellos sin embargo esperaba mucho de este proyecto. Capra se veía obligado a volver a sus comedias iniciales tras "fracasar" con experimentos más artísticos, Gable venía cedido de la gran MGM a la segundona Columbia y Colbert exigió condiciones leoninas suponiendo que no se las darían..., pero se equivocó. El resultado, la madre de todas las comedias "screwball" (termino tomado del béisbol), aquellas que se consideraban excéntricas y enfrentaban a parejas en principio antagónicas en mil y una peripecia para acabar unidas por mor del amor. Aquello de los extremos se tocan. Para ello es imprescindible que la famosa "química" entre sus protagonistas haga acto de presencia. Gable y Colbert rezuman dicha química por los cuatro costados. Están simpáticos, entrañables, divertidos y sobre todo enamorados. El guión de Riskin es redondo de puro sencillo y previsible con escenas que permanecen en el recuerdo y funcionan bien engrasadas. Y luego ese "toque Capra" de buenismo, ese mundo donde el mal existe, y aquí hay un buen ramillete de pícaros, pero todo se soluciona apelando a esos ideales cristianos particulares del maestro siciliano y el capitalismo desaforado que ha hundido al país en una de sus crisis más sonadas puede convivir afablemente con esos otros que llevan días sin comer.
La niña rica y mimada en su particular road movie vital en ese Night Bus, se rozará con la vida real y encontrará el verdadero amor. El cine proveía cuentos de hadas para que el ruido de las tripas sin comer se oyera menos.
Consideraciones sociales aparte, "Sucedió una noche" es una delicia, una comedia romántica modélica que a veces ha quedado oculta por otros títulos emblemáticos de sus protagonistas como "Que bello es vivir", "Lo que el viento se llevó" o "Cleopatra", Fue la primera cinta que cosechó los 5 Oscars más renombrados e impulsó a Columbia a la primera división de las Majors. Imprescindible.
La niña rica y mimada en su particular road movie vital en ese Night Bus, se rozará con la vida real y encontrará el verdadero amor. El cine proveía cuentos de hadas para que el ruido de las tripas sin comer se oyera menos.
Consideraciones sociales aparte, "Sucedió una noche" es una delicia, una comedia romántica modélica que a veces ha quedado oculta por otros títulos emblemáticos de sus protagonistas como "Que bello es vivir", "Lo que el viento se llevó" o "Cleopatra", Fue la primera cinta que cosechó los 5 Oscars más renombrados e impulsó a Columbia a la primera división de las Majors. Imprescindible.
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