No es "Hotel Transilvania 2" la mejor definición de lo que debería ser una secuela (de una buena película). Si recordáis el primer "Hotel Transilvania", se trataba de una película decididamente infantil pero bastante acertada en tanto en cuanto todo era novedoso y había segundas lectura. En la origina todo era originalidad, diversión y mucha inteligencia (a pesar del público al que estaba dirigida). Pero esta secuela se revela cansina, repite la misma formula de la primera (con lo que la originalidad se pierde) y el subtexto sobre la adolescencia se pierde en pos de una historia sobre un bebe y su abuelo que no tiene mas lecturas que cuatro gags ingeniosos. Es decir, han hecho la película con el piloto automático puesto y asegurando la jugada (como hicieron con "Shrek 3") y aunque la película es entretenida, no esta a ka altura del original y augura una continuación directa para vídeo o televisión. No os defraudará (sobre todo a los mas pequeños de la casa) pero tampoco hay nada nuevo que destacar.

El acertado diseño de personajes y la fascinación que sentimos por los monstruos siguen estando ahí pero en esta ocasión el guión del que han desaparecido la mayoría de nombres de la primera entrega a excepción de Robert Smigel, ha fracasado en su intento de dar algo de profundidad a la diversión. Quizás haya que apuntárselo en el debe de Adam Sandler que produce, dobla a Drácula y firma a dúo con Smigel el guión.
Algunos minutos en su parte central consiguen que afloren algunas sonrisas. Por lo demás, una segunda parte absolutamente prescindible.

La verdad que no esperaba que me fuera a divertir....pero tanto los personajes de la primera parte como los nuevos de esta segunda te hacen pasar un buen rato.

En ésta segunda entrega seguimos en el mismo universo, en el que hombres y monstruos han vivido apartados. Hasta ahora. Así, lo sucedido en la primera película lleva a una boda entre dos de los protagonistas, luego al nacimiento de un hijo, al crecimiento de éste…

Y como no podía ser de otro modo el abuelo del chaval parece obsesionado porque éste manifieste poderes vampíricos, pese a que todo apunta a que ha salido humano normal y corriente.

Es en la obsesión del abuelo y en hablar sobre lo que es o no normal y cómo debemos aceptar a los demás tal y como son en lo que se mueve el mensaje del film. Y lo hace en un tono de comedia bastante conseguido.

Una película cómica bien hecha, con un guion sobado pero en la que los gags funcionan y con una animación a rebufo de las grandes producciones del género.

Sinceramente esperaba mucho menos de la secuela, y es que debo ser de las pocas personas a las que la primera parte les dejó fritos en el sofá. Pues bien, me ha gustado. Me parece una película entretenida, que no por estar hecha por encargo deja de tener su propia personalidad y con el suficiente oficio como para entretener al personal.

No es ninguna maravilla, ya he dicho que en lo visual no juega en las grandes ligas y que en el guion se conforma con ser simplona, pero sabe hacer lo que se propone: divertir y entretener, y eso ya es mucho.

Vale la pena? Si os va la animación y no tenéis grandes pretensiones creo que os divertirá.

Vale, es una película """infantil""".
De acuerdo, no hay que buscar más de lo que hay, o pedirle peras al olmo.
Pero una buena historia debería atrapar, o como mínimo, entretener a los que la ven, independientemente de si son niños, adultos o perros. Y el adjetivo """infantil""" no puede ser más rancio que cuando se utiliza para defender algo indefendible.

'Hotel Transilvania 2' es el particular pacto con el diablo de Genndy Tartakovsky, por lo visto.
Un amable hueco que llenar con su increíble talento para los trompazos, gestos y muecas, mientras seguramente saca adelante otros proyectos más recompensantes desde el punto de vista artístico.
La gran pregunta sería por qué no complementar la historia también, en vez de dejársela a un mandril que se dedica a recolectar chistes caducos agravados por el nefasto doblaje, moralinas rancias y situaciones pobretonas.
(Ah, que el guionista es Adam Sandler con otro tipo que le ayude a juntar dos párrafos seguidos, entonces se entiende...)

El caso es que, más allá de esa pregunta a responder, lo que queda es calamitoso: un empalmado de bromas tímidas a costa de los monstruos clásicos, enmarcadas por una soberbia animación que es capaz de hacerte olvidar, por un segundo, que estás viendo algo muy, muy flojo.
Sí, hay algo que rascar en el hecho de que Drácula no acepte a su hijo tal y como es, empeñándose en que sea algo que le recompensaría su maltrecho ego, y la consiguiente interacción entre familias tiene una ácida defensa de las parejas interraciales que merece la pena remarcar... pero todo se disuelve entre chistes que buscan la carcajada momentánea más que la sonrisa duradera.

Se plantean los monstruos que si su repentina popularidad no ha matado su legendaria fiereza.
Y, qué casualidad, me suena al mismo dilema al que se enfrento Tartakovsky al poco de echar la firma en el contrato de Sony Pictures Animation.