Yo soy el amor
2009 

6.5
3,705
Romance. Drama
La familia Recchi pertenece a la gran burguesía industrial lombarda. Viven en Milán, en una lujosa casa, pero las relaciones entre ellos son frías y distantes. Eduardo Tancredi, su mujer Emma (Tilda Swinton), una inmigrante rusa plenamente integrada en la cultura milanesa, sus hijos Elisabetta, Edoardo y Gianluca, así como los abuelos, componen el círculo familiar. El joven cocinero Antonio, ajeno a este mundo, condensa sus emociones en ... [+]
24 de diciembre de 2021
24 de diciembre de 2021
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Conversación entre el gafapastas Felipe y el mohíno Toño tras salir del cine y ver "Yo soy el amor":
TOÑO: Uaaaaa! (bostezando). Casi me quedo sobado, menos mal que estaba hoy superdescansado y encima me tomé esta tarde un café, que a mí me espabilan que no veas. ¿Qué tal la peli?
FELIPE: Buenísima. Gran película de Guadagnino, hay que empezar a tener en cuenta a este Director, poco menos que un primo hermano de Visconti.
T: Joer, debe ser que yo no me entero, a mí me ha parecido plana, plana plana. Encima me había leído el argumento y ya sabía que "la Señora" se iba a liar con un cocinero. La poca sorpresa que había ya la sabes desde el principio.
F: Hay que analizar más lo que quiere contar el director. Esos planos maravillosos, esas elipsis escondidas, esas metáforas evocadas, esas imágenes simbólicas. Guadagnino te cuenta a través de las imágenes, de los ritmos, de los silencios. La película es una experiencia sensorial sobre todo, un viaje a través de los sentidos para adentrarnos en un tema universal: El amor. Maravilloso.
T: Qué lástima... me he perdido todo, entonces. No he visto el amor en ningún momento... como mucho, una mujer muy necesitada... si a satisfacer tu deseo carnal lo llamas "el amor", pues bien.
F: Bueno Toño, ella representa el amor. El amor que late por todos los poros de su piel. Ella, una mujer sensible, que se vio obligada a casarse con el ricachón, ella que amaba tanto la vida en Rusia...
T: Debo de ser muy tarugo... es que las imágenes me condicionan para comprender las escenas... he visto como el Director se recrea con las escenas de sexo, eso ha sido la intensidad "amorosa" que he encontrado... al cocinero la verdad es que no le he entendido, ni lo he visto como pareja, ni lo he visto como nada... esas reacciones con el hijo de "la Señora" me han dado hasta un poco de vergüenza...
F: Tilda Swinton está maravillosa, qué bien transmite el placer, la soledad... fíjate cómo se retiraba a su habitación en las fiestas... esta mujer me tiene enamorado. Tendría que haber estado nominada a los Oscars.
T: Una pregunta... ¿Cómo el Director puede contar una historia que tiene argumento desde una perspectiva de la sensorialidad pura, y dejar en segundo plano la coherencia de aquella?... es que he visto cosas que no me cuadraban, que no me las creía...
F: ¿Qué cosas?
sigo en el spoiler, ya anticipo yo también el final: Un 3,1.
TOÑO: Uaaaaa! (bostezando). Casi me quedo sobado, menos mal que estaba hoy superdescansado y encima me tomé esta tarde un café, que a mí me espabilan que no veas. ¿Qué tal la peli?
FELIPE: Buenísima. Gran película de Guadagnino, hay que empezar a tener en cuenta a este Director, poco menos que un primo hermano de Visconti.
T: Joer, debe ser que yo no me entero, a mí me ha parecido plana, plana plana. Encima me había leído el argumento y ya sabía que "la Señora" se iba a liar con un cocinero. La poca sorpresa que había ya la sabes desde el principio.
F: Hay que analizar más lo que quiere contar el director. Esos planos maravillosos, esas elipsis escondidas, esas metáforas evocadas, esas imágenes simbólicas. Guadagnino te cuenta a través de las imágenes, de los ritmos, de los silencios. La película es una experiencia sensorial sobre todo, un viaje a través de los sentidos para adentrarnos en un tema universal: El amor. Maravilloso.
T: Qué lástima... me he perdido todo, entonces. No he visto el amor en ningún momento... como mucho, una mujer muy necesitada... si a satisfacer tu deseo carnal lo llamas "el amor", pues bien.
F: Bueno Toño, ella representa el amor. El amor que late por todos los poros de su piel. Ella, una mujer sensible, que se vio obligada a casarse con el ricachón, ella que amaba tanto la vida en Rusia...
T: Debo de ser muy tarugo... es que las imágenes me condicionan para comprender las escenas... he visto como el Director se recrea con las escenas de sexo, eso ha sido la intensidad "amorosa" que he encontrado... al cocinero la verdad es que no le he entendido, ni lo he visto como pareja, ni lo he visto como nada... esas reacciones con el hijo de "la Señora" me han dado hasta un poco de vergüenza...
F: Tilda Swinton está maravillosa, qué bien transmite el placer, la soledad... fíjate cómo se retiraba a su habitación en las fiestas... esta mujer me tiene enamorado. Tendría que haber estado nominada a los Oscars.
T: Una pregunta... ¿Cómo el Director puede contar una historia que tiene argumento desde una perspectiva de la sensorialidad pura, y dejar en segundo plano la coherencia de aquella?... es que he visto cosas que no me cuadraban, que no me las creía...
F: ¿Qué cosas?
sigo en el spoiler, ya anticipo yo también el final: Un 3,1.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
T: Pues que esa mujer, que se la ve tan sólida, haya estado tanto tiempo "castrada"... o que la susodicha "Señora" desaparezca tanto tiempo de su casa y nadie se entere... que el hijo de la misma esté tan entontecido con el cocinero... la caída del hijo mayor... la "abuela" tan jovencita... el perfil de gente de clase alta no lo he visto, conozco a gente así...
F: Que no, que Guadagnino no ha buscado la coherencia argumental. Quédate con las esencias. Con las sugerencias. Con la belleza de la imagen... fíjate que profundidad, cómo atraviesa la realidad el Director con esas evocaciones desde la lluvia, las piedras, los platos cocinados... ¡qué hermosos esos preparados de la "neu cuisine"...
T: Meh... conozco a uno que se descojonaría si viera esta película... me diría que la película es oportunista, que se agarra al pensamiento políticamente correcto, desde hace unos años proliferan los programas televisivos sobre la elaboración culinaria más sofisticada, parece que hacer esos platos tan chic es lo más guay... sí este amigo me diría que la película redunda sólo en los aspectos fisiológicos del ser humano, esto es, follar y comer, a fin de cuentas en la visión zoologista del progresismo más izquierdista... fíjate que se aprovecha el Director hasta para "clavar" una lesbiana en la familia, que no aporta nada, pero queda estupendo para quedar como un "moderno y alternativo"...
F: No lo veo yo así, ya te digo que lo central es el viaje sensorial... de todas formas estás exigiendo mucho, no busques tanta coherencia... disfruta de la experiencia cinematográfica, no te vayas al ataque simplista... ese amigo tuyo seguro que no entiende nada de cine... yo he sentido muchas cosas... incluso ese final tan sobrecogedor...
T: uaaaaaaa (nuevo bostezo) Pues yo no lo he captado tampoco... se le muere el hijo a la Señora y sólo está pensando en ir a echar un polvo... el "efecto sorpresa" de enfundarse el chándal... las películas que tienen poco que decir me parece que se suelen perder muchos minutos en abrazos y lloros "emotivos"... uuuaaaaaaaaa (mostrando una boca reseca y amarillenta)
F: ¡Coño Toño! ¡ Me estás rompiendo el clima elevado con el que he salido del cine! Vamos a tomar una cerveza, y te explico para que entiendas un poco mejor, si no has captado todas las sugerencias que Guadagnino te ha mostrado, te has perdido todo lo importante..
T: Sí sí, una cerveza, tengo la boca y el cerebro secos...
Me cuadra más la percepción del bueno de Toño. Por cierto, a éste se le olvidó mencionar las escenas buenistas con el "espiritual hindú"...
F: Que no, que Guadagnino no ha buscado la coherencia argumental. Quédate con las esencias. Con las sugerencias. Con la belleza de la imagen... fíjate que profundidad, cómo atraviesa la realidad el Director con esas evocaciones desde la lluvia, las piedras, los platos cocinados... ¡qué hermosos esos preparados de la "neu cuisine"...
T: Meh... conozco a uno que se descojonaría si viera esta película... me diría que la película es oportunista, que se agarra al pensamiento políticamente correcto, desde hace unos años proliferan los programas televisivos sobre la elaboración culinaria más sofisticada, parece que hacer esos platos tan chic es lo más guay... sí este amigo me diría que la película redunda sólo en los aspectos fisiológicos del ser humano, esto es, follar y comer, a fin de cuentas en la visión zoologista del progresismo más izquierdista... fíjate que se aprovecha el Director hasta para "clavar" una lesbiana en la familia, que no aporta nada, pero queda estupendo para quedar como un "moderno y alternativo"...
F: No lo veo yo así, ya te digo que lo central es el viaje sensorial... de todas formas estás exigiendo mucho, no busques tanta coherencia... disfruta de la experiencia cinematográfica, no te vayas al ataque simplista... ese amigo tuyo seguro que no entiende nada de cine... yo he sentido muchas cosas... incluso ese final tan sobrecogedor...
T: uaaaaaaa (nuevo bostezo) Pues yo no lo he captado tampoco... se le muere el hijo a la Señora y sólo está pensando en ir a echar un polvo... el "efecto sorpresa" de enfundarse el chándal... las películas que tienen poco que decir me parece que se suelen perder muchos minutos en abrazos y lloros "emotivos"... uuuaaaaaaaaa (mostrando una boca reseca y amarillenta)
F: ¡Coño Toño! ¡ Me estás rompiendo el clima elevado con el que he salido del cine! Vamos a tomar una cerveza, y te explico para que entiendas un poco mejor, si no has captado todas las sugerencias que Guadagnino te ha mostrado, te has perdido todo lo importante..
T: Sí sí, una cerveza, tengo la boca y el cerebro secos...
Me cuadra más la percepción del bueno de Toño. Por cierto, a éste se le olvidó mencionar las escenas buenistas con el "espiritual hindú"...
24 de agosto de 2022
24 de agosto de 2022
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Luca Guadagnino se ha convertido a estas alturas más en un género cinematográfico en sí mismo y no sólo en un gran cineasta italiano, como ocurre con Paolo Sorrentino. Las señas de identidad de Guadagnino se multiplican por su excelsa filmografía y se perpetúan como constantes: la exquisitez formal, el estilismo, la sensualidad, la pasión, el verano y calor, el sexo, las retorcidas relaciones familiares, un cierto cinismo misántropo a la hora de retratar la naturaleza humana… Todo ello ha sabido plasmarlo en grande obras maestras como “Call me by your name”o “Cegados por el sol” o incluso en la más inferior pero igualmente interesante “Melissa P.” con una prodigiosa María Valverde.
“Yo soy el amor” es un enorme melodrama que se sufre como se ve de forma gozosa. Casi como lejana y distante precuela de “Succession”, nos zambulle de cabeza en los entresijos personales y de negocios de una rica familiar perteneciente a la alta burguesía milanesa. Se dedican al textil y han creado, a través de una empresa familiar fundada por el abuelo, toda una máquina de generar dinero sin límites. El hijo del patriarca lleva la compañía con mano férrea y está casado con Emma, una bella mujer de ascendencia rusa (impresionante como siempre Tilda Swinton, una de las mejores actrices del planeta). Tienen tres hijos: Edoardo (primogénito y llamado a heredar el trono de tal imperio) que se va a casar con una bella chica de clase inferior y que fructifica una amistad imperecedera con Antonio, un joven cocinero de brillante futuro pero parco presente; Elisabetta, una joven desorientada ante su situación sentimental y sexual y que quiere ser artista; y Gianluca, el pequeño, apartado del entramado empresarial.
Emma y Antonio, a pesar de su diferencia de edad, traban una amistad paralela a la que el cocinero tiene con su hijo Edoardo, porque ambos han llegado a ese mundo de la alta burguesía lombarda sin pertenecer a esa clase social, desde abajo. A partir de ahí, la trama se va a complicar terriblemente.
Tilda Swinton, la inmensa actriz que brilla por encima de la mayoría en el panorama interpretativo internacional, borda aquí un personaje cálido y oscuro a la vez, tierno y despiadado, compasivo y duro. Un recital ante la cámara que capta todo el interés del espectador porque, en esta cinta de vocación coral, Tilda Swinton se eleva años luz por encima del resto del reparto. Como no podría ser de otra manera, dicho sea de paso.
La exquisitez también preside el acompañamiento musical de la cinta gracias al trabajo de John Adams y la dirección de fotografía de Yorick Le Saux, como es marca de la casa del cine de Luca Guadagnino, donde la estética es tan importante como el guión. Y ojo a sus escenas de sexo, de las más bellas que se hayan rodado en los últimos años.
Un film que tiene un expreso y confeso aire a Visconti y Antonioni pero debidamente modernizados con un gusto y un criterio exquisitos.
“Yo soy el amor” es un enorme melodrama que se sufre como se ve de forma gozosa. Casi como lejana y distante precuela de “Succession”, nos zambulle de cabeza en los entresijos personales y de negocios de una rica familiar perteneciente a la alta burguesía milanesa. Se dedican al textil y han creado, a través de una empresa familiar fundada por el abuelo, toda una máquina de generar dinero sin límites. El hijo del patriarca lleva la compañía con mano férrea y está casado con Emma, una bella mujer de ascendencia rusa (impresionante como siempre Tilda Swinton, una de las mejores actrices del planeta). Tienen tres hijos: Edoardo (primogénito y llamado a heredar el trono de tal imperio) que se va a casar con una bella chica de clase inferior y que fructifica una amistad imperecedera con Antonio, un joven cocinero de brillante futuro pero parco presente; Elisabetta, una joven desorientada ante su situación sentimental y sexual y que quiere ser artista; y Gianluca, el pequeño, apartado del entramado empresarial.
Emma y Antonio, a pesar de su diferencia de edad, traban una amistad paralela a la que el cocinero tiene con su hijo Edoardo, porque ambos han llegado a ese mundo de la alta burguesía lombarda sin pertenecer a esa clase social, desde abajo. A partir de ahí, la trama se va a complicar terriblemente.
Tilda Swinton, la inmensa actriz que brilla por encima de la mayoría en el panorama interpretativo internacional, borda aquí un personaje cálido y oscuro a la vez, tierno y despiadado, compasivo y duro. Un recital ante la cámara que capta todo el interés del espectador porque, en esta cinta de vocación coral, Tilda Swinton se eleva años luz por encima del resto del reparto. Como no podría ser de otra manera, dicho sea de paso.
La exquisitez también preside el acompañamiento musical de la cinta gracias al trabajo de John Adams y la dirección de fotografía de Yorick Le Saux, como es marca de la casa del cine de Luca Guadagnino, donde la estética es tan importante como el guión. Y ojo a sus escenas de sexo, de las más bellas que se hayan rodado en los últimos años.
Un film que tiene un expreso y confeso aire a Visconti y Antonioni pero debidamente modernizados con un gusto y un criterio exquisitos.
18 de junio de 2024
18 de junio de 2024
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Esta película la vi en su estreno sin saber nada de ella. Salí satisfecho, hablamos con mi compañera de los espacios, de la luz, de la belleza del invierno milanés, de la casa (qué maravilla). Con los años se diluyó la película dentro de nuestras cabezas, no sé por qué, puede que fuera porque no tuvo recorrido en los grandes festivales, porque el cine italiano parece muy lejano en España, porque era una película sin alardes, sin excentricidades, no sé, pero quedó algo, una partícula, una mosca cojonera que de repente empezó a tocar las narices, y de repente, años después, nos encontramos con la angustia de recordar trazos de una película indeterminada, italiana, cuyo nombre, cuyo director, no podíamos recordar. Y había una urgencia por saber qué película era, por volver a verla, por recuperar una luz amortiguada, una estética, el ritmo de una suave melodía visual que va del frío al calor siguiendo el hilo de sus personajes, mimando así a cada uno de ellos. Esa ausencia, esa búsqueda en la oscuridad, nos aterraba, puede que tuviéramos la sensación de que, como si fuéramos un país, habíamos perdido una parte de nuestro patrimonio cinematográfico.
Reencontré la película por casualidad. La hacían en una plataforma, y se me encendió una chispa. La vimos por segunda vez, y comprendimos que nuestra memoria no iba equivocada, que era una película distinta, con un tempo, con un tratamiento visual, muy particulares, asociando los espacios a las realidades de los personajes de una manera muy marcada, exhibiendo de ese modo, y ello es especialmente inaudito, sus contradicciones y complejidades. Eso hace que la película tenga muchos elementos para fascinar, tenga muchos mecanismos para dejar impronta, para quedar oculta y latente en el interior de la cabeza. Solo por esto que acabo de explicar, la película debe recomendarse encarecidamente. Y por Tilda Swinton, que siempre es una imagen inolvidable. La historia en sí, no deja de ser una historia clásica, griega, es más interesante el continente que el contenido, o mejor dicho, lo que engrandece la historia que nos cuentan, es el cómo nos la cuentan, y eso le da un mérito especial al director.
Luca Guadagnino. Otro tipo que cada vez sube un peldaño más. Yorgos Lanthimos ya es una mega estrella mundial sin dejar de hacer cine de autor, haciéndose simplemente pajas mentales cada vez más mayúsculas. Guadagnino le sigue a la zaga. Es evidente que el tipo tiene talento. Además de ésta, "Call me by your name" es una gran película. "Rivales" no está mal, tiene también elementos para fascinar, para dejar un poso en la cabeza, y es la confirmación de ese endiosamiento que consume a estos grandes directores europeos que desde la condición de autores, desde el respeto que les da esa etiqueta, empiezan a perder el sentido de la realidad, empiezan a perder el contacto con el suelo. "Rivales" tiene mucho de esa mirada única y particular de Guadagnino, esa intensidad, pero aparecen aquí y allá desatinos propios de un Mr. Hyde.
Les recomiendo ver "Yo soy el amor", ver en directo la mente creativa de quien podría ser (ya es en buena parte) uno de los próximos autores de moda en todo el mundo cinéfilo. Ver la simplicidad de sus mecanismos artísticos para usarlos en la complejidad, ver cómo conceptúa estilísticamente toda una historia, cómo manipula el tiempo, y transmite estados de ánimo, y juega con la belleza del espacio, y construye distancias y cercanías, luces y sombras, claroscuros... Cine en estado puro, las bases de un camino que llevará en breve, posiblemente (nunca se sabe), a la arrogancia.
Reencontré la película por casualidad. La hacían en una plataforma, y se me encendió una chispa. La vimos por segunda vez, y comprendimos que nuestra memoria no iba equivocada, que era una película distinta, con un tempo, con un tratamiento visual, muy particulares, asociando los espacios a las realidades de los personajes de una manera muy marcada, exhibiendo de ese modo, y ello es especialmente inaudito, sus contradicciones y complejidades. Eso hace que la película tenga muchos elementos para fascinar, tenga muchos mecanismos para dejar impronta, para quedar oculta y latente en el interior de la cabeza. Solo por esto que acabo de explicar, la película debe recomendarse encarecidamente. Y por Tilda Swinton, que siempre es una imagen inolvidable. La historia en sí, no deja de ser una historia clásica, griega, es más interesante el continente que el contenido, o mejor dicho, lo que engrandece la historia que nos cuentan, es el cómo nos la cuentan, y eso le da un mérito especial al director.
Luca Guadagnino. Otro tipo que cada vez sube un peldaño más. Yorgos Lanthimos ya es una mega estrella mundial sin dejar de hacer cine de autor, haciéndose simplemente pajas mentales cada vez más mayúsculas. Guadagnino le sigue a la zaga. Es evidente que el tipo tiene talento. Además de ésta, "Call me by your name" es una gran película. "Rivales" no está mal, tiene también elementos para fascinar, para dejar un poso en la cabeza, y es la confirmación de ese endiosamiento que consume a estos grandes directores europeos que desde la condición de autores, desde el respeto que les da esa etiqueta, empiezan a perder el sentido de la realidad, empiezan a perder el contacto con el suelo. "Rivales" tiene mucho de esa mirada única y particular de Guadagnino, esa intensidad, pero aparecen aquí y allá desatinos propios de un Mr. Hyde.
Les recomiendo ver "Yo soy el amor", ver en directo la mente creativa de quien podría ser (ya es en buena parte) uno de los próximos autores de moda en todo el mundo cinéfilo. Ver la simplicidad de sus mecanismos artísticos para usarlos en la complejidad, ver cómo conceptúa estilísticamente toda una historia, cómo manipula el tiempo, y transmite estados de ánimo, y juega con la belleza del espacio, y construye distancias y cercanías, luces y sombras, claroscuros... Cine en estado puro, las bases de un camino que llevará en breve, posiblemente (nunca se sabe), a la arrogancia.
22 de mayo de 2010
22 de mayo de 2010
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maravillosa fotografía, cuidados diálogos y melodiosas escenas que nos muestran el día a día de esta familia.
Demasiado lenta al principio e impactante en el final.
Parece una película de las de antes, por el tono, el ritmo...pero también por que se recrea en el placer de contar historias.
Podría ser una familia de cualquier país, pero sólo un italiano es capaz de contarle con esa belleza e intensidad.
Demasiado lenta al principio e impactante en el final.
Parece una película de las de antes, por el tono, el ritmo...pero también por que se recrea en el placer de contar historias.
Podría ser una familia de cualquier país, pero sólo un italiano es capaz de contarle con esa belleza e intensidad.
29 de mayo de 2010
29 de mayo de 2010
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son ganas de establecer comparaciones...
Esta película tiene virtudes y defectos. Tilda Swinton es su mejor virtud pero no pinta nada que su personaje sea ruso. El director, que perpetró aquel horror de "Melissa P." ha mejorado desde entonces pero cuando se recrea en planos cenitales o estatuas de jardín, está claro que tiene recursos muy pobres.
Y aparte de Tilda Swinton, los actores son mediocres, incluyendo esa Marisa Berenson desfigurada por la cirugía estética.
Conclusión: buena ambientación, frustrada disección de la alta burguesía milanesa y una gran Tilda.
Esta película tiene virtudes y defectos. Tilda Swinton es su mejor virtud pero no pinta nada que su personaje sea ruso. El director, que perpetró aquel horror de "Melissa P." ha mejorado desde entonces pero cuando se recrea en planos cenitales o estatuas de jardín, está claro que tiene recursos muy pobres.
Y aparte de Tilda Swinton, los actores son mediocres, incluyendo esa Marisa Berenson desfigurada por la cirugía estética.
Conclusión: buena ambientación, frustrada disección de la alta burguesía milanesa y una gran Tilda.
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