El secreto de sus ojos
2009 

8.1
90,901
Thriller. Intriga. Drama
Benjamín Espósito es oficial de un Juzgado de Instrucción de Buenos Aires recién retirado. Obsesionado por un brutal asesinato ocurrido veinticinco años antes, en 1974, decide escribir una novela sobre el caso, del cual fue testigo y protagonista. Reviviendo el pasado, viene también a su memoria el recuerdo de una mujer, a quien ha amado en silencio durante todos esos años. (FILMAFFINITY)
31 de julio de 2012
31 de julio de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Campanella realiza sus películas con la cadencia de una melodía clásica. Sus cintas rezuman una nostalgia acompasada, una llovizna sentimental marcada por la música de piano, los diálogos introspectivos, el equilibrio en las imágenes, y la repetición de ciertas escenas, iconos o frases para afianzar el ritmo narrativo de la historia. Pero en esta ocasión, en lugar de refugiarse en los amores imposibles o las trabas de la vida (aunque siempre quedan subtramas para tratar estos temas) el director charrúa nos trae una trama policiaca con asesinato incluido como eje principal de la historia, un salto narrativo respecto a su forma de contar que también se ofrece en una estructura más compleja, en el que el Benjamín Espósito (Ricardo Darin) del presente y del pasado se solapan aludiendo a los comienzos de la investigación judicial y a los ecos que deja en el futuro. Obtiene así Campanella una historia contada con lirismo y elocuencia, enamorando con las imágenes, pero al mismo tiempo un guión fuerte, interesante con cierta corrosión, interesante por sí mismo y encima con sorpresa final. En efecto, no nos tiene acostumbrados el argentino a este tipo de historias, pero sus temas recurrentes siguen fieles en esta película, donde el amor longevo y altamente sentimental que perdura en el tiempo vuelve a darse en una de sus parejas fetiche Ricardo Darin y Soledad Villamil, con una complicidad entre personajes que despierta una simpatía y una emotividad contenida que va acumulando tensión a lo largo del filme, como ya lo hicieran con tintes algo más lacrimógenos los mismos protagonistas en ‘El mismo amor la misma lluvia’. Ambos forman una pareja protagonista solvente capaz de otorgar ese clima tanto de incertidumbre como de profundidad a un amor, donde la cobardía, o las trabas sociales le impiden explotar y se mantiene latente, deseoso y expectante durante toda la película.
Técnicamente, Campanella es también más arriesgado que en películas predecesoras, y pese a que el equilibrio en los planos sigue siendo marca de la casa, para acompañar a una historia contada con serenidad, nos sorprende con una enorme secuencia que se inicia con una meteórica grúa y que continua con una persecución cámara en mano con varios zig-zags y cambios de sentido que sorprenden por su buen hacer, todo ello, entre una enorme multitud en mitad de un partido del Racing de Avellaneda, bellísima secuencia.
Campanella tiene ese extraño don de utilizar los tópicos más rancios de la comedia romántica sin que suenen empalagosos en la narración y aquí además suma ese expresionismo que sólo los grandes saben hacer, el contar con silencios, con miradas, con los dedos en un plano detalle… Muchos mimbres para llevarse el Oscar a la mejor película extranjera.
htttp://palomitasconchoco.wordpress.com
Técnicamente, Campanella es también más arriesgado que en películas predecesoras, y pese a que el equilibrio en los planos sigue siendo marca de la casa, para acompañar a una historia contada con serenidad, nos sorprende con una enorme secuencia que se inicia con una meteórica grúa y que continua con una persecución cámara en mano con varios zig-zags y cambios de sentido que sorprenden por su buen hacer, todo ello, entre una enorme multitud en mitad de un partido del Racing de Avellaneda, bellísima secuencia.
Campanella tiene ese extraño don de utilizar los tópicos más rancios de la comedia romántica sin que suenen empalagosos en la narración y aquí además suma ese expresionismo que sólo los grandes saben hacer, el contar con silencios, con miradas, con los dedos en un plano detalle… Muchos mimbres para llevarse el Oscar a la mejor película extranjera.
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3 de enero de 2016
3 de enero de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película, inteligencia que cautiva y supera muchas películas de este tipo y con inversiones millonarias.Actuaciones al nivel de la trama, nada reprochable a este nivel o todo lo equivoco que uno pueda encontrar pasa al olvido al instante.
5 de febrero de 2016
5 de febrero de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si Bielinsky aún viviera, sería el 'rival' más duro para Campanella en cuanto a directores argentinos, de eso estoy más que seguro. Solo dos films argentinos se han llevado el Oscar en la historia del cine y 'El secreto de sus ojos' es el último en hacerlo, compitiendo con 'The White Ribbon' de Haneke o 'Un prophète' de Jacques Audiard. Estamos ante un thriller brillante factura con elipsis temporales situado a mediados de los años 70. En ella se nos cuenta la historia de Benjamín Esposito (Ricardo Darin), un retirado oficial de juzgado ahora escritor y obsesionado con un crimen que investigó hace 25 años, el cual intenta reflejar en su próxima novela. Esta se podría considerar la trama principal pero difiero mucho de ello. 'El secreto de sus ojos' es mucho más que un simple asesinato, considero a este el motor principal que hace tomar decisiones al resto de personajes, la válvula que enseña tanto a Esposito como a los demás las consecuencias de tomar el camino erróneo, de no atreverse a decidir cuando el tren, y nunca mejor dicho, se está marchando. La escena final es una muestra de ello. Siendo el asesinato una subtrama, importante y esencial eso sí, conoceremos el amor en silencio que vive Esposito hacia a una compañera de trabajo, Irene (Soledad Villamil, Goya actriz revelación 2010). Ella ansía enamorarse de alguien que sea capaz de entender el amor como algo más, algo que traspase todas las barreras de la comunicación y se pueda comprender tan sólo con la mirada. Esto lo encuentra en Esposito pero, al igual que él es incapaz de tomar la decisión adecuada por más que el destino lo ponga en el lugar correcto en el momento indicado, ella mantiene el tipo sin dar más de lo que su mente le deja porque pasado ese limite el amor que encuentre no será ese que ansía ella. Las miradas en este filme conforman otro protagonista, invisible, indescriptible pero presente en todos los minutos. Las miradas de Esposito a Irene y viceversa, las fotos donde Gómez mira a Liliana, el interrogatorio de Gómez por parte de Irene, las de Morales incluso las de Sandoval (Guillermo Francella), todas y cada una forman un personaje nuevo al que tener muy en cuenta, alguien a quien observar detalladamente en cada escena. Hablando sobre detalles y otra vicisitudes del film, el nivel de detalle en las dos líneas temporales y el apoyo que ofrecen objetos en concreto es básicamente perfecto, vestuario, música, decoración de interiores e imágenes de TV, todo luce con un gusto abrumador. No, no me olvido del plano secuencia del campo de fútbol de Huracán (Estadio Tomás Adolfo Ducó) situado en Buenos Aires, una escena que ya es parte de la historia mundial del cine. Todo en ella es espectacular reralmente, es sin duda una de las mejores escenas del filme. Tranquilamente podría ser la número 1 en este top y lo merece sobradamente, pero mi afecto por la película de Bielinsky y lo que produjo en mi fue tan grande que no puedo más que relegar al top 2 a esta 'El secreto de sus ojos'.
Crítica completa en BLOODSTAB: http://bloodstab.blogspot.com.es/2014/12/top-5-cine-argentino.html
Crítica completa en BLOODSTAB: http://bloodstab.blogspot.com.es/2014/12/top-5-cine-argentino.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Qué pinta el fútbol en esta película? Es muy sencillo, el fútbol es pasión y esto es lo que activa el asesinato de Liliana, la pasión. No por el fútbol, sino por lo que hacen en sus vidas como bien explica Sandoval a mitad del film. Esposito busca con pasión al asesino de la chica mientras sigue amando en secreto a Irene, esta al mismo tiempo desea con toda su alma que Esposito le confiese su amor (el cabreo de ella en la escena de cerrar la puerta por no estar a solas con él), la pasión de Morales (Pablo Rago) el marido destrozado yendo cada día a la estación con esos ojos vacíos incluso hasta la del propio Sandoval acudiendo al bar para terminar borracho y en peleas. Todos siguen su destino y aunque a veces tengan pruebas o el camino claro a tomar prefieren seguir siendo fieles a su pasión.
5 de septiembre de 2016
5 de septiembre de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra maestra del cine latinoamericano. La película es completa, es una crítica a la corrupción judicial y policial pero tiene momentos románticos gracias a la química de sus protagonistas; te mantiene en intriga de inicio a fin; es poética desde lo visual hasta lo sonoro; los diálogos impecables e interpretaciones son fenomenales.
El inicio de la película con imágenes borrosas en la estación del tren y con voz en off me hizo recordar a Chungking Express del genio Wong Kar-wai, espectacular comienzo lleno de confusión y romance, un excelente telón para la incesable búsqueda de la verdad y justicia a pesar de los obstáculos político y socio culturales que se presentan.
La escena en que Sandoval (Guillermo Francella) y Esposito (Ricardo Darin) descubren que significan aquellas palabras de la carta escrita por el asesino para su mamá fue brillante: un bar de mala muerte como escenario, las esperanzas perdidas casi por completo y el borracho hincha de fútbol que es una enciclopedia andante en esos temas y sus interpretaciones por cada palabra, tremendo.
El inicio de la película con imágenes borrosas en la estación del tren y con voz en off me hizo recordar a Chungking Express del genio Wong Kar-wai, espectacular comienzo lleno de confusión y romance, un excelente telón para la incesable búsqueda de la verdad y justicia a pesar de los obstáculos político y socio culturales que se presentan.
La escena en que Sandoval (Guillermo Francella) y Esposito (Ricardo Darin) descubren que significan aquellas palabras de la carta escrita por el asesino para su mamá fue brillante: un bar de mala muerte como escenario, las esperanzas perdidas casi por completo y el borracho hincha de fútbol que es una enciclopedia andante en esos temas y sus interpretaciones por cada palabra, tremendo.
16 de febrero de 2018
16 de febrero de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una obra maestra. De principio a fin. Desde las actuaciones y la dirección, hasta el diálogo y la arrebatadora banda sonora. Todo en esta película es oro puro. Una de las mejores que he visto (y no puedo parar de volver a ver cuando puedo) de los últimos años.
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