Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Palomitasconchoco
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Críticas favoritas elegidas por Palomitasconchoco
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Palomitasconchoco:
8

Voto de Palomitasconchoco:
8
8.1
90,902
Thriller. Intriga. Drama
Benjamín Espósito es oficial de un Juzgado de Instrucción de Buenos Aires recién retirado. Obsesionado por un brutal asesinato ocurrido veinticinco años antes, en 1974, decide escribir una novela sobre el caso, del cual fue testigo y protagonista. Reviviendo el pasado, viene también a su memoria el recuerdo de una mujer, a quien ha amado en silencio durante todos esos años. (FILMAFFINITY)
31 de julio de 2012
31 de julio de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Campanella realiza sus películas con la cadencia de una melodía clásica. Sus cintas rezuman una nostalgia acompasada, una llovizna sentimental marcada por la música de piano, los diálogos introspectivos, el equilibrio en las imágenes, y la repetición de ciertas escenas, iconos o frases para afianzar el ritmo narrativo de la historia. Pero en esta ocasión, en lugar de refugiarse en los amores imposibles o las trabas de la vida (aunque siempre quedan subtramas para tratar estos temas) el director charrúa nos trae una trama policiaca con asesinato incluido como eje principal de la historia, un salto narrativo respecto a su forma de contar que también se ofrece en una estructura más compleja, en el que el Benjamín Espósito (Ricardo Darin) del presente y del pasado se solapan aludiendo a los comienzos de la investigación judicial y a los ecos que deja en el futuro. Obtiene así Campanella una historia contada con lirismo y elocuencia, enamorando con las imágenes, pero al mismo tiempo un guión fuerte, interesante con cierta corrosión, interesante por sí mismo y encima con sorpresa final. En efecto, no nos tiene acostumbrados el argentino a este tipo de historias, pero sus temas recurrentes siguen fieles en esta película, donde el amor longevo y altamente sentimental que perdura en el tiempo vuelve a darse en una de sus parejas fetiche Ricardo Darin y Soledad Villamil, con una complicidad entre personajes que despierta una simpatía y una emotividad contenida que va acumulando tensión a lo largo del filme, como ya lo hicieran con tintes algo más lacrimógenos los mismos protagonistas en ‘El mismo amor la misma lluvia’. Ambos forman una pareja protagonista solvente capaz de otorgar ese clima tanto de incertidumbre como de profundidad a un amor, donde la cobardía, o las trabas sociales le impiden explotar y se mantiene latente, deseoso y expectante durante toda la película.
Técnicamente, Campanella es también más arriesgado que en películas predecesoras, y pese a que el equilibrio en los planos sigue siendo marca de la casa, para acompañar a una historia contada con serenidad, nos sorprende con una enorme secuencia que se inicia con una meteórica grúa y que continua con una persecución cámara en mano con varios zig-zags y cambios de sentido que sorprenden por su buen hacer, todo ello, entre una enorme multitud en mitad de un partido del Racing de Avellaneda, bellísima secuencia.
Campanella tiene ese extraño don de utilizar los tópicos más rancios de la comedia romántica sin que suenen empalagosos en la narración y aquí además suma ese expresionismo que sólo los grandes saben hacer, el contar con silencios, con miradas, con los dedos en un plano detalle… Muchos mimbres para llevarse el Oscar a la mejor película extranjera.
htttp://palomitasconchoco.wordpress.com
Técnicamente, Campanella es también más arriesgado que en películas predecesoras, y pese a que el equilibrio en los planos sigue siendo marca de la casa, para acompañar a una historia contada con serenidad, nos sorprende con una enorme secuencia que se inicia con una meteórica grúa y que continua con una persecución cámara en mano con varios zig-zags y cambios de sentido que sorprenden por su buen hacer, todo ello, entre una enorme multitud en mitad de un partido del Racing de Avellaneda, bellísima secuencia.
Campanella tiene ese extraño don de utilizar los tópicos más rancios de la comedia romántica sin que suenen empalagosos en la narración y aquí además suma ese expresionismo que sólo los grandes saben hacer, el contar con silencios, con miradas, con los dedos en un plano detalle… Muchos mimbres para llevarse el Oscar a la mejor película extranjera.
htttp://palomitasconchoco.wordpress.com