El beso de la muerte
7.3
2,507
Intriga. Cine negro
Un delincuente de Nueva York, Nick Bianco (Victor Mature) es herido y arrestado durante el asalto a una joyería. Tras ser condenado, el fiscal Louis D'Angelo (Brian Donlevy) le ofrece conseguirle la libertad condicional, si le entrega los nombres de sus compinches. Bianco se debate entre la lealtad que debe a sus compañeros de fechorías y el deber que tiene para con su esposa y dos hijas... pero deberá tomar una decisión. (FILMAFFINITY)
17 de junio de 2023
17 de junio de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran película de cine negro con rasgos de docudrama y narración en flashback que supuso el debut cinematográfico del magnífico actor Richard Widmark, quien logró además por este primer trabajo en la gran pantalla una nominación al premio Oscar por su magistral personificación del gángster Tommy Udo, un tipo desalmado de presencia amenazadora y semblante de cruel y sádico psicópata.
Victor Mature está también sensacional en su papel protagonista, interpretando con convicción a un delincuente en busca de redención y asentamiento vital.
"El Beso De La Muerte" es una excelente intriga que atrapa de principio a fin, en buena parte debido a su notable guión, obra de dos maestros como Ben Hecht y Charles Lederer.
Además la dirección de Hathaway otorga vigor y ritmo a la trama, pero también maravillosos momentos más íntimos y pausados, dentro de un plausible equilibrio narrativo, definitorio del talento y saber hacer de los grandes maestros.
Victor Mature está también sensacional en su papel protagonista, interpretando con convicción a un delincuente en busca de redención y asentamiento vital.
"El Beso De La Muerte" es una excelente intriga que atrapa de principio a fin, en buena parte debido a su notable guión, obra de dos maestros como Ben Hecht y Charles Lederer.
Además la dirección de Hathaway otorga vigor y ritmo a la trama, pero también maravillosos momentos más íntimos y pausados, dentro de un plausible equilibrio narrativo, definitorio del talento y saber hacer de los grandes maestros.
21 de abril de 2018
21 de abril de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las decisiones más desafortunadas que puede asumir un ser humano, es la de optar un día por seguir el camino de la delincuencia. Millones de historias se han dado, en que el delincuente no encuentra la posibilidad de redimirse por las muchas puertas que se le cierran desde el momento en que sus transgresiones se hacen públicas; y si sumamos a esto, la ansiedad, el miedo y la angustia que comienzan a invadir el sistema psicológico y emocional de esta persona, pronto tendremos a otro ser atrapado en su propio infierno y girando en un círculo vicioso del que no logra escapar.
“Liberarlo de todo ataque y hacerlo sentir que contigo está a salvo -dicen los maestros-, es lo que te pide con respecto a tu hermano. Has esto y todo se te dará”. Una fácil y magnífica tarea que, sorprendentemente, muy pocos se animan a practicar… ¡Y por eso estamos como estamos!
Nick Bianco, también cayó un día en las redes de la delincuencia, pero, ahora que tiene una familia -esposa y dos niñas de 4 y 5 años-, está pensando seriamente en enderezar su camino y comienza a buscar empleo, labor que se le deniega precisamente por su historial como delincuente. Urgido de dinero para sostenerlas, Bianco fracasa en la dura prueba que le pone el destino… y en el siguiente asalto lo atrapan, pero, tiene la suerte de caer en manos de un asistente de fiscal que comprende su causa y empatiza con él, y éste le promete concederle la libertad condicional a cambio de que delate a sus compinches. Desde entonces, la película se deslizará por los cuestionados caminos de la delación, y el propio Nick Bianco, sufrirá lo indecible y necesitará muy buenos motivos para tomar una decisión.
Tras la gran acogida que tuvo con su película, “La Casa de la Calle 92”, el director Henry Hathaway decide volver a experimentar con el cine testimonial, sirviéndose de nuevo de los lugares donde ocurrieron los hechos, y contando una historia donde exalta a las instituciones del Estado (¡esa policía… esas cárceles… esos orfanatos… ya nos los quisiéramos, hoy día, en muchos países!), pero donde, aparte de esta idealización, lo más interesante es el proceso que se traza de la vida de ese “buen hombre” que se ve abocado a pagar sus errores con las más duras creces.
El guion de los renombrados, Ben Hecht y Charles Lederer, partiendo de una historia de Eleazar Lipsky, está muy bien pensado en términos sociales y psicológicos; los diálogos son muy mesurados y significativos… y quedan muy bien los matices con que se define el carácter del psicópata, Tommy Udo, al que representa con gran eficacia el entonces debutante, Richard Widmark, quien, de aquí en adelante quedaría marcado para hacer de malo. A lamentar que, por presiones de la mojigata censura, se hubiesen cortado las cruciales escenas con la guapa Patricia Morison quien representaba a la esposa de Bianco, y estos hechos se redujesen a ser contados muy brevemente por Nettie al entonces recluso, con lo que, la carga dramática que contenían, desapareció por completo.
Victor Mature, tiene la figura perfecta como el fortachón con cara de buenazo; Brian Donlevy (el asistente de fiscal), muy convincente haciendo eco a su apellido D’Angelo; y Coleen Gray (Nettie), la dulce belleza que siempre es grato ver. Mención necesaria para el gran Karl Malden, en otro de sus primeros pinitos como uno de los detectives de Lee D’Angelo.
Un remake de esta película se rodó, en 1995, bajo la dirección de Barbet Schroeder. Nicolas Cage y Samuel L. Jackson fueron los protagonistas.
¿Y por qué, Hathaway, acogió el título, EL BESO DE LA MUERTE? ¡Ya no hay explicación porque el final lo cambiaron los productores añadiendo una frase puesta en la voz de Nettie!
“Liberarlo de todo ataque y hacerlo sentir que contigo está a salvo -dicen los maestros-, es lo que te pide con respecto a tu hermano. Has esto y todo se te dará”. Una fácil y magnífica tarea que, sorprendentemente, muy pocos se animan a practicar… ¡Y por eso estamos como estamos!
Nick Bianco, también cayó un día en las redes de la delincuencia, pero, ahora que tiene una familia -esposa y dos niñas de 4 y 5 años-, está pensando seriamente en enderezar su camino y comienza a buscar empleo, labor que se le deniega precisamente por su historial como delincuente. Urgido de dinero para sostenerlas, Bianco fracasa en la dura prueba que le pone el destino… y en el siguiente asalto lo atrapan, pero, tiene la suerte de caer en manos de un asistente de fiscal que comprende su causa y empatiza con él, y éste le promete concederle la libertad condicional a cambio de que delate a sus compinches. Desde entonces, la película se deslizará por los cuestionados caminos de la delación, y el propio Nick Bianco, sufrirá lo indecible y necesitará muy buenos motivos para tomar una decisión.
Tras la gran acogida que tuvo con su película, “La Casa de la Calle 92”, el director Henry Hathaway decide volver a experimentar con el cine testimonial, sirviéndose de nuevo de los lugares donde ocurrieron los hechos, y contando una historia donde exalta a las instituciones del Estado (¡esa policía… esas cárceles… esos orfanatos… ya nos los quisiéramos, hoy día, en muchos países!), pero donde, aparte de esta idealización, lo más interesante es el proceso que se traza de la vida de ese “buen hombre” que se ve abocado a pagar sus errores con las más duras creces.
El guion de los renombrados, Ben Hecht y Charles Lederer, partiendo de una historia de Eleazar Lipsky, está muy bien pensado en términos sociales y psicológicos; los diálogos son muy mesurados y significativos… y quedan muy bien los matices con que se define el carácter del psicópata, Tommy Udo, al que representa con gran eficacia el entonces debutante, Richard Widmark, quien, de aquí en adelante quedaría marcado para hacer de malo. A lamentar que, por presiones de la mojigata censura, se hubiesen cortado las cruciales escenas con la guapa Patricia Morison quien representaba a la esposa de Bianco, y estos hechos se redujesen a ser contados muy brevemente por Nettie al entonces recluso, con lo que, la carga dramática que contenían, desapareció por completo.
Victor Mature, tiene la figura perfecta como el fortachón con cara de buenazo; Brian Donlevy (el asistente de fiscal), muy convincente haciendo eco a su apellido D’Angelo; y Coleen Gray (Nettie), la dulce belleza que siempre es grato ver. Mención necesaria para el gran Karl Malden, en otro de sus primeros pinitos como uno de los detectives de Lee D’Angelo.
Un remake de esta película se rodó, en 1995, bajo la dirección de Barbet Schroeder. Nicolas Cage y Samuel L. Jackson fueron los protagonistas.
¿Y por qué, Hathaway, acogió el título, EL BESO DE LA MUERTE? ¡Ya no hay explicación porque el final lo cambiaron los productores añadiendo una frase puesta en la voz de Nettie!
25 de diciembre de 2021
25 de diciembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es mucho más que la escena de la escalera, que es por la única que se la recuerda. De hecho para mí tiene momentos de tensión mejor logrados pero no tan impactantes, obviamente.
Me gustó como presentaron a Nick, y el largo camino hasta llegar a su redención.
Tommy Udo es fascinante, además que la forma en que lo retrata tanto el guión como la dirección es muy modera, el tipo tiene esas características del psicópata espontaneo, capaz de hacer cualquier cosa de un momento al otro.
Lo peor: Nettie, qué personaje cursi y prescindible. Sí, está bien ayuda a la redención de Nick, pero es hueco, es solo la chica que sigue como perro faldero a Nick, nada más. Que ella sea la voz en off también es un error, primero porque era innecesaria, no aporta nada en la historia y menos la de ella, hubiera sido la de Nick o Udo, sería otra cosa.
Lo mejor: Sí, Udo y la interpretación de Widmark, no es ninguna novedad, al contrario, decir que el tipo se robó la película, con ese personaje tan impactante, atractivo y repelente a la vez, quien no, encima esa interpretación tan desbordante y caricaturesca de forma auto-consciente, el mismo actor dijo que se inspiró en El Guasón. Incluso en las escenas donde no aparece pero se lo espera, y se nota el miedo y la desesperación de Nick, está presente e espíritu, todo pasa a girar alrededor de él.
Me gustó como presentaron a Nick, y el largo camino hasta llegar a su redención.
Tommy Udo es fascinante, además que la forma en que lo retrata tanto el guión como la dirección es muy modera, el tipo tiene esas características del psicópata espontaneo, capaz de hacer cualquier cosa de un momento al otro.
Lo peor: Nettie, qué personaje cursi y prescindible. Sí, está bien ayuda a la redención de Nick, pero es hueco, es solo la chica que sigue como perro faldero a Nick, nada más. Que ella sea la voz en off también es un error, primero porque era innecesaria, no aporta nada en la historia y menos la de ella, hubiera sido la de Nick o Udo, sería otra cosa.
Lo mejor: Sí, Udo y la interpretación de Widmark, no es ninguna novedad, al contrario, decir que el tipo se robó la película, con ese personaje tan impactante, atractivo y repelente a la vez, quien no, encima esa interpretación tan desbordante y caricaturesca de forma auto-consciente, el mismo actor dijo que se inspiró en El Guasón. Incluso en las escenas donde no aparece pero se lo espera, y se nota el miedo y la desesperación de Nick, está presente e espíritu, todo pasa a girar alrededor de él.
24 de marzo de 2011
24 de marzo de 2011
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Extraordinario film, con excelentes interpretaciones, en especial, como no, de Richard Widmark y Brian Donlevy. También está correcto Victor Mature. Rodada en escenarios naturales, consigue momentos de gran tensión, sobre todo en el tramo final de la película. Excelente film, de lo mejor de Hathaway.
22 de enero de 2021
22 de enero de 2021
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Los ladrones y atracadores suelen ser tipos duros y sin prejuicios dispuestos a todo por conseguir su botín pero algunos de ellos pueden replantearse su actitud cuando consiguen entender la mala posición en la que dejan a su propia familia.
En ocasiones estos delincuentes, llevan tras de sí una pesada carga familiar que les ayuda a decidirse por tomar riesgos mayores buscando una ganancia inmediata e importante.
Henry Hathaway dirige con acierto una buena película de cine negro profundizando en los sentimientos de los delincuentes, magnífico Víctor Mature en su papel protagonista echándose en sus anchas espaldas todos los problemas y afrontando con decisión su futuro familiar.
En ocasiones estos delincuentes, llevan tras de sí una pesada carga familiar que les ayuda a decidirse por tomar riesgos mayores buscando una ganancia inmediata e importante.
Henry Hathaway dirige con acierto una buena película de cine negro profundizando en los sentimientos de los delincuentes, magnífico Víctor Mature en su papel protagonista echándose en sus anchas espaldas todos los problemas y afrontando con decisión su futuro familiar.
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